001
La soledad era abrumadora cuando pasas tanto tiempo con ella. Esa misma soledad se instalaba en mi departamento cada día, cada vez que cruzaba la puerta.
Mi vida, haciéndose cada vez una rutina sin salida y yo no podía detenerla o tal vez sí, pero no quería.
Los años habían pasado, 5 para ser exactos, desde que él último chico al que ame se llevará mi corazón y no pudiera recuperarlo más.
En ese lapso de tiempo pasaron muchas mas cosas de las que alguna vez pensé, ahora era un adulto de 24 años con un trabajo como contador de una pequeña empresa.
Cada vez el sentimiento era más grande, ese sentimiento que me abrumaba cada noche y sabía que pronto no podría simplemente ocultarlo más. Su recuerdo estaba tan vivo y presente en mi memoria que era imposible no darle importancia. Era imposible no pensar en él cada día.
Mis ansias por sentirlo a él junto a mi, cada vez eran más. Amaba su tacto y hasta ahora nadie pudo hacer que eso cambiará.
Extrañaba su compañía y ese lado bueno de nuestra relación.Ese lado en dónde solo nos sentábamos en la banca de cualquier parque a hablar por horas y horas, ese lado donde él se abría un poco más a mi.
Sí él regresaba no me importaría y me quedaría con el lado rosa de nuestra relación. Él tenía mi estabilidad en sus manos y la destrozó haciendo que no pudiera volver. Y vaya que lo había intentado.
Pero siempre terminaba igual, terminaba llorando en mi habitación mientras recordaba lo estúpido que fui al no darle una tercera o cuarta oportunidad, no recordaba que número era pero tal vez, todo sería diferente.
O tal vez mi mente quería engañarme, porque estaba seguro yo podría no depender de nada. Mi felicidad era mía y no debía de depender de nadie más.
Debía ser así.
Suspiró por lo alto quitando la corbata en mi cuello y dejándola en algún lugar del departamento, importándome poco si solo dejaba mis prendas por toda la sala o si está, estaba en completo desorden.
Conforme los años pasaron, mi forma de pensar fue cambiando, una parte de mi me decía que fui un estúpido por aceptar una relación amorosa con tan solo 19 años y otra me decía que aún lo necesitaba.
Tal vez eramos muy jóvenes para conocer el amor o muy dispuestos para querer enfrentarlo.
Quité cualquier pensamiento de mi cabeza dispuesto a darme una ducha e ir a aquella fiesta en dónde me invitó Hoseok, un amigo del trabajo, quien alegaba que necesitaba un descanso.
No era la primera vez que me invitaba, pero siempre me negaba mintiendo en que estaba cansado y llegaría a dormir. Pero está vez no sería igual.
Debía olvidar todo y seguir con mi vida, tal vez en unos años más encontrara a alguien más.
[***]
La música se escuchaba fuertemente por todo el departamento. Tan solo llegué, solo me dedique a sentarme en una esquina alejado de todos para comenzar a beber y tratar de olvidar todo.
Estaba destinado a ser así, me emborracharía para olvidar todo. Sí, eso debía hacer.
Un suspiro abandono mis labios al terminar mi cuarta botella de soju. No sabía que hacer, no conocía a nadie mas que a Hoseok, quien bailaba en medio de la sala rodeado de personas. Todos haciéndole bulla por lo bien que bailaba y vaya que sabía moverse.
¿Por qué no me pude enamorar de él cuando me dijo sus sentimientos? Era una incógnita que nunca pude responder, y aunque lo intente; no dejaría que Hoseok fuera la segunda opción, no ese chico de brillante sonrisa y lleno de vida. Él se merecía alguien mejor que no viviera pensando en su ex.
Él se merecía a alguien que pudiera brillar con él, y amarlo solo a él.
Me levante del sillón dispuesto a tomar un poco de aire fresco mientras pensaba en por qué el alcohol no hacia efecto en mi. Recordé la pequeña terraza a lado de la habitación de Hoseok, esa que me había mostrado la primera vez que lo visité y sin pensarlo mucho decidí encaminarme ahí, esperando que nadie estuviese.
Solo quería ver las estrellas y las luces de los carros de la ciudad, intentar olvidar todo y tranquilizar mi mente.
Caminé entre todas las personas, esbozando una sonrisa al estar cada vez más cerca, pero paré todo movimiento al estar en el pasillo que llevaba a ese lugar viendo con incomodidad a una pareja besarse.
Solo podía ver un poco de ambos pero aún así no podía moverme de ahí. Bien pude solo salir corriendo pero algo me hizo quedar paralizado.
Mordí mi labio inferior sin saber que hacer al ver como se separaban, mis mejillas tiñéndose de rojo, pero lo que hizo tensar mi cuerpo y que mi corazón comenzara una carrera desenfrenada dentro de mi pecho, fue ver esa mirada gatuna y esa piel pálida junto con ese rostro que tanto conocía.
No pude evitar que mis ojos picaran y que un nudo se instalará en mi garganta.
Por un momento deseé ser esa chica castaña a lado de él. Pero todos vivimos deseando cosas que no podemos obtener, ¿No?
– Yo... Lo siento, creí que no habría nadie. Pueden seguir en lo suyo.
Las palabras salieron de mi boca suaves y sin ninguna emoción, cuando por dentro me encontraba tan inestable que quería llorar, gritar y darle una buena cachetada y más al notar su mirada fija en mi.
Quería pegarle por atormentar mis pensamientos día con día mientras él simplemente se la pasaba de chica en chica besuqueándose y haciendo quien sabe qué, así era él, no podía esperar más.
Solo debía hacer como si nada hubiese ocurrido, pero ¿quién le mentiría a mi corazón?
Di media vuelta sintiendo mis mejillas rojas al igual que mis manos temblar y mi mente hecha un lío. Pasé el túmulo de gente en la sala lo más rápido que pude y sin despedirme o decir algo, salí corriendo del departamento.
Inseguro de todo y dolido caminé sin sentido fuera del edificio.
Mis pasos eran lentos mientras me abrazaba a mi mismo. El picor en mis ojos volvió y sin evitarlo las lágrimas invadieron mis mejillas. Miraba ido el suelo mientras miles escenarios pasaban en mi mente.
Estaba seguro Yoongi no había sentido nada al verme y yo estaba haciendo un show.
No quería esto, debía olvidarlo; juntar los pedazos de mi corazón e intentar unirlos para alguien más y seguir mi vida. Era el momento de cerrar por completo ese ciclo, cerrar el libro y guardarlo en lo más profundo de mi. En unos años tal vez estaría riéndome de eso.
Por una parte sabía que sufriría al volver a verlo, y no estaba preparado psicologicamente para eso.
Yoongi era o lo conocía como un laberinto sin salida. Siempre había sido así, atrapándome para no dejarme ir.
Dos manos en mis hombros detuvieron mi pesado caminar, y me hicieron volver a la realidad; esa donde el ruido de los carros al pasar por la avenida se escuchaba. Mis pensamientos haciendo más ruido que eso.
No tenía fuerza para tomar mi dignidad e irme corriendo, podría pasarme algo y sufrir un riesgo mayor, lo suponía, eso siempre pasaba cuando estas segado por las emociones y solo actuabas. Tenía una idea de quien me detenía, pero esperaba tanto que no fuese él.
Con pesar y aún llorando aquellas manos me voltearon hacia él, mis ojos fijándose rápidamente en esos ojos oscuros que recordaba tan bien, mi estómago se revolvió y mi corazón comenzó a latir con fuerza de nuevo.
Se sentía tan irreal.
– Déjame... y vete con esa chica, por favor. – susurró en voz baja sin creer realmente mis palabras, me sentía tan dolido y lastimado que solo podía suplicar en voz baja.
Mis manos se aferraban con más fuerza a mi cuerpo esperando que me soltará, esperando que me dejase ir o por lo menos me insultará mientras aun las lágrimas corrían por mis mejillas y no sabía cómo detenerlas.
– No – su voz ronca, tan varonil y suave me hicieron volver a sollozar queriendo alejarlo de mi.
Yoongi se veía aún más pálido de lo que lo recordaba, su flequillo caía en su frente mientras iba vestido con un conjunto negro, totalmente negro.
La tristeza y enojó me invadía sin saber realmente cómo reaccionar. ¿Darle un puñetazo o lanzarme a sus brazos?
Mi mandíbula se tensó al recordar aquella chica que besaba, no debería reaccionar así, pues Yoongi no era nada mío, pero era inevitable.
Sin temor y bruscamente deje de abrazar mi cuerpo y con toda la fuerza que pude reunir, quite sus manos de mis hombros dando dos pasos hacia atrás.
– ¡¿Piensas destruirme más de lo que ya lo hiciste?! – exclamé totalmente enojado viendo su ceño fruncirse en confusión – ¡¿Es que no miras?! No puedo superarte. Por dios Yoongi, solo vuelve con esa estúpida chica y follatela. Es lo mejor que sabes hacer.
Receloso volví a abrazarme a mi mismo con mis brazos, sintiéndome demasiado vulnerable. Mordí mi labio queriendo sollozar al verlo de nuevo acercarse a mi.
– No es lo mejor que sé hacer. – la voz de Yoongi llegó de nuevo a mis oídos y solo pude mirarlo a él, con mis ojos cristalizados y sin una pizca de comprensión.
Esperaba ver esa sonrisa burlona de lado o su habla sarcástica, pero solo pude ver un rostro preocupado y lleno de confusión.
– Claro que sí. Eres experto en eso.
Se acercó a mi haciendo mi cuerpo tensarse, y que me abrazara aún más fuerte a mi mismo.
– Entonces no me conoces en realidad. – fue mi turno de fruncir el ceño confundido y solo mirar sus gatunos ojos.
– Créeme, lo hago mejor que nadie.
Se acercó un paso más y yo no hice nada para alejarme. Tenía curiosidad por saber qué me diría, pero otra parte de mi estaba intimidada, cualquier cosa que hiciera era confusa para mi.
– Ya no soy ese chiquillo de 19 años, Jimin. – sus palabras calaron en mi, pues tenía mucha razón pero no estaba tan dispuesto a querer descubrir eso. – No soy un estúpido chico que no piensa con la cabeza.
– ¿A dónde quieres llegar? – pregunté al ver cómo acercaba con lentitud su mano a mi mejilla, dándome oportunidad de alejarme pero no lo hice.
– A qué quiero que mires la mejor versión de mí. Quiero comenzar desde cero como simples desconocidos, quiero obtener tu perdón, porqué cómo tú, no has abandonado mi cabeza ni un solo día desde esa vez que te alejé.
Mi labio inferior comenzó a temblar, había esperado tanto por esas palabras que ahora solo me encontraba en shock.
Sin duda lo aceptaría sin siquiera pensar, pero las posibles consecuencias de eso se arremolinaban en mi mente diciéndome que volvería a fallar, que no sería suficiente y volveríamos a circulo vicioso en donde ambos nos dañabamos.
– ¿Y porqué besaste a esa chica?– pregunté con molestia pues de solo recordarlo sentía mi estómago revolverse.
Lo vi reír sin gracia, el tacto de su mano sobre mi mejilla hacia que solo quisiese cerrar mis ojos y apoyarme en está pero no podía ceder tan fácil aunque quisiera.
– Hoseok me hizo salir con ella. Dijo que debía olvidar las penas y tal vez intentar cerrar el ciclo que me tenía tan abrumado desde que me conoció. – explicó pegando su frente con la mía quitando todo el espacio que nos separaba, lo vi cerrar sus ojos mientras suspiraba por lo alto.
No podía dejar de mirarlo, mis manos a mis costados sin saber dónde ponerlas y mi corazón latiendo fuertemente estaban haciéndome un completo lío, podía sentir su respiración tan cerca de mí, y solo quería despegar ese pequeño espacio entre nuestros labios.
– Hoseok nunca me menciono sobre ti. – susurré cerca de sus labios aún teniendo mis ojos en él.
Su piel se veía tan suave y pálida, podía ver cada facción de su rostro y eso hacía sentirme extasiado.
– Yo... Nunca quise venir a una de las fiestas que hacía. Conozco a Hoseok desde hace un año por uno de mis amigos y nos hemos vuelto cercanos, pero yo vivo del otro lado de la ciudad. – susurró con suavidad llevando una de sus manos a mi cintura. – Te busqué por tanto tiempo, pero te tenía tan cerca.
Las lágrimas volvieron a invadir mis ojos y sin pensarlo más alejé mi frente de la suya para meter mi rostro en su cuello y pasar mis brazos por su cuello.
La sensación era tan cálida y agradable, tan familiar que me hacía sentir de nuevo vivo. Mi rostro en su cuello me hizo oler aquél aroma que tanto había extrañado, esa colonia que hacía revolotear mis hormonas cuando apenas tenía 19.
Sentí ambas manos en mi cintura y solo pude llorar en su cuello, pero no de tristeza o desconsuelo sino de felicidad por poder tenerlo de nuevo cerca mío.
No podía hacer nada para apartarlo de mi e irme así que solo podía abrazarlo y saber que seguía ahí.
[****]
Nota de la autora:
Al parecer ya tenía escrito este extra de éste one-shot, así que para subir algo está semana pues les doy la continuación.
Aún falta otra parte así que esperenla, pronto la subiré.
Y gracias por el apoyo, sigan la historia.
¡Nos vemos pronto!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top