Entre nosotros siempre hubo una gran diferencia, 

mientras uno caminaba, 

otro corría a toda marcha, 

mientras uno se detenía momentáneamente a ver el cielo, 

el otro seguía su curso a toda prisa, 

los errores cometidos ya eran muy tarde para repararlos y se habían perdido en el pasado, 

vivimos en un constante presente que nos impide ver nuestro pasado y nos empuja a ver nuestro futuro, 

nos grita seguir aunque ya no podamos caminar y nuestra vida se vea destruida,

eso no detendrá el paso del tiempo.

Yo soy tu amo, 

yo soy tu poseedor, 

y yo te quitaré ésta maldición, 

me tomó toda una vida aprender de ti, 

me tomó tanto dominarte, 

estoy viejo, 

estoy cansado, 

yo he olvidado mi propósito, 

dejo mi última voluntad a mi yo del pasado, 

él tiene aún más presente ese deseo que me ató todo este tiempo.