Capítulo 8: Tiempo Y Tamaño
Con el pasar del tiempo, acabé por acostumbrarme a mi nueva vida en Asgard.
Gracias a Tyr, habían dejado de tratarme como a un perro más de la jauría. Me la pasaba en el bosque corriendo entre los árboles, persiguiendo presas y desafiándonos entre los dos para ver quién conseguía cazar primero.
Con el tiempo me di cuenta que había crecido bastante. Pasé de ser un lobo que le llegaba a Tyr a las rodillas, a ser un lobo que le llegaba a la cintura.
— Haz crecido mucho — dijo Tyr mientras comimos junto a un río — ya no eres para nada un lobato.
— Lo sé — reí mientras devoraba un jabalí entero.
— Suerte que las presas abundan en este bosque. De otro modo, se habrían acabado hace un par de meses.
— ¿Crees que seguiré creciendo?
— ¿Te preocupa?
— No realmente; pero he notado que algunos no dejan de mirarme.
— Bueno... Quizás les intimide ver que eres más grande que los propios lobos de Odín.
— Geri y Freki son un par de perros falderos... — esos lobos me desagradan por el simple hecho de ser "los lobos de Odín".
— Pero bueno, a mi me agrada ver que te acostumbraste a este lugar — caminó hasta quedar junto a mí — y que ya no eres un cachorro asustado — se cargó en mi cabeza como signo de juego.
En ocasiones, Tyr y yo jugábamos de una forma un poco violenta intentando demostrar cual de los dos era más fuerte. Siempre me ganaba hasta que empecé a crecer.
Con el tiempo se volvió algo fácil vencerlo. Solo tenía que empujarlo con mi cabeza y luego poner una pata sobre él para que no se moviera.
— ¡Está bien, está bien, tú ganas! — exclamó — pero ya quita tu pata que no puedo respirar... — obedecí.
— Lo siento.
— Creo que este juego se volvió muy fácil para ti... — rió mientras se levantaba recobrando el aliento.
Los meses pasaron y mi cuerpo siguió creciendo sin parar. Ahora podía apoyar mi cabeza sobre el hombro de Tyr estando de pie.
Los demás no dejaban de asombrarse por mi tamaño. Odín no dejaba de mirarme con preocupación la mayor parte del día. Y luego, Tyr comenzó a darme comida cuando no estábamos en el bosque. Al parecer quien lo hacía se rehusó a continuar haciendo ese trabajo.
Los veía murmurar cosas de las que solo los oía decir mi nombre. Algo andaba mal. No me hacía la idea de lo que Odín y los demás tramaban en ese momento. Incluso Tyr estaba ahí; pero siempre lo vi en desacuerdo con todo lo que decían.
En verdad llegué a pensar que estaba de mi lado...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top