🐣Seis🏀

- Dices que no sabes que hacer...- JungKook está sentado en el sofá dentro de la oficina de su mayor. De manera personal, él admiraba a JiMin a una gran escala, fue su tutor y el que le dio la bienvenida al hospital.

Nadie quería a un chiquillo inexperto y sin recomendaciones, JiMin le hizo pasar las pruebas para llegar hasta dónde se encuentra en este momento. Y a pesar de sus escasos veintitres años y siendo un recién egresado ya es un doctor respetado en el plantel.

- Sabes que me comprometo con cada paciente, pero nunca lo he sido de manera tan personal- dice el mayor de ambos, JiMin suspira mientras deja caer todo su peso en la silla giratoria. Mira el contrato que HoSeok le ha dejado en manos hace dos días.

- Bueno, si lo ves de manera profesional, sería una gran escala en tu trabajo cómo doctor, literalmente es uno de los casos perdidos de Choi, que tu hagas nula su predicción lo dejará en el suelo...- JungKook menciona sonriendo.

- Te he dicho que no hagas esas cosas, no se puede abusar de la autoridad ni jugar con la vida de un paciente, JungKook- JiMin me reprende mirandole con el ceño fruncido.

JungKook ríe.

- No lo digo en serio, Hyung... pero sería bueno que le cerraras la boca de una vez, me enteré que está hostigando a una de las nuevas internas...- el menor le comenta suspirando pesado. JiMin le mira sorprendido.

- Tenemos muchos problemas... ese hombre no estará tranquilo hasta que lo destituya...- JiMin murmura entre maldiciones. Se levanta y le indoca a JungKook que salgan.- Dile a las demás enfermeras que estén pendientes...

El menor asiente, y se separan. JiMin tiene que ir a ver a YoonGi y registrar su estado de salud y emocional.

JungKook le desea suerte al verlo irse, quizás pedir la ayuda de alguien más no estaría mal.

JiMin saluda a algunos pacientes o familiares, y también a algunos del personal de salud. Una enfermera le notifica que los señores Min han llegado ese día y se encuentran en la cafetería.

- ¿Puedo pasar, señor Min?- pregunta y abre la puerta lentamente. YoonGi está mirando por la ventana. Otra vez parece ignorarlo...

- Vete...- es la respuesta seca que recibe, y nota que al parecer ya le han quitado la mayor parte de vendajes. Solo sus manos y su pierna se mantienen inmóviles.

- Ya que está despierto, me gustaría saber cuando podría programar mi primera sesión con usted...- menciona JiMin sin inmutarse por la forna de YoonGi al hablar. Ha tratado con muchos pacientes complicados y YoonGi se une a esa lista.

- No quiero- responde sin mirarlo.

- Mire, señor Min, puedo comprenderlo,  pero si sigue así, negandose a recibir las terapias se volverá una carga para quienes le rodean- YoonGi le mira ofendido y airado. Sin embargo JiMin no detiene su monologo- Tengo entendido por su expediente y por personas cercanas a usted que no le gustaría que eso llegue a pasar... lo entiendo, pero deberá poner de su parte...

YoonGi solo quiere maldecirlo. Pero el enfermero tenía razón, la última vez que su madre le ayudó a levantarse fue cuándo se cayó de su bicicleta a los siete años, después de eso, él había sido un adolescente independiete, conseguia trabajos pequeños para tener dinero siempre, y no tener que pedirlo. YoonGi estaba acostumbrado a tener lo que pidiera, aun si solo lo hacía por capricho, cómo esa vez que le dijo al técnico del equipo que quería la suite más cara para descansar durante el torneo en Estados Unidos, ya que Ash estaría con él esos días.

Pero aun conociendose así mismo, no quiere admitirlo...

- ¿Tu que sabes?- YoonGi dice en tono amargo.

- Bien...- JiMin suspira. Quizás sea mejor hablar con YoonGi después, talvez cuando éste solicite verlo o avanzar con las terapias. Pero antes de decir algo más, los padres del mencionado entran seguidos del doctor Choi.

Ambos médicos se miran desafiantes. JiMin quisiera despedirlo, pero no puede, tiene que encontrar razones suficientes o a alguien que quiera denunciar su acosos dentro del plantel, aunque ese es tema para otro día...

Lo que le extraña en la expresión tan abatida de la señora Min y el rostro estupefacto del señor Min.

- Oh, veo que esta despierto, y el doctor Park se encuentra aquí- dice cln arrogancia, paseandose cómo un maldito pavo real.- Quizás, quiera ahorrarse algo, señor Min...

JiMin no sabe a donde va Choi con sus palabras. Los señores Min lo miran con pena, y YoonGi masculla maldiciones entre dientes. Sabe a ciencia cierta que el hombre es una víbora en el plantel de medicina, que cuándo tacha a algun paciente, ya ha firmado la sentencia de cada ser humano que queda bajo su supervisación. Cuando JiMin entró, no sabía que Choi era un verdadero veneno, ambos ni siquiera podían verse, todo porque JiMin siempre lo exhibía delante de otro doctores, le recalcaba lo imprecisa que podía ser la medicina. Sobre todo porque Choi era un descarado que había intentado seducirlo, cuando solo era un enfermero de recepción... JiMin sabía que el hombre era casado y tenía una familia a la que no respetaba...

- Lo que quiera decirme, digalo sin rodeos, me estresan las personas cómo usted- YoonGi le dice bruscamente. Al menos, JiMin sabe que comparte el desagrado hacia el hombre.

- Bien- el doctor Choi dice, y mira a JiMin, quien con claro gesto le hace saber que se va a quedar dentro de la habitación- Creo que su presencia está de sobra, el señor Min no podrá caminar, se le hicieron exámenes y revelaron una grave lesión en la columna... no hay nada que pueda hacer...

YoonGi... ahora entiende.

Entiende el porque su madre llora, el porque ninguno de los directivos del equipo ha ido a verlo, el porque solo ChanYeol se presentó y YoonGi lo maldijo antes de echarlo de su habitación... YoonGi ya no era el deportista estrella, por eso Ash llegó, para sacarle el dinero que le quedaba, porque ya no tenía nada... no tenía carrera deportiva, ya no tenía equipo, ya no tenía ni su cuerpo...

De nada le servía haberse coronado tan joven... él y su carrera ya habían ido de bajada, la montaña rusa que solo le había llevado hasta lo más alto de su vida, decidió desmoronarse... no debió salir hecho una furia de esa fiesta, no debió conducir con la ira y adrenalina tan elevadas en su cuerpo...

Pero esto ya no importaba...

Él, ya lo perdió todo...

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