6. Excelente y macabra combinación
—¿Vincent? —preguntó Atlanta un poco interesada en el tema—¿Aquél hombre que cada 5 años obtiene un nuevo poder?
—¡Sí el mismo! —respondió el comandante Wilson seriamente. Después de todo él siempre ha sido una de las personas que puede mantenerse serio casi todo el tiempo, esta virtud lo ha ayudado en muchas cosas y está agradecido de eso, porque también lo ha ayudado para estar en el alto mando de la Sociedad Defensora Contra Amenazas, ya que el cree fielmente en cierta frase que dice: "La seriedad es la virtud de aquéllos que triunfan en la vida".
—¡Bien! Entonces ya vámonos Atlanta — comentó Cyrock mientras caminaba rumbo a la puerta de salida.
—Siempre tan insistente Cyrock —el comandante rió forzadamente.
—¡Sí! Siempre es así —dijo Atlanta moviendo su cabeza de izquierda a derecha.
—Antes de que se vayan...¡Escuchen! —exclamó Wilson alzando su voz dejando así a Cyrock y Atlanta en silencio.—Quiero que lo busquen y cuándo lo encuentren no lo ataquen solo observen lo que él hace, espienlo en silencio y cuándo tengan la oportunidad ataquenlo y me lo traen aquí. No lo maten, pero no importa si me lo traen inconsciente o herido, sólo espero que cuándo esté aquí su corazón esté latiendo todavía.
—Entendido señor —los dos asintieron.
Vincent regresaba a su departamento el cuál quedaba en el sexto piso de un hotel en el lado sur de Guayaquil.
Mientras caminaba por las veredas iba muy relajado, ya se había olvidado momentáneamente de la explosión.
Mientras avanzaba pudo notar en un callejón algo oscuro como un hombre era amedrentado por tres más, obviamente ladrones.
—¡Auxilio! —exclamaba muy asustado el hombre—¡Ayuda por favor!
Vincent miró fijamente aquél hombre, por un momento pensó en ayudarlo pero finalmente decidió no hacerlo.
—¿Lo ayudarás o qué? —preguntó alguien que estaba atrás de Vincent.
Vincent hizo como si no lo había escuchado y tan solo continuó caminando.
—¿Lo vas a ayudar? —preguntó nuevamente el hombre.
—¡Oye! —insistió molesto el hombre una vez más-Te estoy hablando a ti, no seas mal educado responde.
Vincent se acercó a él con rapidez, intentó agarrarlo del cuello pero se detuvo al ver el aspecto del hombre, calvo, con piel pálida, delgado y con la mirada un poco perdida.
—¡Wow! —exclamó el calvo sorprendido al verlo usar súper velocidad.
Vincent lo miraba de pies a cabeza y lo que más le llamó la atención fue ver unos guantes metálicos en sus brazos. De los guantes salían unos tubos los cuáles estaban clavados en sus brazos que se conectaban con las venas y arterias de dicho sujeto.
—¿Qué es lo que tienes en tus brazos? —preguntó Vincent.
—Eh... pues amigo estos son guantes metálicos que robé, digo tomé prestado... son los que permiten ser como tú — respondió el ladrón calvo alzando sus brazos para enseñarle a Vincent.
—¿Cómo yo? —preguntó desentendido Vincent.
—Observa —habló el calvo apuntando con sus guantes a los tres ladrones del callejón.
De sus guantes salieron unas balas que cuando llegaron a su destino desprendieron un humo verdoso.
—¿Qué es eso? ¡No me coman! —exclamaron horrizados los tres hombres que luego huyeron despavoridos.
El hombre amedrentado escapó pasando por el lado derecho donde se encontraban Vincent y el calvo.
—¡Gracias! Muchas gracias por ayudarme —agradeció el hombre algo sudoroso— Tú si eres bueno no como tu amigo.
—Él no es amigo...recién lo conocí hace unos minutos, sin ofender claro —comentó Vincent rápidamente cuándo escuchó la palabra "amigo" ya que el único a quién siempre consideró su amigo fue a Ken.
—¡Ja! No hay problema...amigo —dijo el calvo—Cómo sí mi objetivo era ayudarlo.
—¿Les hiciste alucinar con ese humo verdoso o me equivoco? —interrogó Vincent—¿Eso es lo que hacen esos guantes?
—¿Como lo supiste? —preguntó el calvo mirando de pies a cabeza a Vincent— ¿Acaso tienes otros poderes?
—No es necesario tener algún tipo de poder mental para darse cuenta de eso —le respondió Vincent.
—Bueno tienes razón...amigo —comentó el calvo.
—Creo que mejor iré al grano...te estuve observando porque vi algo diferente en ti, sabía que algo escondido tenías y no me equivoque tienes poderes y por lo tanto quería hacerte una propuesta —el calvo se acercó a Vincent— ¿Por qué no te unes a mí y robamos bancos?, tú con tu súper velocidad y yo con mis humos ilusorios sería una excelente y macabra combinación, imagínate todo lo que lograriamos ¿Qué te parece?
—No a mi no me van esas cosas —contestó de forma desinteresada Vincent— Yo no robo.
—¡Vamos amigo! —insistió el calvo— Solo se me complicarian las cosas, hasta quizás termine en la carcel.
—¿Y a mi qué? Sí te meten preso es tu problema...no el mío —respondió déspotamente Vincent haciendo enojar al calvo.
—Entonces tendré que matarte —dijo tajantemente el calvo lanzando hacía Vincent muchas balas que salían de sus guantes.
—Eso es inútil —Vincent se cruzó de brazos-Esas balas no lograran afectarme.
—¿Quién dijo que las balas eran para afectarte físicamente? —preguntó sonriendo el calvo.
Vincent se arrodilló por el humo que desprendían las balas, además de que garraba su cabeza.
El calvo solo reía porque aparentemente iba ganando.
—Me alegro haber robado esta espada también, ahora si mataré a un velocista —dijo el calvo con emoción— Le contaré a mi hermano Zatu, él se pondrá muy felíz.
Sacó de una pequeña mochila su espada la cual se podía ver claramente, aunque no era una espada tan grande tampoco.
—Ahora cortaré tu cabeza velocista y me la llevaré como premio —el calvo se preparaba para decapitarlo.
—¿No creerás que tu humito puede derrotarme? —preguntó Vincent lanzándolo hacía unos tachos de basura con su telequinesis.
—Hace falta más que eso para derrotarme —continuó hablando Vincent mientras se levantaba.
Vincent nuevamente lo elevó y en el aire comenzó a darle muchas vueltas hasta marearlo y luego lo lanzó hacía una pared.
Cuando Vincent vio que el calvo quedó inconsciente se fue usando su súper velocidad.
—¿Por qué no atacamos cuándo estaba arrodillado? —preguntó molesto Cyrock mirando a su compañera.
—Porque el comandante Wilson nos dijo que no actuemos por ahora...que solo lo espiemos y cuándo sea el momento indicado ahí atacaremos y aparte tendríamos problemas sí el otro sujeto al vernos se pone del lado de Vincent —contestó Atlanta con el seño fruncido.
—¡Bue...! Entonces sigamos espiándolo como acosadores —exclamó Cyrock sarcásticamente.
La SDCA cada vez se acercaba más y más a su objetivo, Vincent.
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