24. Vincent regresa a la batalla

—¿Tú me salvaste? —preguntó asombrada Atlanta al ver que quién la tenía en sus brazos era Vincent.

Sus mejillas estaban rosadas, que Vincent la tenga entre sus brazos la ponía nerviosa evidentemente y eso se notaba en su rostro.

—¡Hola nena! —fue lo que único que dijo Vincent guiñándole el ojo derecho a Atlanta—. Sí yo te salvé...tú héroe llegó justo a tiempo.

Vincent esbozando una sonrisa mientras la miraba fijamente a los ojos.

Atlanta desvió la mirada puesto que se sintió más nerviosa aún.

—Ya regreso —Vincent la dejó sentada muy cerca de dónde estaban todas las personas que habían escapado de la batalla.


Cyrock observó los escombros de la nave e inmediatamente cayó arrodillado con impotencia al saber que no pudo salvar a su gran compañera, ni a su jefe y al doctor Barker que recordó que también se encontraban en la nave.

Su lamento fue tan grande que dejó escapar un grito desgarrador. Él se encontraba llorando, pero Vincent apareció y con un solo movimiento lo lanzó hacía un lugar seguro.

—Grandote no llores que ya llegué yo —exclamó Vincent justo antes de lanzarlo.

Una vez que lo lanzó creó un campo de fuerza para contener la explosión de la nave. Cuándo la explosión finalizó deshizo el campo de fuerza.

Cyrock llegó nuevamente al lugar de la explosión.

—¿Qué haces asesino? —preguntó dándole un fuerte puñetazo en la mejilla a Vincent, el "asesino" como lo denominó no se inmutó en cambio de dejó golpear—. En esa nave se encontraban el comandante Ryan y el Dr. Barker, además Atlanta murió aplastada.

Continuó Cyrock agachando la cabeza, perder a tanta gente en un sólo día lo tenía tan mal.

Vincent sonrió y posterior a eso rio levemente porque sabía que ninguno de los que Cyrock nombró habían muerto en realidad.

—¿De qué te ríes? —preguntó Cyrock furioso intentando darle un nuevo puñetazo, pero Vincent lo esquivó.

—Te ríes porque no sabes lo que es perder gente que apreciabas —exclamó molesto Cyrock—. Que pasaban contigo muchas horas, días...¿Qué vas a entenderlo tú?

Vincent dejó de sonreír y esta vez su mirada era seria.

Se quedó en silencio por unos segundos hasta que decidió hablar.

—Claro que lo sé, yo también perdí a seres que amaba, comprendo el dolor que tu sientes, es por eso que muchas veces dejé de confiar en los demás, por eso que muchas veces actué indiferente, idiota con los que más necesitaban de mí —mencionó Vincent tocando el hombro de Cyrock—. Pero comprendí que la vida es así, eso me ha hecho más fuerte y sé que ahora debo de seguir adelante y no derrumbarme por haber perdido gente importante para mí y aunque es doloroso pero siempre hay que seguir adelante.

Aunque no quisiera el agente con partes robótica escuchó atentamente las palabras de Vincent.

—Además en esa nave no había nadie, cuándo pude observar no localice a ningún cuerpo y Atlanta está a salvo con los civiles, pude salvarla antes de que la nave tocará el suelo —comentó sonriendo nuevamente.

—¿No me mientes? —la mirada de Cyrock estaba llena de esperanza.

—No para nada...entonces no estaría aquí tan campante sabiendo que perdí a alguien tan valioso para mí —contestó Vincent.

Eso evidentemente puso celoso a Cyrock.

Vincent llevó de forman inmediata a Cyrock al lugar en dónde se encontraba Atlanta y los demás civiles.

Cyrock al ver que Atlanta estaba viva la abrazó muy fuerte.

Vincent simplemente observaba la escena.

—Tú asesino, ¿Qué haces tan normal, después de haber matado a muchas personas? —dijo un hombre de avanzada edad.

—¡Eso no lo hice yo! —se defendió Vincent.

Las personas empezaron a decirle mentiroso, asesino, entre otras cosas más, pero alguien que hablaba desde un megáfono los calló.

—Él no miente, no es un asesino y yo sé los demostraré —decía Saúl acercándose a ellos con su teléfono en mano.

Todas las personas que estaban ahí se acercaron para ver los vídeos que Saúl les iba a mostrar, muchos por el simple hecho de curiosear se acercaron.

—¿Creen ahora qué él no es una mala persona en realidad? —preguntó Saúl con el megáfono una vez que todos vieron los videos.

Todos se quedaron en silencio por un momento.

Algunos tenían una cara de arrepentimiento por haberle dicho tantas cosas malas a su héroe.

—Vincent, el extraterrestre anda suelto por las calles de la ciudad —le dijo Atlanta una vez que terminó de abrazarse con Cyrock.

—¡Ya voy! —Vincent asintió.

—¡Yo también voy! —dijo Cyrock preparándose para ir con Vincent.

—No tu deberías quedarte aquí cuidando de las personas por sí algún sujeto los llegase a atacar —le dijo Vincent deteniendo a Cyrock al instante una vez que le hizo la señal de "stop" con su mano.

—Está bien... pero que te quede claro que lo voy hacer solo por ellos —dijo Cyrock señalando a los espectadores—. No porque tú me lo dices.

—Claro grandote...yo lo sé —contestó Vincent riéndose—. ¡No te preocupes!

Al finalizar la conversación Vincent corrió rápidamente por las calles de Guayaquil, pero no encontraba a Kren por lo tanto decidió correr por las paredes de todos los edificios que estaban cerca, hasta que desde un edificio pudo observar a Kren que se encontraba en otro edificio que quedaba detrás de un puente, en él estaba Kren intentando instalar el cuarto y último cilindro tecnológico.

Vincent no lo pensó ni dos veces y corrió hacía allá.

Cuándo llegó rápidamente le dio un puñetazo a Kren, el extraterrestre azul salió volando de la terraza del edificio, pero regresó una vez más volando para contrarrestar con sus brazos alargados intentando darle un puñetazo pero no tuvo éxito alguno debido a que Vincent lo agarró el brazo derecho. Empezó a dar y dar vueltas usando su súper fuerza y súper velocidad hasta que nuevamente lo mandó a volar pero esta vez hacía otro edificio, la fuerza y rapidez que había usado en ese momento fue tanta que Kren al impactar el edificio atravesó varias paredes.

—¡No te dejaré ganar! —comentó Vincent de brazos cruzados mirando al edificio en dónde había mandado a Kren.

Luego con fuerza quitó el cilindro tecnológico y trató de aplastarlo con su pie derecho pero Kren regresó nuevamente sumamente enojado.

—Estúpido humano...tendré que matarte de una vez por todas —gritó Kren cuándo regresó estirando sus brazos para atacarlo con una ráfaga de puñetazos que esquivó fácilmente con su súper velocidad.

Vincent se mantuvo durante toda la pelea con su rostro serio, eso lo hacía ver imponente.

—¿Cómo es posible qué seas tan fuerte de repente? —preguntó muy asombrado Kren al ver cómo Vincent se defendía y contrarrestaba de una manera excelente haciéndolo quedar a él cómo alguien débil.

—¿Tan fuerte? —preguntó Vincent acercándose a él lentamente.

Kren retrocedía poco a poco.

—Dime ¿Qué has hecho? ¿Qué te has tomado? —seguía preguntando Kren—. ¿Cómo es posible que te hagas tan fuerte de repente?

—Ya te dije que nada —contestó Vincent antes de darle múltiples puñetazos.

Al recibir tantos puñetazos Kren cayó al suelo arrodillado tocándose su abdomen.

—¡Ríndete Kren! —Vincent se le acercó.

—No, no me rendiré... —dijo Kren posicionando su brazo izquierdo hacía atrás mientras que con el derecho aún sostenía su abdomen.

—No me rendiré porque yo te mataré —anunció Kren a la vez que su brazo izquierdo se estiraba hasta que agarró el tobillo de Vincent con mucha fuerza e inmediatamente con su otro brazo que también estaba estirado intentó ahorcarlo, seguía y seguía enrollando su brazo alargado en el cuello de Vincent.



Mientras tanto en alguna parte del malecón 2000 de Guayaquil estaban el comandante Ryan y el Dr. Barker peleando contra Calavera Mortal.

Calavera le daba varias patadas al comandante, luego Ryan golpeó su mejilla izquierda dañando levemente la máscara de Calavera, pero no se rindió y siguió defendiéndose.

Calavera Mortal golpeó muchas veces la cara del comandante, que se defendía golpeando su abdomen. En un movimiento Calavera logró hacer caer al comandante asestándole una patada en el muslo derecho.

El comandante cayó herido sentado al suelo, mientras que el Dr. Barker se tele transportó atrás del villano para darle un puñetazo en la espalda.

El golpe no fue lo suficiente fuerte para causarle un daño mayor, lo único que causó fue que se vaya hacia adelante por unos cuántos centímetros.

—Ya me cansé —gritó muy fuerte apretando un botón de su cinturón. Al apretar el botón que se encontraba en la parte derecha del cinturón, múltiples partes tecnológicas salieron del cinturón, todas esas partes se unían hasta que lo cubrieron por completo quedando como la armadura de un gran robot y él se acomodó en la parte superior de la cabeza del robot, después de todo él iba a controlarlo.

El comandante sacó una pistola de su bolsillo derecho para dispararle al robot pero no fue suficiente, el metal que cubría al robot era muy resistente, el comandante no tuvo más opción que escapar.

El doctor Barker se tele transportó al lugar en donde se encontraba el comandante para luego tele transportarse a otro lugar más seguro.

Llegaron al sitio en donde estaban Cyrock, Atlanta, Saúl y las demás personas, cuando llegó el doctor Barker, observó su reloj que ya estaba fallando puesto que de él salían algunas chispas. Fue por eso que el reloj no los tele transportó en donde quería y además fue en un lugar muy cerca de donde se encontraban anteriormente.

—Ya no vale esto —exclamó con el ceño fruncido Barker quitándose el reloj para guardarlo en su bolsillo, no lo botó ya que solamente debía hacerle unas reparaciones pero no podía hacerlo en ese momento ya que no contaba con los materiales adecuados para hacerlo.

—Comandante, ¿Qué pasó? —preguntó Atlanta cuando lo vio.

—Calavera es ahora muy peligroso, debemos escapar de aquí lo más pronto posible — contesto el comandante.



Calavera Mortal había llamado a los pocos Guerreros del Caos que quedaban para que lo acompañen a matar a las personas del malecón, mientras las personas escapaban del lugar Calavera y sus secuaces se dirigían hacia allá, no les tomo varios minutos hasta que finalmente pudieron llegar.

Los Guerreros del Caos disparaban para todos lados pero Cyrock apareció frente a ellos para derribar a unos cuantos fácilmente, pero otros más aparecieron. Saúl sacó una pistola y comenzó a defender a los civiles disparando en las piernas y brazos de los Guerreros del Caos para herirlos más no matarlos.

—Encárgate de eso robot que yo me encargare de esos sujetos de allá —le dijo Saúl.

—¿Y por qué debería obedecerte? —preguntó Cyrock seriamente.

—No tenemos tiempo para estas tonteras...además soy policía así que mueve tu trasero y trata de detener a ese robot que yo me haré cargo de los demás —contestó Saúl, él se molestaba fácilmente, era una de sus falencias principales.

El policía continuó disparando hasta que se quedó sin balas y no le quedó más opciones que esconderse dentro de un pequeño museo del malecón, los Guerreros del Caos lo perseguían, el sigilosamente intentaba escapar hasta que uno de sus perseguidores lo vislumbró y le disparó.

Saúl corrió pero se resbaló cayendo sobre unos vidrios, se levantó adolorido pero se dio cuenta de que muy cerca de él estaba una espada así que aprovechó y decidió usarla como arma.

Los Guerreros del Caos nuevamente empezaron a dispararle pero Saúl se cubrió con la espada, algunas balas rebotaron hacia los perseguidores mientras que otros usaron sus escudos para protegerse, en ese momento Saúl se llenó de valor como todo policía y los atacó con su espada.

Él derrotó a todos los Guerreros del Caos que lo persiguieron, tan solo usó la espada, nunca les causó grandes heridas más bien los dejó inconscientes cuando los golpeó con el mango de la espada aunque tenía tiempo que no usaba una espada lo había hecho muy bien, después de todo diez años de práctica con la espada no habían sido por gusto.

Una vez que derrotó a sus enemigos decidió ir con Cyrock para ayudarlo después de todo Saúl no era alguien tan normal como aparentaba y además podría ser de mucha ayuda.

Al llegar al lugar de la batalla se dio cuenta que quien tenía la ventaja era Calavera Mortal con su gran robot, Cyrock ya estaba agotado, su armamento perdía energía y además varias partes de su cuerpo habían sido afectadas y requerían de asistencia técnica.

Si Cyrock no tuvo oportunidad de vencerlo mucho menos Saúl.

—Es muy fuerte —exclamó Cyrock.

—¿Y ahora qué podemos hacer? —preguntó Atlanta mirando hacia los edificios esperando que Vincent llegara a ayudarlos.

—Esta vez acabaré no solo con su comandante sino con todos los que se encuentren presentes aquí también —exclamó Calavera riendo muy fuerte dispuesto a matarlos a todos.  

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