21. Plan ejecutado
─¡Tú no eres el real! — gritó muy fuerte alguien a lo lejos.
─¿Quién dijo eso? —preguntó el falso Vincent mirando por todos lados para poder disipar a la persona que había hablado.
—¡Hey impostor aquí estoy! —gritó nuevamente aquél hombre que resultó ser Saúl, después de todo él había sido el único que sabía la verdad.
Saúl caminaba hacía el intentando sacar su pistola de manera sigilosa. El falso Vincent giró su cuerpo y por ende su cabeza para ver quién se estaba oponiendo a él.
Las personas comenzaron a dudar por unos momentos de Kren que estaba transformado en Vincent, pero él era muy listo y ya tenía pensado que hacer.
—¿Por qué crees que soy un impostor? —preguntó el supuesto Vincent alzando una ceja.
—Porque él verdadero héroe no haría eso —contestó Saúl y acto seguido le disparó.
Todos se aterraron ni bien escucharon el sonido del disparo y se apartaron para no salir heridos. Kren transformado en Vincent voló rápidamente hacía Saúl pero este voló de una forma extraña que las demás personas pensaron que simplemente saltó, pues todos sabían que el héroe no podía volar y además no quería crear sospechas en los espectadores.
Saúl continuó disparando, pero Kren era mucho más veloz, Saúl al ver que las pistolas no eran tan efectivas decidió retroceder poco a poco, pero el falso Kren le asestó un puñetazo que lo dejó inconsciente, no usó tanta fuerza, extrañamente no quiso matarlo.
Los espectadores se asustaron, salieron despavoridos no querían morir y claramente sentían decepción de haber llamado héroe a un asesino.
—Eso, huyan malditos, este soy yo —gritó el falso Vincent aplastando la cabeza decapitada del policía y acto seguido rio a carcajadas—. Este es mi verdadero ser.
Así como les dijo se marcharon muy asustados, unos simples humanos no podrían hacer nada contra él, un humano lo intento, pero perdió, Saúl no pudo con él.
Unos reporteros de noticias transmitieron la escena en vivo y en directo.
—Ahí está tu "héroe" —dijo el comandante Ryan mirando a Atlanta—. Aquél que dices que es buena persona.
Atlanta estaba anonadada, no podía creer lo que estaba viendo, había puesto sus esperanzas en Vincent, se sentía totalmente decepcionada.
—Ese no...no es...él— balbuceaba Atlanta aún incrédula.
—No perdamos el tiempo —comenzó el comandante— Ahora que todos saben cómo es realmente debemos capturarlo, las personas no se opondrán a nosotros.
Miró por breves segundos con pena a su agente.
—Todos prepárense debemos atrapar a ese asesino —exclamó y rápidamente los demás agentes se marcharon del lugar para prepararse e ir a capturar a Vincent.
Kren regresó al subterráneo al ver que había concluido perfectamente su plan.
—¿Ya despertó? —preguntó Kren volviendo su apariencia a la normalidad.
—¡No señor aún no! —contestó Andróx y acto seguido le pellizco la oreja derecha a Vincent que de a poco se estaba despertando, abría sus ojos lentamente, cuándo los abrió por completo intentó escapar.
—¡Suéltenme! —exclamó muy fuerte mandando a todos a volar con su telepatía. Él se soltó enseguida rompiendo las cadenas que lo apresaban y con su súper velocidad golpeó a todos en repetidas ocasiones.
Cuándo Kren, Andróx, Lobo y los demás guerreros cayeron al suelo, él se percató que había mucha sangre en la entrada del subterráneo.
Vincent no podía creer lo que estaba sucediendo y salió por completo del subterráneo para comprobar que nadie más había muerto.
—¡Señor se escapa! —mencionó Lobo cuándo lo vio partir.
—Tranquilo, el resto ya lo harán los humanos de afuera, mi plan ya funcionó —contestó Kren sonriendo.
Al salir se dio cuenta que una mujer que estaba sentada en el suelo tenía sangre en su pie y se acercó a ella para ayudarla.
—¿Cómo estás, qué te pasó? —preguntó Vincent amablemente. Las personas al verlo nuevamente comenzaron a huir y a gritar por el temor que sentían con solo su presencia.
La mujer también estaba muy herida y se iba alejando de él poco a poco, cojeando iba escapando de él.
—¿Por qué huyen todos? —preguntó Vincent aún sin saber que pasaba realmente.
—¡Todavía preguntas! —exclamó la mujer enojada—. Tú mataste a esos policías, tú no eres un héroe, eres un asesino.
—¿Asesino yo? —inquirió extrañado Vincent.
—Sí, tú eres un asesino, nunca debimos haberte llamado nuestro héroe —gritó un hombre de edad avanzada.
—Mi niño te veía como un héroe —agregó otro hombre abrazando muy fuerte a su pequeño hijo—. Nunca había visto un héroe en la vida real pero cuando vio tus hazañas creyó en ti pero ya no más, fuiste una decepción.
Las personas se reunieron y comenzaron a lanzarle botellas, piedras y demás objetos. La nueva actitud que vieron en Vincent les dio la fortaleza de combatirlo, sintieron que su sed de sangre se había ido.
—¡Yo no he matado a nadie! —se defendió Vincent, pero sus palabras no fueron escuchadas, las personas cada vez más le lanzaban objetos.
El retrocedía y empezó a leer la mente de los demás, todos los querían verlo lejos, ya no lo querían, lo aborrecían y eso se podía evidenciar claramente. Se sintió triste y no supo cómo más defenderse hasta que finalmente partió a gran velocidad del lugar.
Mientras huía no podía evitar que escasas gotas de lágrimas brotaran de sus ojos, se sentía muy mal consigo mismo.
Al final se detuvo en un gran bosque solitario.
Él sentía tristeza, rabia e impotencia, no podía creer que hace días atrás a él las personas lo querían y ahora ya lo detestaban.
—¡No puede ser! —gritó muy fuerte y esta vez lloró muy fuerte también, las lágrimas no dejaban de brotar de sus ojos—. ¿Por qué?
Lo que más le dolía fue ver como lo trataron, sentir el desprecio de tantas personas, pensar que cuándo todo estaba marchando muy bien en su vida, de un momento a otro todo se derrumbe.
Comenzó a recordar a sus padres y a su mejor amigo Ken, en ese momento se sentía más solo que nunca, pero una luz extraña le llamó la atención, esta luz se acercó a él posándose sobre las palmas de sus manos y luego sintió mucho cansancio tanto así que cerró sus ojos, cuando los abrió se encontró con dos personas, el primero era un hombre de piel morena, muy alto que vestía de forma medieval y la otra era una mujer pelinegra que usaba vestimenta antigua pero no más antigua que del hombre que estaba a su lado.
—¿Quiénes son ustedes y en dónde estoy? —preguntó mirando al rededor. No sabía en qué lugar estaba, todo al rededor era de color naranja y el suelo parecían nubes naranjas.
—¡Hola Vincent, yo soy Violet! —lo saludó la mujer—. Y él es Vinicio, es un gusto para nosotros finalmente poder hablar contigo de esta manera.
—¿Violet y Vinicio? —preguntó asombrado y sin saber nada al respecto.
—¿Cómo saben mi nombre? —interrogó él— Díganme, ¿en dónde estoy?
—Estamos en tú conciencia —respondió Vinicio abriendo sus manos— ¿En dónde más podríamos estar?
—¡No sé tú dímelo! —contestó sarcásticamente Vincent.
—¡Que gracioso eres! —mencionó Violet sonriente, Vincent solamente ignoró su comentario.
—¿Mi conciencia? —Vincent arrugó su frente— ¿Qué hacen ustedes en mi conciencia?
Vincent se acercó a ellos.
—¿No nos recuerdas? —preguntó la mujer sonriente.
—Creo que no, creo.
—¿Nuestras voces no te resultan familiares? —preguntó Vinicio sonriente también al igual que Violet.
—Sus voces, sus voces... —dijo Vincent llevando sus manos a su mejilla—. Ahora, ya los recuerdo...ustedes son los que estaban en mis sueños y a veces en pesadillas.
Vincent extrañamente se emocionó al recordarlos.
—Y también recuerdo que no me dejaste matar al extraterrestre —manifestó Vincent apuntando a la mujer con su dedo índice—. ¿Por qué están en mi conciencia?, explíquenme porque no entiendo nada.
Violet apartó el dedo índice de Vincent que solo frunció el ceño.
—La única razón por la que estamos en tu conciencia es porque somos tus antepasados y estamos para ayudarte —contestó Violet y luego habló Vinicio.
—Nosotros despejaremos todas tus dudas y sabrás porque eres más especial de lo crees Vincent Meller...
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