2. Recuerdos del pasado

—¡Señor Wilson! —exclamó la agente Estrada.

—¿Sí agente Estrada?  —preguntó él Capitán Wilson mirándola.

—¿Por qué aún quiere capturarlo? — preguntó la agente de cabello rizado.

—¡Sigues con éso agente Estrada! Él cree que ha dominado sus poderes pero no es así, debemos investigar todo acerca de él, sus poderes se pueden salir de control y lo que quiero es controlarlo —le respondió él capitán.

—Pero... pero —comentó la agente pero fue interrumpida por su comandante.

—Basta de preguntas agente —mencionó el comandante interrumpiendo a la agente.

Y así finalizó la conversación de ambos.




En la tarde del día siguiente Vincent estaba usando su telequinesis para entrenar, atraía grandes rocas hacía él y cuándo ya estaban lo suficiente cerca, las rompía usando su gran fuerza.

Mientras el entrenaba iba recordando cuándo obtuvo sus poderes cada cinco años.

Enero del  año 2000:

Cuándo Vincent  apenas tenía cinco años de edad descubrió o se despertó su primer poder que fue la "Telequinesis".

En una mañana Vincent y su mejor amigo Ken estaban jugando con sus carritos en el patio de la casa de sus padres.

—Ya regreso quédense aquí —les decía la Mamá de Vincent a él y a Ken.

Ella se fue dejando a los niños solos en el patio por un momento, estaba tan ocupada que decidió dejarlos jugando.

—¡Mira! Allá hay un juguete —Ken decía señalando aquél juguete viejo que se encontraba en la rama de un árbol, él cuál era un juguete de Superman con la capa algo rota.

Vincent dejó su carrito y miró el juguete que se encontraba en el árbol.

—Ven vamos —le dijo Ken levantándose.

Vincent se levantó de igual manera, imitando el accionar de su mejor amigo.

Ellos intentaban atrapar el juguete, pero no alcanzaban ni saltando, no con sus estaturas.

—No podemos —comentó el pequeño Vincent, un poco triste, queriendo rendirse.

—¿Y ahora? —preguntó Ken un poco desánimado.

—Llamemos a mi Mami para que nos baje a Superman —comentó su idea el pequeño Vincent.

—¡Sí!  —afirmó Ken—Nosotros no podemos.

Los dos pequeños ya se regresaban para sentarse pero el viento sopló muy fuerte en ese momento que el Superman de juguete cayó del árbol, Vincent levantó su mano para intentar agarrarlo.

Aunque no llegó a atraparlo no lo dejó caer, ya que aquél juguete flotaba y se movía en el aire al mismo tiempo que Vincent movía su mano derecha y cómo arte de magia Vincent atrajo el juguete hacía él y al final aquella figura de acción cayó en la palma de su mano.

—¡Wow! ¿Cómo hiciste éso? —interrogó el pequeño Ken totalmente asombrado.

—Haciéndolo —contestó Vincent con una gran sonrisa—Lo hice igual cómo mi papi.




—¡Hey niños! ¿Qué hacen por allá?   —dijo la mamá de Vincent que acababa de llegar— Les dije que no se movieran.

—Mami hice lo mismo que mi padre —decía Vincent muy emocionado saltando una y otra vez.

—¡Sí! Vincent tiene súper poderes —dijo Ken después de que Vincent hablara.— Vincent será un superhéroe.

—¿Qué cosa niños? —preguntó la Mamá intrigada y al mismo tiempo desentendida.

—Sí mira Mami —Vincent lanzó el juguete pero antes de que llegara al suelo él lo detuvo en el aire con su telequinesis, dejando así totalmente asombrada a su madre. Ella no dijo nada porque quedó estupefacta.





Febrero del año 2000:

—Te dije que no usaras tu poder en frente de los demás niños —el padre de Vincent lo regañaba mientras conducía su auto.

—Pero...papi a mí me gusta —el pequeño Vincent lloraba mientras se cubría su cara. Se secaba sus lágrimas.

—Vincent entiende... —comentó el hombre que ya presentaba una que otras cana en su cabello— Porque te amo te digo esto, no le muestres eso a nadie más, el resto no te comprenderá.

Luego de regañarlo le dio un tierno beso en la frente y al final lo abrazó. Al mismo tiempo que su padre lo abrazaba su madre de brazos cruzados los veía desde una puerta.







Mientras el pequeño Vincent dormía sus padres hablaban acerca de su poder. Vincent siempre era su tema de conservación nocturno.

—Ya no te pongas molesto Richard —exclamó la madre de Vincent—Él me dijo que usó su poder sin que nadie se diera cuenta.

—¡Sí ya lo sé! —respondió Richard elevando un poco su tono de voz— Pero igual, él no debe exponerse ante los demás.

Ambos estaban preocupados por su hijo, después de todo Vincent era lo único que más querían en la vida.

—Recuerda que ni siquiera ya sabes quién puede saber de esto —dijo Richard mirando a su esposa a los ojos.— Si lo saben, lo estudiarían, le harían pruebas de todo tipo y tantas vainas más.

—¡Sí mi amor! Por ahora debemos mantenerlo oculto y cuándo podamos nos retiramos de ese lugar —agregó su esposa, llamada Angela.

—Sí éso sería lo más apropiado —finalizó la conversación Richard. Ambos se dieron un beso y luego se quedaron dormidos.






Enero del 2005:

Cuándo Vincent tenía díez años de edad descubrió o se despertó su segundo poder, él cuál fue la "Telepatía".

En la noche la madre de Vincent ya lo estaba arropando y le daba el beso de las "buenas noches".

—Bueno mi amor hasta mañana —dijo su madre y luego le dio un beso más en la frente.

—Hasta mañana mami que descanses — respondió Vincent ezbozando una tierna sonrisa.

—Que descanses mi niño —comentó ella antes de apagar la luz del cuarto de Vincent.

Cuándo su madre cerró la puerta, Vincent cerró sus ojos para dormir inmediatamente, él había tenido un día agotador pero pasaron unos veinticuatro minutos desde que Vincent dormía y algo extraño sucedió.

"No","¿qué hago", "yo me quedo con ella" "no quiero morir", "ayuda","¿por qué me pasa esto a mí?","¡Quiero morir!","qe buen..."  y muchos pensamientos más que Vincent podía escuchar en su cabeza y no sabía porque pasaba eso.

—¡Ah! —gritó muy fuerte Vincent, cuándo todas ésas voces aumentaban. El pequeño no podía procesar nada, eran tantas voces que se le hacía muy difícil entenderlas todas.

Comenzó a sentir fuertes dolores de cabeza.

—¡Mamá! —gritó muy fuerte cogiendose la cabeza.

Sus padres llegaron lo más rápido posible. Del dolor que sentía se manifestaba su otro poder, su telequinesis se salió de control, las cosas de su habitación se elevaban en el aire además de que rodaban de un lado a otro.

—¡Vincent! ¿Qué pasa? —dijeron al unísono sus padres muy preocuparos por él.

—Las voces—contestó Vincent agarrando esta vez sus propios cabellos con fuerza.

—¿Qué voces? —preguntó Richard mirando a su hijo en todo momento.

—Escu...escucho muchas voces en mi cabeza...como si fueran pensamientos de muchas personas... —Vincent gritaba.

—¿Voces? —Angela miró a su esposo con preocupación, sabía que su hijo no estaba loco y que más bien podría ser la manifestación de un poder más para él.

—Telepatía —susurró ella de inmediato.

—¿Otro poder más? —Richard estaba desconcertado, desconocía por completo de donde salían los poderes de su hijo.

Inmediatamente él miró a su esposa. Después de eso Vincent quedó inconsciente.

—Vincent —repetían sus padres una y otra vez. Ambos fueron a socorrerlo cuándo todos los objetos que habían estado flotando cayeron al suelo.





Septiembre del 2005:

—Bien hijo sigamos... —Richard miraba miraba fijamente a su hijo. Él estaba acuclillado para que sus cabezas estuvieran en un nivel más cercano.

—Ok —contestó Vincent.

—Ahora quiero que uses tu telepatía para que sepas que es lo que pienso —indicó Richard— ¿Entendido?

—¡Sí! —Vincent se mostraba más confiado a la hora de su hora su telepatía.

Vincent miró fijamente a su padre, el fruncia el ceño mientras lo hacía.

—Concentrate más —comentó su padre.

Vincent simplemente asintió, el pequeño intentó otra vez, pero en esa ocasión puso sus dedos índice y medio en su sien derecha para lograrlo. Vincent sonrió y fue ahí cuándo su padre entendió que sí había logrado escuchar lo que el pensaba.

—¿Y bien? —inquirió Richard—Dime que fue lo pensaba.

"Te quiero más que a mi vida", éso era lo que pensabas papi —Vincent corrió a los brazos de sus padres.

—Exacto hijo mío —comentó su padre riendo y abrazándolo.

—Ey, ¿de qué me perdí mis príncipes hermosos? —Angela llegaba a su casa— ¡Buenas tardes!

—Ya controlo la telepatía —dijo muy emocionado Vincent corriendo a abrazarla.

—¡Oh! ¿Enserio mi vida? —exclamó Angela dándole un beso en la frente después de dejar su cartera en un sillón— ¡Que emoción...celebremos!

Vincent recordaba los momentos en que descubrió sus poderes y también los momentos en que sus padres estuvieron ahí para apoyarlo, pero así mismo recordaba que toda la tragedia que le tocó vivir después.

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