—No Harry, cuándo decidí crear tu equipo lo hice para que se encarguen de casos más oscuros, de casos privados, extraños y místicos, no para estos casos de orden público... — contestaba el comandante mientras se colocaba de pie.

—Pero mi equipo acabaría con Carlos y sus hombres fácilmente —dijo Monje tratando de no sonar arrogante.— Y lo sabes.

Arqueó una ceja, demostraba mucha seguridad y sobre todo confianza en su equipo.

—Sí, pero esto no es para ustedes... de hecho tengo una misión para ti y tú equipo... —mencionó el comandante.

Luego se dirigió hacía un lugar en dónde estaban unos cajones metálicos que guardaban muchas carpetas de cartón.

—Claro...cómo ya tienes un nuevo favorito... —dijo por lo bajo Harry, simulando estar celoso, algo que no le salió muy bien, se notó muy fingido.

—¿Favorito? —preguntó el comandante dubitativo—¿Cuál favorito?

—Ese sujeto que nos pediste que atrapemos hace tres años... ¿Cómo le decían? —contestó Harry mientras observaba como el comandante sacaba unas carpetas de uno de los cajones metálicos.— Objetivo V143, parece que así se llamaba...sinceramente no recuerdo bien.

—No es mi favorito, sí ni siquiera trabaja para la SDCA, de hecho aún tratamos de capturarlo.

El comandante de todas las carpetas que sacó, dejó una en especial y el resto las guardó nuevamente en un casillero.

—¿Aún siguen tratando de cazarlo? —preguntó con asombro Harry el monje— Déjalo en paz, él no es malo.

—¿Cómo sabes qué no es malo? —respondió con una pregunta el comandante Ryan— Él ha hecho cosas muy malas antes...acaso olvidas el incidente del dolor de cabeza mundial...eso fue fatal...entre otras cosas cómo matar a mis agentes.

—Eso quedó en el pasado y yo sé que él es bueno —dijo Harry mirando a los ojos a su amigo y también jefe.— Tengo un amigo que lo conoce y sí él dice que es una buena persona es porque lo es, yo le creo. —exclamó Harry defendiendo a Vincent.

—No importa sí un amigo tuyo dice que es bueno o no, él tiene que demostrarlo... y que quiera hacerse él buen samaritano salvando a un avión o defendiendo gente de un extraterrestre no significa que sea bueno, puede ser que quiera aparentar ser bueno... —comentó el comandante mientras abría la carpeta.

Harry iba a decir algo más pero el comandante se le adelantó y no le dio oportunidad de hablar.

—Mira Harry, esta es tú misión.

El comandante Ryan le enseñó las novedades del caso, Harry se quedó en silencio al ver que el caso parecía extraño e interesante.

—¿Esto ha estado ocurriendo desde hace un mes y tu aún no me has dicho nada? —se quejó el Monje mostrando sus cejas arqueadas, expresando clara molestia.

—No me culpes, ni yo sabía —alegó el comandante en su defensa— Pero te lo encargo a ti y a tu equipo.

Harry aceptó la misión, luego de hablar unas cuantas cosas más con el comandante Ryan se marchó y rápidamente se contactó con los integrantes de su equipo, con los Agentes Oscuros.

—Señor no sé lo que realmente está pasando con el Dr. Kren pero sé que no es algo bueno para nosotros... —decía uno de los guerreros a Calavera.

Todos los guerreros del caos ya se encontraban en su escondite.

—Haz lo que quieras Jim, luego no te arrepientas... —contestó Calavera bajando el tono de su voz.

El guerrero del caos decidió ir a espiar al doctor en el laboratorio personalizado que para su suerte este tenía la puerta semi abierta.

Él aprovechó y entró de forma sigilosa, no quería que el doctor Kren lo descubra y más al ver sus increíbles habilidades en batalla, sabía que si lo veía le iba a dar una buena paliza y no quería eso.

Cuándo finalmente entró pudo observar armas y todo tipo de objetos extraños de tipo tecnológico pero de una apariencia similar al de su bastón.

Mientras seguía observando las cosas del laboratorio, escuchó un ruido, él continuó caminando para escuchar más de cerca, cuando se acercó lo suficiente se dio cuenta que quién hablaba era el Dr. Kren.

—¡Ya estoy cansado de usar esta apariencia humana! —exclamó Kren abrumado— Me siento mejor estando con mi verdadera forma.

El doctor miraba sus brazos, estiraba su piel y luego agarró un pequeño espejo con el cual mirarse para luego estirar un poco la piel de sus mejillas.

—¿Qué? —exclamó Jim alzando su tono de voz. Algo grave debido a que el doctor pudo escucharlo con facilidad ya que rápidamente fue hacia el origen del ruido.

A pesar de que caminó a toda prisa no pudo encontrar a nadie porque el guerrero del caos que lo espiaba había podido salir a tiempo del laboratorio.

Ya en el departamento de Sara, Vincent se encontraba sentado en el sofá de la sala observando la televisión o más bien cambiando de canal cada dos segundos, no encontraba nada bueno o llamativo para él.

Las películas de terror o acción que transmitían en la mayoría de los canales ya se las había visto y además no era muy fan de ver una película por segunda vez, al menos que sea una que le haya gustado mucho.

—¿Cómo te fue con el ser de dos caras? —preguntó Sara cuando caminaba por la sala de su departamento, ella salía en pijama de su baño. Con un short de tela y una blusa de tiras, ambas de color rosa.

Vincent quedó sorprendido al verla así.

Rápidamente Sara notó la expresión de sorpresa en la cara de su acompañante.

—¿Qué pasó? —preguntó Sara— ¿Acaso es porque salí así?, si quieres mejor me cambio.

Al terminar de hablar se dispuso a ir a su cuarto a cambiarse de ropa.

—No, perdón, si estás cómoda así...quédate así —exclamó Vincent haciendo que Sara se detenga.

La rubia simplemente asintió y terminó aceptando lo dicho por Vincent. Ella fue a sentarse en el sillón también.

—Bueno con respecto a tu pregunta de hace rato, no me fue también... él sigue creyendo que soy malo porque no lo ayudé, además me derrotó y pudo escapar... —Vincent respondió la pregunta que Sara le había hecho momentos atrás.

—¿De veras? —preguntó Sara extrañada— ¿Acaso es muy fuerte?

—No tanto, de hecho no sé porque aún no puedo derrotarlo... —contestó Vincent rascándose el cabello— Pero ya encontraré la manera...

Calavera Mortal estaba de pie frente a un mesa pequeña de metal, sobre la mesa estaba una de sus espadas laser, agarró el mango de la espada, estuvo revisándolo constantemente por si tuviera alguna falla, para informarle al doctor Kren, después de todo él era el más capaz para arreglar la espada.

Dejó la espada en la mesa cuando vio que Jim

—Oye tú... ven acá —Calavera Mortal lo llamó cuando lo vio pasar frente a él.

El guerrero del caos fue dónde su jefe inmediatamente.

—¿Para qué me llamaba señor? —preguntó Jim cuando llegó donde él.

—El Dr. Kren me ha informado que alguien a husmeado en su laboratorio... y ahora que lo recuerdo tú me dijiste que no confiabas en él, que algo ocultaba... —mencionó Calavera Mortal mientras no lo dejaba de mirar fijamente.— ¿No habrás sido tú o sí?

El guerrero del caos comenzó a sudar de repente y se quedó callado por unos segundos.

—No señor como cree...seguro fue alguien más —fue lo primero que se le ocurrió, trató de disimular no tener idea alguna— Bueno señor, ahora me retiro ya que recordé que el mismo Dr. Kren me dijo que necesitaba que le llevara unas cosas...con permiso.

Jim estaba mintiendo claramente para poder zafarse lo más pronto posible.

Calavera Mortal no le dijo nada, tan solo dejó que se marchará.

Mientras caminaba por todos lados, Jim estaba atento y en alerta para no ser visto por el Dr. Kren pero un compañero suyo se le acercó.

—Jim él Dr.Kren te anda buscando —le informó.

—¿Y ahora qué querrá? —se preguntó mentalmente Jim.

—¿Para qué? —preguntó Jim asombrado.

—Para que le lleves, las cosas que te pidió... —respondió su compañero, el cual tenía una expresión rara en su mirada, como si estuviera mirando fijamente a Jim y a la vez estuviera divagando en sus pensamientos.— Me dijo que vayas a su laboratorio en este momento.

Jim quedó muy sorprendido y a la vez asustado puesto que la idea de "tener que llevarle unas cosas" era solo una mentira además de que en ese momento no estaba el doctor para que lo escuchara.

Tantas cosas se le formularon en su mente, muchas interrogantes se hizo mentalmente:

¿Cómo es posible qué el supiera de eso?

¿Acaso él Dr. Kren ocultaba más cosas de las que aparentaba?

¿Quién es el Dr. Kren en realidad

Jim decidió no ir y huir rápidamente del lugar debido a que se había dado cuenta que entrometerse con el doctor Kren era realmente peligroso, ya no le importaba ser parte de los guerreros del caos.

Corrió a toda prisa y se marchó de la guarida.

Mientras huía no se dio cuenta de que el Dr. Kren apareció frente a él, Jim chocó su frente contra el pecho del doctor.

—Ven, tenemos muchas cosas de que hablar... —mencionó el doctor sonriendo con malicia.

Un miedo irracional invadió a Jim que no tuvo otra medida que darle una patada en la entrepierna que lo hizo caer de rodillas al instante. .

Los guerreros del caos que estaban vigilando la entrada se sorprendieron al ver la actitud de su compañero.

—Tranquilos yo iré a hablar con él —dijo Kren sonriente mientras terminaba de levantarse.

Los demás guerreros movieron sus cabezas en aprobación ya que por el simple hecho de que su jefe confiara en él, ellos también confiaban.

—Debo escapar, debo escapar —decía en voz baja Jim al escapar por el bosque en la noche lluviosa.

No paraba de correr, entre resbalones el seguía corriendo, no le importaba perderse entre los arbustos, tan solo quería estar lejos.

—¡No escaparás! —exclamó el doctor quién apreció frente a él de manera muy rápida ya que había llegado volando.

—¿Qué, cómo es posible? —preguntó con miedo Jim, del susto caminó para atrás.

—No tengo tiempo de explicarte, debo matarte inmediatamente —contestó Kren mientras cambiaba su apariencia humana a su forma verdadera.

—¿Qué? —expresó dando tres pasos más hacia atrás— Tú eres el extraterrestre que anda atacando la ciudad.— Dijo cuándo recordó haberlo visto en las noticias.

—Sí y tú estás interfiriendo en mis planes —confesó Kren mientras estiraba sus brazos y con ellos atrapaba el cuerpo de Jim.— ¡No dejaré que lo arruines, mi plan no puede fallar!

Mientras más lo apretaba a Jim se le hacía muy difícil respirar sin embargo Kren continuó apretándolo hasta que finalmente el cuerpo de Jim no aguantó más y explotó.