17. Liberado
Los guerreros del caos continuaban infiltrándose en las instalaciones de la SDCA solo para liberar a todos los villanos que estaban en el subterráneo.
—¡No dejen que sigan entrando más guerreros del caos! —ordenó el comandante Ryan levantando el tono de su voz— Debemos derrotarlos aquí afuera.
El comandante disparaba a todos lados para detener a los guerreros del caos que solo tenían en mente invadir a la Sociedad Defensora Contra Amenazas.
Calavera Mortal se encontraba en su nave esperando llevarse con él a los villanos liberados para que se unan a su ejército y así poner en marcha su verdadero plan.
Mientras tanto el Dr. Kren apareció ante él con un bastón un tanto extraño que portaba en su mano derecha.
—Señor he creado un bastón eléctrico similar al arma que usa Atlanta, para poder pelear también —el doctor le enseñó el bastón.— Me resultará muy útil.
—No doctor no puedo perder a un elemento valioso como usted en... —contestó Calavera pero de forma extraña y a la vez repentina se calló y no supo que decir.
Comenzó a sentirse mareado de repente y al mismo tiempo parpadeaban sus ojos rápidamente.
—Está bien Dr. Kren vaya y demuestre que sabe pelear... —dijo después de dejar de tocar su cabeza, porque sus mareos habían cesado. Lo que le ocurrió lo hizo cambiar de opinión de forma muy rápida.
—¡Gracias señor! —agradeció el doctor y rápidamente fue hacía la puerta de la nave para ir a pelear.
Uno de los guerreros observó la escena y quedó sorprendido al haber cómo había actuado su jefe, él sabía que algo raro estaba pasando.
Cuándo el doctor Kren salió de la nave para pelear los demás guerreros quedaron sorprendidos al ver sus magníficas habilidades en el campo de batalla, acababa con suma facilidad con la mayoría de sus adversarios los cuales eran agentes de la SDCA, con su bastón lanzaba potentes rayos que desestabilizaban a sus enemigos, además se protegía de las ataques al girar el bastón con una increíble velocidad.
Al ver su apariencia podría parecer no más que un débil científico sabelotodo pero al pelear demostraba todo lo contrario.
Los agentes de la SDCA caían uno a uno fácilmente al pelear con él.
—¿Quién es ese sujeto? —preguntó el comandante con asombro.
—Aún no lo sé —contestó la agente Estrada por su intercomunicador.— Pero en eso estoy.
—Agente Estrada investigue más tarde, ahora venga para acá necesitamos más agentes con su rango y habilidades acá afuera —le ordenó el comandante.
—Si ve señor, yo le dije que llamara a los Agentes Oscuros —contestó la agente mientras se dirigía rápidamente hacía el campo de batalla.— Si les decimos que es una emergencia acabarían con sus misiones o sus ocupaciones lo más rápido posible.
—Basta de sermones agente Estrada, esos sujetos son muy impredecibles.
—Doctor ya quiero ir a pelear... —exclamó Cyrock con ahínco— ¿Seguro que aún no estoy listo?
—No Cyrock —negó el doctor Barker— Aún no estás en condiciones óptimas para estar en el campo de batalla, que se llenara de líquidos parte de tus sistemas eléctricos es el menor de tus problemas...tranquilo que cuándo estés listo la mayoría de los líquidos no te volverán a afectar—. Le explicaba el Dr. Barker mientras agarraba un tornillo de gran tamaño.
—¿Y ese tornillo? —cuestionó Cyrock con un nerviosismo evidente— ¿En dónde me pondrá ese tornillo doctor.
—No pregunte mejor —respondió el Dr. Barker.
El comandante decidió ir hacía la nave de Calavera Mortal acompañado de varios agentes además de la agente Estrada, pero un número considerable de guerreros del caos aparecieron frente a ellos para impedir que ingresen a la nave.
Calavera Mortal simplemente observaba la escena con seriedad y a la vez analizaba todo.
—Estén listos por si logran ingresar esos inadaptados —exclamó Calavera de forma seria.
Mientras tanto en la parte subterránea de la Sociedad Defensora Contra Amenazas los guerreros del caos estaban intentando abrir la enorme puerta pero al final lograron hacerlo con una gran explosión gracias a las bombas creadas por el Dr. Kren.
Los guardias del lugar en donde se llevó a cabo la explosión, los cuales resultaron ser solo cuatro, comenzaron a luchar para impedir que los invasores logren su cometido, pero al haber más enemigos tres de los guardias no pudieron vencer y cayeron muertos.
Mientras los guerreros del caos estaban dispuestos a acabar con el último de los guardias, la mayoría de los villanos que se encontraban mirando la escena desde el interior de sus celdas no paraban de gritar de felicidad, alentaban y apoyaban con fervor aquél acto.
—¡No me maten! —exclamaba por su vida el desdichado guardia quién se encontraba en el suelo arrastrándose con tal de salvar su vida.
—Mátenlo, mátenlo, mátenlo —gritaban una y otra vez en coro los apresados.
—¿Quieren que lo mate? —preguntó el guerrero del caos con una sonrisa en su rostro que se encontraba apuntando directamente la cabeza del guardia.
—¡Sí! —gritaron los villanos.
El guardia comenzó a sudar frío, quería llorar, tragaba saliva, no era para menos puesto que estaba a punto de ser asesinado así como el resto de sus compañeros, pero un fuerte grito hizo que todos se quedarán en silencio.
—¡Malditas ratas cállense ya! —gritó la bella Atlanta cuando acababa de llegar.
Los apresados rápidamente al verla comenzaron a silbar y a decirle muchas cosas.
"¡Atlanta!"
"Pero si es la diosa Atlanta"
"¿Qué hace esa hermosura aquí?"
"Ven a mi celda belleza, prometo que la pasaremos muy bien"
Esas y muchas cosas más le decían a la hermosa agente que tenía embobados a la mayoría de los aprehendidos.
—¡Cerdos! —musitó con repudio Atlanta.
Ella no lo pensó dos veces y rápidamente fue por los guerreros del caos para detenerlos, para ella no era difícil vencerlos y más con la ayuda de su tridente.
Los dejaba inmóviles por varios segundos usando descargas eléctricas que salían de su poderosa arma, ella estuvo derrotándolos fácilmente por unos breves minutos pero se detuvo cuándo se percató que alguien más llegaba al lugar.
—Hola chicos yo me encargaré de ella —dijo el Dr. Kren quien ya había logrado infiltrarse y por ende llegar al subterráneo.— Ustedes liberen a los villanos.
Los apresados al escuchar lo último se entusiasmaron y aplaudieron.
—¡No sé alegren mucho! —exclamó Atlanta.
El Dr. Kren lanzó su bastón eléctrico hacía Atlanta, pero ella creó un campo de fuerza con su tridente para protegerse. El bastón al estar en contacto con el campo de fuerza comenzó a vibrar de forma muy rápida, mientras más vibraba el campo de fuerza se estaba desvaneciendo.
A ella no le tocó más remedio que deshacerlo y esquivar el bastón.
El Dr. Kren decidió ir por su bastón para seguir peleando con Atlanta, pero ella pudo agarrarlo y tenerlo en sus manos mucho antes que su dueño, su objetivo era romperlo pero mejor decidió usarlo en contra del doctor pero no pudo manipularlo debido a que los botones y demás funciones eran muy diferentes, estaban en otro idioma, uno que ella no conocía.
—Eso es inútil nadie como tú puede manipular ese bastón, de hecho soy el único que puede hacerlo —confesó el doctor que al finalizar de hablar empezó a reírse a carcajadas.
—¡Al fin soy libre! —expresaba un villano de los que había sido liberado. Su aspecto era diferente al de la mayoría, tenía un gran tamaño, portaba mucho pelaje por todo su cuerpo, poseía una larga cabellera.
Su aspecto era como el de un animal salvaje.
—¿Qué? —fue lo primero que ella dijo— ¡Lobo!
Estaba muy asombrada pero aunque hablara en voz baja, lobo la había escuchado perfectamente por sus sentidos aumentados.
—¡Sí, Yo Lobo he sido liberado! —exclamó sonriente mientras movía las garras de sus manos como si estuviera listo para desgarrar algo.
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