16. ¿Qué oculta el Dr.Kren?

—Bien prepárense —empezó a hablar Calavera Mortal—Hoy en la noche comenzaremos con la fase dos de nuestro plan...debemos estar listos para no fallar.

—Sí —gritaron muy fuerte todos los guerreros del caos al unísono.

Mientras todos los guerreros comenzaron a preparar sus armas y demás armamentos, Rigo, el guerrero más apegado a Calavera Mortal aparte del Dr. Kren, se acercó a él.

—Señor ¿no cree usted que ese científico...llamado Kren es algo raro? —fue lo que le preguntó a su jefe.

—¿Raro? —preguntó Calavera— ¿En qué sentido te refieres?—.El hombre con la máscara de calavera estaba interesado en escuchar más—.Explícame mejor que no te entiendo

—Es como, si él ocultara algo, siento que tiene muchos secretos —respondió Rigo mirando a su jefe y luego miró de reojo al doctor de nombre Kren.— Se podría decir que es algo misterioso...no confío mucho en él.

—No —negó Calavera— Estás equivocado totalmente, no creo que tenga algo que ocultar...

Fue interrumpido por Rigo.

—¿Por qué siempre desaparece misteriosamente? —interrogó Rigo interrumpiendo a su jefe.

—No me interrumpas, que no se te olvide que yo soy tu jefe —gritó Calavera molesto con la imprudencia de Rigo— A él le gusta trabajar solo, por eso tiene su propio laboratorio y si tuviera algo que ocultar créeme que ya lo hubiera descubierto hace rato y deja el tema ya que tenemos que prepararnos para el nuevo ataque a la SDCA.




—Gracias por permitir quedarme en tu apartamento después de cómo te he tratado los últimos días, Sara —le agradecía Vincent con completa honestidad a la rubia camarera de "Tomorrow's coffe".

—No te preocupes Vincent, a veces las personas somos tan estúpidas que perdonamos aún después de tantas cosas... —dijo Sara cabizbaja y con tono triste.

—Cambia esa cara, debes alegrarte... mira te dije que hoy yo iba a preparar la cena —decía Vincent tratando de animar a la rubia mientras se dirigía hacia la mesa con dos platos, una en cada mano.

—No tenía idea de que cocinaras —exclamó Sara riendo mientras observaba su plato de comida.

—Sí claro que cocino...solo que me da pereza hacerlo —contestó Vincent mientras se sentaba para cenar.

Mientras los dos estaban comiendo no decían ni una sola palabra hasta que Sara decidió levantarse e ir por el control remoto de su televisor para prenderlo, ella normalmente no ve televisión pero para que el ambiente en ese momento no sea tan silencioso y tenso decidió prender la televisión, sabía que al menos así ya no habría un silencio incomodo al estar alado de Vincent, un hombre que solo lo conocía por ser uno de los clientes de su lugar de trabajo.

Mientras cambiaba de canal se dio cuenta que en uno de los canales de noticias estaban pasando un vídeo del enfrentamiento entre Vincent y el alíen azul.

—¿Pero qué? —miró la televisión asombrada— ¿Ese eres tú?, ¿cómo es posible?

Vincent volteó a mirar el televisor y no sabía que decir.

—Responde, ¿cómo haces eso? —lo interrogó mirándolo con una de sus cejas arqueadas— ¿Eres un extraterrestre?

De a poco Sara empezaba a retroceder debido a que estaba asustada.

—Tranquila Sara...no soy un extraterrestre... —dijo Vincent tratando de calmar a Sara mientras iba hacía ella lentamente.— O al menos eso creo.

—¿Pero cómo haces ese tipo de cosas? —indagó Sara mientras cogía una sartén para protegerse si algo le hacía Vincent.

Mientras retrocedía no se dio cuenta que detrás de ella estaba la escalera, por lo tanto tropezó pero Vincent no la dejó caer gracias a su telequinesis.

—Gra...gracias —fue lo único que dijo Sara, se puso nerviosa por su casi caída pero luego se mostró más serena.

—Tranquila no soy malo, sé que a veces soy un poco detestable pero al menos no me considero malo, aunque sé que he hecho cosas...cosas que podrían demostrar lo contrario pero en éstos últimos días he salvado a varias personas y me he dado cuenta que estoy errado al pensar que debo odiar a todos y no confiar en nadie... —expresaba Vincent cabizbajo.




Mientras tanto en la SDCA los agentes seguían reparando los pocos daños que quedaban del pasado enfrentamiento.

—¿Cómo te encuentras Cyrock, ya estás mejor? —le preguntaba Atlanta a su compañero.

—Un poco...el Dr. Barker me dijo que aún tiene que hacerme unos arreglos —contestó Cyrock quién se encontraba descansando en uno de los restaurantes de la SDCA.

—Recupérate pronto compañero —dijo Atlanta mientras se levantaba de la mesa y acto seguido se despidió.

—¿A dónde vas Atlanta? —preguntó Cyrock antes de que su compañera se marchara por completo.

—Pues, voy a seguir ayudando a los demás —respondió sonriente Atlanta, después dicho eso se marchó por completo.




—¿Ya encontró a alguien calificado para ocupar el puesto del Agente numero 9? —le preguntó el comandante Wilson a la agente Estrada.

—Negativo señor, hasta ahora ninguno de los demás agentes están calificados para ocupar tal puesto.

—¿Y ahora? —preguntó el comandante Wilson— No podemos quedarnos sin alguien que ocupe ese cargo—. Exclamó mientras miraba para arriba con los brazos cruzados, pensando a quién poner en el puesto número nueve.

—¿Por qué no dejamos que lo ocupe "Trylor" que ya se enfrentó contra los Agentes Oscuros? —le sugería la agente Estrada a su comandante— Harry me dijo que se lleva muy bien con él y además es muy fuerte.

—¿Qué? —exclamó el comandante— ¿Ese sujeto?

—Sí señor.

—Ese sujeto no, es de la misma calaña que el objetivo V143.

—Pero igual, aparte necesitamos a alguien con esos poderes —seguía insistiendo la agente Estrada— Tiene varios poderes, nos sería muy útil.

—No —negó rotundamente el comandante— Suficiente tenemos con Harry y su raro y variado grupo— respondió el comandante Wilson con el ceño fruncido.

—Pero si usted mismo los eligió —exclamó la agente Estrada frunciendo también.

—No se peleen, no hay que pensar tanto para ver quién puede ocupar ese puesto si yo puedo hacerlo —agregó el Dr. Barker cuando acababa de llegar y luego empezó a reírse a carcajadas.

El comandante Wilson y la agente Estrada al escucharlo voltearon a verlo.

—No me haga reír doctor —exclamaba el comandante riendo levemente— Aunque quizás podría serlo si se dedicara a entrenar.




Unas pocas horas después en las afueras de la SDCA los Guerreros del Caos se preparaban para atacar nuevamente a sus principales rivales.

Lo primero que hicieron fue empezar a disparar a los guardias de la Sociedad Defensora Contra Amenazas para llamar la atención, los guardias al percatarse de los guerreros del caos comenzaron a contraatacar e informaron inmediatamente a su comandante.

—Nuevamente Carlos —exclamó el comandante muy molesto cuándo se enteró del ataque.— Debemos tomar medidas, esta vez contraatacaremos y vamos con todo.

El comandante rápidamente mandó refuerzos.

—¡Yo también voy comandante! —emitió Atlanta mientras agarraba su tridente, pero se detuvo al escuchar lo que le dijo su comandante.

—No Atlanta para ti tengo otro tarea.




Cuándo finalmente el comandante llegó al lugar del enfrentamiento se pudo percatar de algo extraño.

—¡Qué raro! —expresó el comandante— Es como sí no pelearán en serio, ¿no será una trampa?

Mientras tanto los guerreros del caos se habían infiltrado en la SDCA y se dirigían a la sala en la que se encontraban todos los villanos encarcelados debido a que el plan de Calavera Mortal era liberarlos a todos.  

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