10. De vuelta al ruedo
Cyrock disparó a Vincent con su rayo láser de la palma de su mano para poder neutralizarlo, pero Vincent intentó escapar usando su súper velocidad pero falló, no pudo usar su poder porque aún seguía en el cuarto así que se agachó para esquivar el rayo.
—¿Qué inútil te sientes ahora sin tus grandiosos poderes verdad? —preguntó Cyrock burlándose de él.
—No grandulón, para nada —contestó Vincent con seguridad—Con o sin poderes yo puedo derrotarte.
El hombre que lo desató decidió atacar a Cyrock pero Atlanta interfirió.
—Aún no...tú pelearás conmigo —dijo Atlanta mientras lo atacaba con su tridente.
Atlanta y el guerrero del caos peleaban el uno contra el otro usando sus armas, pero aún con el sable láser el guerrero del caos no podía cortar aquél arma, contra el poderoso tridente de Atlanta.
"Tridente Silver", era el nombre que le había puesto el Dr. Barker y para él aquél tridente ha sido una de sus creaciones favoritas ya que se esmeró mucho en moldearlo. Después de casi cuatro días y medio pudo terminarlo, todo gracias a un metal raro, muy resistente llamado "zitorium".
—¿Por qué no lo puedo cortar? —preguntó intrigado el hombre que peleaba con Atlanta.
—La respuesta es fácil —dijo Atlanta sonriendo ligeramente—No puedes cortarlo porque mi tridente Silver está hecho de zitorium, así que es inútil tu sable láser.
El sable y el tridente chocaron entre sí varias veces, mientras peleaban Atlanta se alejó para lanzarle rayos de la punta de su tridente, el guerrero del caos intentó protegerse con su sable pero no pudo y cayó.
Mientras tanto Vincent se defendía de Cyrock lanzándole muchos objetos que encontraba en el cuarto, el trataba de salir del cuarto pero Cyrock no lo dejaba, el grandote trataba de evitar a toda costa que Vincent obtuviera de nuevo sus poderes, sabía que no sería algo muy bueno para él, pero probablemente perdería.
—No escaparás del cuarto —exclamó Cyrock preparando sus brazos para pegarle.
—Tienes miedo que te derrote usando mis poderes y por eso me tienes cautivo aquí —comentó Vincent mientras miraba la puerta para poder escapar.
—Tengo que salir de aquí o me dará una buena paliza —dijo por lo bajo Vincent mientras la desesperación entraba en su cuerpo.
Por un momento se quedó en silencio, aunque aquel momento no fue tan largo ni tan corto, pero fue suficiente para pensar en un plan y escapar.
Vincent le lanzó la camilla en la que él había estado acostado pero Cyrock la cortó en dos con su rayo láser, inmediatamente Vincent pudo ahuecar un suero que estaba cerca de una mesa de vidrio y sin pensarlo dos veces lo lanzó hacía Cyrock.
El agente de la SDCA se quedó paralizado por un momento ya que su cuerpo al entrar en contacto con el líquido del suero hizo que sus partes robóticas fallarán.
Vincent aprovechó eso y escapó.
—¡Atlan...Atlanta! —llamaba Cyrock a su compañera para que no deje escapar a su objetivo.
Atlanta inmediatamente decidió ir por Vincent pero el hombre con quién había peleado hace unos minutos agarró su tobillo.
—¡No escaparás! —exclamó el hombre agarrando con más fuerza el tobillo de Atlanta.
—¡Suéltame! —exclamó enojada Atlanta mirándolo con sus cejas encrespadas.
Al ver que no la soltaba decidió darle un nuevo choque eléctrico que lo dejó finalmente inconsciente y así Atlanta ganó su combate.
—Tranquilo Cyrock buscaré al Dr. Barker —dijo Atlanta cuando se acercó a su compañero.
—¡No..no..! —dijo Cyrock con su voz un poco distorsionada por el efecto del líquido en su sistema— Ve primero por V143.
Atlanta no dijo nada, tan solo asintió, ella rápidamente se fue en busca del doctor y de Vincent.
Como Vincent ya había escapado se tomó su tiempo para probar cada uno de sus poderes.
Usó la telequinesis para golpear con sus propias armas a los guerreros del caos. A otros los puso a dormir con su telepatía. Cuándo los agentes de la SDCA descubrieron que se había escapado decidieron ir a buscarlo con sus robots pero él usando su súper velocidad y súper fuerza los derrotó fácilmente.
A él no le costó más de cuatro minutos hacerlo.
—¡Al fin! —exclamó emocionado Vincent porque había recuperado todos sus poderes.
El comandante Wilson y Calavera Mortal continuaban peleando el uno al otro se habían cansado de pelear con arma y por lo tanto decidieron pelear cuerpo a cuerpo. Puñetazos iban y venían entre los dos, los golpes del comandante dolían más ya que tenía la ventaja de usar su brazo robótico.
El comandante le dio una patada a Calavera lanzándolo hacía una pared. Luego se acercó a él y lo agarró del cuello pero Calavera Mortal se defendió dándole una patada con sus zapatos metálicos en el abdomen bajo del comandante.
Calavera reía mientras veía como su ex jefe yacía dolorido en el suelo tocándose la zona afectada luego nuevamente agarró su sable láser dispuesto a acabar con la vida del comandante.
Calavera Mortal se acercaba lentamente a él porque quería disfrutar el momento.
—Al fin te mataré Ryan —decía Carlos mientras alzaba su sable para clavarlo en su cabeza— Lo que muchos deseaban hacer yo lo haré finalmente.
—¡No tan rápido! —anunció el Dr. Barker mientras se intentaba levantar.
—¿Y por qué aún no estás muerto? —Calavera estaba sorprendido así que decidió lanzarle el sable para matarlo de una vez por todas.
El doctor abrió un portal para tele transportar el sable, luego abrió otro portal del cuál salía el sable nuevamente en frente de su enemigo. Calavera Mortal intentó esquivarlos pero no pudo debido a que el sable impactó su clavícula, una vez más el doctor abrió otro portal pero esta vez detrás de Calavera tele transportándolo hacía otro lado.
—¿A..a dónde lo envió doctor? —interrogó el comandante Wilson aún dolorido.
—¡No sé! —respondió el Dr. Barker pero segundos después cayó desmayado.
—¿En dónde estoy? —preguntó Carlos mientras se quitaba el sable de su clavícula de un solo tirón.
Se tocó su clavícula con su mano derecha, con tanta sangre se manchó la palma de su mano. Para protegerse inmediatamente sacó un parche de uno de sus bolsillos traseros y se lo colocó en la herida.
El comenzó a observar el cuarto en donde estaba, habían muchas muestras de sangre, armas tecnológicas, entre otras cosas.
—¡Vaya! Al parecer estoy en el área de ciencias, creo que esto me puede servir —habló para sí mismo mientras agarraba una muestra de sangre de un tubo con la leyenda V143 y rápidamente recordó que era la muestra de sangre de Vincent.
Abrió con facilidad la tapa del tubo y mezcló tres gotas de un líquido azul que tenía en un frasco de vidrio pequeño con la muestra de sangre de Vincent y la cerró nuevamente al terminar de echar las gotas.
Una vez hecho eso salió de ahí inmediatamente llevándose dos armas de la SDCA.
Vincent pasaba por ahí a gran velocidad pero regresó debido a que la apariencia de Calavera Mortal le llamó mucho la atención.
—¡Hey!, tipo raro —dijo Vincent para llamar su atención— ¿Quién eres tú?
Vincent lo miró de pies a cabeza.
Calavera no dijo nada simplemente con su mano derecha sacaba un sable de forma sigilosa.
—Tú te me haces conocido —comentó Vincent tocándose su mentón tratando de recordar algo, luego la expresión de su rostro cambió.
—¡Ah! Eres tú Carlos —dijo cuándo lo reconoció— ¿Por qué estás vestido así?
—¿Qué? —preguntó sorprendido Calavera por haber sido descubierto tan rápido— ¿Cómo sabes que soy yo?
Carlos decidió no usar el sable hasta que sea el momento necesario.
—Fácil, recuerda... —contestó Vincent tocando su sien izquierda. Con ese gesto explicaba que gracias a su telepatía pudo saber quién era.
—Ya veo, bueno hasta luego, no tengo tiempo para pelear contigo —dijo Carlos despidiéndose— Al menos no por ahora...
—¿Qué? —Vincent se mostró asombrado ante las palabras de Carlos— Yo pensé que también te vengarías contra mí.
—No por ahora no, ya sucederá más después... —indicó Calavera pero fue interrumpido por un estruendo.
—¿Así que te uniste a Calavera Mortal? —Atlanta acababa de llegar— No creí que cayeras tan bajo, Vincent.
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