Capítulo 4 *Hechizo Del Pasado*

Los sirvientes les ayudaban con sus hacientos, ya saben, el correrles la silla al momento de que los comensales se sienten. Iban acomodando platos y cubiertos, hasta la pequeña servilleta se los colocaron en sus muslos.

Seiya e Ikki, al no estar acostumbrados a ese tipo de "servicio", no podían evitar estar algo incómodos, y puede que también tomarlo a chiste.

La reina, en cambio, veía inquieta al peliazul, y éste tampoco se dejaba ante la mirada de la monarca, puede que sea mujer, pero a él le daba lo mismo el género, su desprecio a los humanos era por igual, sin importar que sean mujeres. El rey de ratos, fulminaba a su esposa al ver los gestos que hacia con tal de molestar a ikki.

Él, a diferencia de su esposa, quería llevar toda aquella situación en paz, no le gustaban los pleitos, y no dudaría en corregir a su esposa si ésta intentaba pasarse de lista.

Tres mecereos se acercaron a cada pareja, en sus manos yacía las bandejas con la respectiva cena.

Seiya solo se inquieto al ver el contenido, más bien, ambos. Al momento de ser servido en cada plato.

—— Pájaro... —— sin evitar aquello, solo volteo a ver a su novio, al momento que le sirvieron lo mismo, el castaño solo veía espantado su plato. ——. Que delicia.—— seiya solo atinó verlo más espantado con la cara roja, una de sus características era que siempre le hallaba doble sentido a las cosas.

Y no fue el único, la reina y el príncipe igual vieron aquello de la pareja.

La verdad la pareja solo tenia ganas de vomitar por dos razones; la primera porque seiya era un ave, y comerce a uno de su misma "especie" para el sería tipo canibalismo. Y lo segundo, porque ikki no le gustaba comer a los animales, y peor si serian aves, es como si se comiera a seiya por accidente.

Pero por educación, o más bien porque no querían hacer quedar mal a shun, ambos tenían que sacrificarse. Sin embargo al ver los cubiertos puso mucho más nervioso a ikki.

—— ¿Hay algún problema? —— la reina se había percatado de aquello.

Seiya tomo un cubierto señalando lo obvio. —— es de hierro.

—— Majestad, usted es sencible a las flores y él lo es al hierro.

—— No tenía idea. —— al escuchar aquello Hilda solo atinó a burlarse internamente, aunque de poco sirvió ocultarlo. —— Retiren los. Haganlo ahora. —— su petición fue hecha por solo segundos, su sonrisa se engancho al ver aquella humillación, a hilda no le importaba si ikki era un hechicero, para ella solo era una escoria con alas. —— no te incomoda comer  con las manos ¿o si?

Ikki lo único que quería ahora era matarla, su paciencia se estaba acabando en cada provocación.

La pareja celebrada sintió la tención y  prefieren actuar antes de que todo se descontrole. —— estos días fueron bastante cálidos ¿no?

—— si, tienes razón.

Y eso no fue todo, el gato de la reina maullaba molestando a seiya, el pobre castaño trataba de calmarse, aun así seguía siendo parte ave, y ése es el platillo favorito de los gatos.

—— bueno, les tenemos un pequeño obsequio o Hyoga y shun. —— señaló el rey emocionado —— para celebrar su glorioso futuro juntos. —— ikki podría jurar que en algún momento quería quebrarse, y no para llorar, para él era un sentimiento un tanto extraño, tenía miedo y estaba ansioso,  ese sentimiento se hizo peor am ver como los sirvientes arrastraban una pequeña cuna de muy buena calidad.

Hilda suspiro risueña al verlo también. —— no puedo esperar a que haya un pequeño jugando por el castillo otra vez.

Hyoga solo sonrió viendo a su prometido, con aquel pequeño sonrojo por pa palabra "pequeño" pero, para ikki era una burla, sabía que esa mujer quería provocarlo y más al mencionar aquella palabra. —— ¿éste castillo?

—— si, claro. Aquí vivirán.

—— Oi que shun también tenía un castillo también. —— el rey ya sabia aquellas intenciones de su reina, para él no era buena la idea de que la pareja se quedara a vivir con ellos, no porque no los quería ahí, sino porque sabía que ambos necesitarían de su propia privacidad, y de su propio reino si shun ya tenía uno. No era para que abandonen.

La reina en cambio no quería perminitir, que ni su esposo, su rey, arruinara sus planes. —— por curiosidad ¿Cómo es que shun se volviera Rey del páramo?

—— lo nombre Rey.

—— su castillo es impresionante, tienen que verlo. —— hyoga igual veía las intenciones de su madre y no quería quedar más en mal delante de ikki.

—— si, pero supe que tiene otro castillo. —— esta vez su mirada se centro en el peli verde. —— ¿no es verdad?

—— madre...

—— El del páramo y uno abandonado, por su padre... —— fingió recordar el nombre viendo a ikki esta vez. Para el alado era delicado hablar de él. —— el Rey Radamantis ¿correcto?

—— ese castillo nunca fue mi hogar. —— respondió shun intentando relajar a ikki. —— se lo dimos al pueblo.

—— entonces, eres de echo un príncipe de verdad, aunque Radamantis haya muerto. —— ikki solo bajo la mirada, en apoyo seiya había tomado su mano por debajo de la mesa para apoyarlo, él igual sabía que aquella platica le estaba afectando mucho. La reina igual siguió con sus cuestionamientos. —— ¿lo mataron? ¿Cómo fue? ¿Falleció o lo mataron?

—— ambas cosas. —— respondio ikki al sentir la mirada de la reina en él, ella quería jugar, pues él podía jugar también.

—— Si, tienes razón, ha habido mucho calor. —— el rey y hyoga trataban de desviar el tema, pero la reina es más terca que una mula y siguió provocando al hechicero. Esta vez, metiéndose en lo personal.

—— porque recuerdo la historia de un bebé. Que le fue impuesto un hechizo qué la haría dormir... Y no despertar jamás. —— a diferencia de los demás, issac apoyaba la idea de su reina, él igual quería ver la verdadera cara de ikki.

—— ¿Encerio? ¿Quién haría algo tan terrible y cruel a una criatura inocente?

A la reina aquello la satisfaceo, estaba ganando.

—— bueno, existen muchos que abusan de los inocentes. —— ikki esta vez no iba a bajar la cabeza ante aquella acusación. —— imagino que los de tu clase lo entienden. —— aquello desconcertó al rey.

—— ¿Cómo que a los de mi clase?

—— se refiere a los humanos. —— sonrió al ver el rumbo que eso llevaba.

—— hay varias hadas desaparecidas. —— hyoga hablo para romper el ambiente pero el resultado fue igual. —— las capturan rufianes humanos.

—— nadie me lo había comentado.

—— al parecer alguien lo ordenó. —— camus por instinto vio a su esposa, y esta a su fiel sirviente. Shun coloco su mano en la de ikki al ver su aura salir.

—— suena como si acusaras al rey. —— atacó en defensa la reina. Hyoga trato de calmarla ante aquella conclusión. —— no, él no dijo eso...

—— pero, perdon... ¿Quién se robaría un hada?

Tal parecía que el Rey tenía la idea de que fue su esposa la responsable, e issac no se quedo callado para defender a su reina. —— Majestad debo reportar a dos campesinos, encontrados sin vida frente al páramo. —— vio desafiante al peliazul qué igual le devolvió la misma mirada. —— llevaban días desaparecidos.

—— entiendo...

—— si, es bastante claro... —— aquello se estaba desco trolando, seiya que tubo que soltar la mano de ikki al ver de nuevo al mismo gato que quería lastimarlo. —— hay fronteras abiertas pero los humanos no son bienvenidos ¿verdad?.

El castaño trataba disimuladamente arrear al felino. —— ¿Qué está insinuando exactamente, majestad? —— pregunto shun con respeto.

—— Que dentro del páramo hay gente inocente muriendo. Y a él le preocupan las hadas.

Escupió aquellas palabras, y no quedó así, el gato se acalanzo para intentar lastimar a seiya, e ikki se remató con el felino inmovilizandolo brutalmente con su poder. ——Controlen a su animal, o yo lo haré.

Con aquella acción issac intento desenfundar su espada, de no ser que hyoga estaba junto a él para detenerlo. La reina no admitiria que logró intimidarse. —— esperaría estar equivocada, juraría que nos amenazaste.

—— ¿y si lo estas?

—— ¿estar qué?

—— equivocada...

—— Hilda se acabó. —— Camus y shun regañaban a ambos por su comportamiento. Por petición de shun, ikki no tuvo más que soltar al gato, dejando que el pobre corriera por miedo. —— es un día de celebración.

—— tiene razón, perdónenme. No olvidemos el porque estamos aquí. —— para shun toda aquella tensión había acabado, más sin embargo la reina quería jugar su última carta. —— inicia una nueva vida para shun.

Solamente  ellos cuatro brindaron, ikki ya no estaba soportando aquello.

—— haz echo un admirable trabajo, ikki. Al ir contra tu naturaleza y criar a este niño... —— seiya quien tomaba de su copa para calmarse presintio a donde llevaba aquello.

—— en realidad, ambos lo criamos... —— Seiya trato de ayudar, pero agual fue ignorado.

—— pero ahora, shun conocerá el amor de una familia de verdad... —— todo aquello era como una flecha que se clavaba en su pecho con una torturosa lentitud. —— a un padre, a una madre de verdad. —— siguió la reina. —— esta noche, concidero a shun, mi hijo.

Y aquello solo fue el detonante qué despertó a ikki, sin importar ya nada, aventó su haciento con su aura, extendiendo sus grandes alas, apagando toda iluminación con éstas. Causando gritos debido a los sirvientes que había aventado y a issac llegar con sus soldados a enfrentarlo.

—— ¡Le abrimos nuestras puertas a un brujo! —— exclamó la reina.

El rey veía angustiado todo, issac ya estaba por atacar  a ikki, más el peliazul con solo un movimiento ya lo había mandado a volar, haciendo lo mismo con los otros soldados. Shun gritó para detenerlo.

—— ¡No ya basta!

—— ¡No existirá esta union! ¡No habrá ninguna boda!

Al igual que shun, hyoga trataba de calmarlo. La reina aun así siguió gritando. —— ¡debemos proteger al rey!

—— ikki, basta por favor. —— pedía camus con tranquilidad para no alterarlo más, de fondo la reina le expresaba su miedo, de pronto su rostro cambio a uno de dolor. —— ¿Qué estás haciendo...?

Camus cayó inconsciente al suelo, hyoga e Hilda lo socorrieron al verlo caer.

—— vamos a casa.

Shun veía confundido el desmayo del rey, hasta que hilda grito. —— es un hechizo ¡ikki ha hachizado al rey!

Eso dejo asustado a shun. —— ¿qué fue lo que hiciste?

—— yo no hice nada. Regresamos a casa. —— shun solo negó a su orden y fue al lado de hyoga sin importarle los gritos del peliazul. Seiya se levantó y fue al lado de su novio al verlo tomar su cayado. Éste por mas qué llamara al menor le era inútil. —— shun.

—- ¡haz qué despierte! —— pidió entre lagrimas, hyoga igual se lo pedía con su mirada. ——... Por favor...

Ikki no tenía porque hacerlo, además los guardias ya habían entrado al salón, lo único que hizo fue alzar vuelo, seiya de un salto también fue transformado en su forma de cuervo, y así ambos salieron rompiendo la ventana para escapar.

Sin saber que alguien ya los esperaba.

Sigfried estaba en una de las torres del castillo, con una ballesta y una bala de hierro. Apuntó y disparó logrando herir a ikki en el abdomen.

Ante aquello ikki se destabilizó en su vuelo, el hierro le quemaba por dentro, ocasionando soltar su cayado y que éste regrese a su forma original de antes, una rama inservible. Aquello afectó a seiya, tuvo descontrol en su transformación, haciendo que cayera en el gran jardín del castillo.

Sigfried vio como ikki cayó al río, con su corriente demasiado fuerte arrastró al alado, cayendo de la gran catarata.

Las cosas en el castillo no estaban del todo bien. Los soldados llevaban al rey para depositarlo en su cama. Shun no dejaba de culparse por lo ocurrido, mientras que Hilda solo envenenaba más a su gente.

—— un hechizo sobre el rey es un hechizo sobre el reino. Él solo deseaba la paz.

—— todo esto es mi culpa.

Shun fue abrazado por hyoga y la reina le acompaño para no culparlo. —— no tienes de que preocuparte, mi niño. Ikki es una amenaza, en especial para ti. —— aquello solo lo hacía mucho más culpable de lo que ya se sentía, y mucho más confundido por aquello. —— trataremos de protegerte.

—— talvez haya algo para Revertir el hechizo. —— hyoga hizo memoria y solo conocía un método. —— madre ¿y si le das un beso? —— aquello desconcertó a la reina y también a los sirvientes. Se negaba pero hyoga aun así le insistió. —— besalo, madre.

—— bien, lo haré. —— se sentó al lado de se esposo y acarició su cabello, se inclinó pero antes, sabiendo que no lo escucharía, hablo en un leve susurro. —— desde que me traicionaste con aquel brujo me haz dado asco, ¿querias amor? ¿Querías paz? Pues descansa en paz. —— apenas y rozó sus labios en él, aun así no ocurrió nada. Fingiendo tristeza volteo hacia su hijo. —— yo se los dije, esto no es un bello cuento.

Afuera Sigfried ya había acabado con su misión al ver como ikki cayó de la cascada, en el momento de casi retirarse algo peculiar llamó su atención.

Lo vio entrar fuertemente al agua, lo único que logro ver ikki, fue una silueta oscura con cabello largo, antes de sentir sus dedos rozar sus ojos y caer dormido.

Aquel ser salió volando a lo más alto del cielo para que las nubes cubran su  rastro, bajo la atenta mirada del rubio, sabía que aquello le iba a costar la vida al no completar su objetivo.

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