...y no reaccioné

¿Cómo puede ser? Si soy feminista...

No te voy a decir 'tranquila' porque ambas sabemos que no nos gusta que nos digan que nos tranquilicemos pero si, paciencia. Lamentablemente ser feminista no te brinda un escudo protector anti patriarcado ni tampoco una adrenalina que neutralice machitos físicamente pero si nos da un poder que a veces puede transformarse en dolor de cabeza (como todo): La deconstrucción.

Ahora bien, te preguntás...¿Cómo respondo a una tocada de culo con una deconstrucción? No es un truco de karate ni una llave de tai chi chuan pero te aseguro que va a ayudarte a que no te quedes quieta ni menos, callada.

Antes que nada volvamos a plantear la escena.

Estás bailando con tus amigas. Si. Viniste con ellas para estar con ellas.

'¿Por qué te cuesta tanto entenderlo?' Tenés ganas de preguntarle al que insistió para sacarte a bailar después de haberte negado tres veces pero por algún motivo que desconocés, aceptaste y terminaste bailando con él. Ya sabés que no te gusta y solo querés que alguna de las chicas te salve para dejar de escucharlo gritarte en el oído preguntándote cosas como tu nombre, tu carrera, y si tenés novio. Después de que te de tres vueltitas, lo suficiente como para no quedar mala onda y tampoco pasarte de imbécil, mirás con los ojos bien abiertos a la amiga que te tiende el brazo y después del empujón, te amarrás con fuerza a los cuerpos que te esperan a unos pasos del grupo masculino que como era de esperarse, intentó con todas.

Suspirás.

Te acordás que viniste con ellas, te reís, volvés a estirar los brazos y seguís bailando pero esta vez de verdad. Sin vueltitas ni pasitos de cuarteto y lo mejor de todo, sin manos que te aten a nadie. Libre en un espacio minúsculo y zapateando entre botellas de vidrio, evitas la cerveza que vuela entre ese grupo de muchachos que parece que no aguantan ni cinco minutos sin ser el centro de atención. Bueno.

Te acordás que mucho no importa porque al final ya sabías que el conjunto que usaste va derecho al lavarropas y tu pelo nido de humos y alcoholes varios, tiene una cita pendiente con la ducha. Sigamos que la noche es joven.

Pasan un tema de reguetón de esos que no podés no bailar y con tus amigas se ubican en círculo mientras gritan las letras de la canción. Frenas de golpe.

Tu cuerpo amaga y se inclina hacia adelante. ¿Fue una mano? No...imposible. Esas cosas solo te pasaban de más chica, en el pasado. Ya no...¿no?

Si. Te tocaron el culo y te lo tocaron sin tu consentimiento. Te das vuelta rápido pero solo ves muchos chicos bailando entre ellos y un gran espacio entre tu cuerpo y los suyos que siguen bailando como si nada hubiese pasado.

¿Cómo? ¿ellos? ¿por qué?

Las mismas preguntas que resonaron cuando Trump fue electo presidente, cuando el cantante de esa banda que antes te gustaba salió impune después de haber violado, cuando te tocaron de chica y no pudiste hacer más nada que acomodarte la pollera y sentirte culpable. La mierda más mierda de las mierdas, es decir el patriarcado. Esa es la respuesta a tus preguntas.

Tranquila no, pero paciencia. No te revuelques en recuerdos del mal, volvé al presente, en el que vas a hacer uso de tu poder: la deconstrucción.

Primero, planteate la situación como una regla de tres simple. Resumila a grandes rasgos. Es viernes y estás bailando con tus amigas. Pasaron esa canción que les gusta y te tocaron el culo. Si la relación indirectamente proporcional entonces vas al siguiente paso.

Dos. Razoná, escuchate y sentite. Qué te toquen el culo no es una reacción causal a nada más que machismo. Aunque tengas una pollera corta, un short, los pantalones más ajustados del mundo o una túnica de monja. Que te toquen sin tu consentimiento es violación de tu derecho a ser persona con derechos. ¿Más claro? NO PUEDEN TOCARTE SI NO QUERÉS. Ni tu tío, ni el viejo verde del subte, ni tu novio ni el machito del boliche.

Entonces ¿Cómo te sentís al respecto? ¿Violada? ¿Objetivizada? ¿Denigrada?

¿VOD? (una sigla que podemos usar para resumir estos sentimientos post abuso.)

Si la respuesta es si aunque sea a una sola de ellas entonces que no se piense más. Es momento de que la deconstrucción nos devuelva justicia.

Tres. Hay dos opciones. Una que no sepas quien te tocó, por ende, que no puedas hacer este paso. De ser así no te preocupes, el paso cuatro te espera con un moño.

Pero si pudiste ver a tu abusador gracias a tus reflejos de alta velocidad o si tus amigas ninjas lo vieron y te lo señalaron entonces no pierdas más tiempo.

Antes de las puteadas y de hacerle saber todo lo que esté en tu cabeza, preguntale el nombre. Te va a servir para el último paso. Después de eso, si te alcanza con solo afrontarlo o estás demasiado enojada como para esperar un par de segundos,

acercate sin pestañear y dale una paliza. Tanto física como oralmente, las dos sirven y juntas son la mejor combinación pero si no sos la menor de hermanos varones o nunca tuviste que irte a las manos para defenderte entonces quizá sea buena idea quedarte con la paliza oral y darle en donde más le duele al macho: su ego.

Siempre que lo cuestiones, lo acuses y le expreses tu desencantasco le va a doler.

Ahora bien, volvamos al contexto. Es viernes y saliste con amigas. Eso quiere decir que hay muchas grandes y varias posibilidades de que le hayas dado duro a los tragos y/o al porro así que no vamos a exigirte un discurso a lo Meryl Streep ni tampoco es la idea así que vamos con las siguientes salideras.

Para evocarlas no se necesita más que enojo así que procurá acordarte que ese machito abusó de vos para dejar salir toda la ira y enojo que además de ayudarte a intentar justicia, te van a curar de la culpa y el arrepentimiento.

¿Vas a dejarlo irse tranquilo, cómodo en su machismo donde duerme plácidamente todas las noches? No mi vida. No esta noche.

-Preguntas + puteadas: '¿Qué te pasa____?' '¿Qué problema tenés____?' '¿Vos me estás jodiendo_____?' '¡¡____!!' '¿!________?!' '¡¡¡¡¡¡______!!!!!!'

-Ir al grano con sarcasmo: 'Ey, vos. Eu. Me tocaste el culo recién, ¿te acordás?' 'Che ¿no estás grande para tocar culos en boliches?' 'Vení que te toco el culo como me lo tocaste a mi, ¿querés?' '¿Dónde dejaste tu dignidad, ___? ¿en mi culo?'

-Darle en el ego. (Hacer alarde del tamaño pequeño de su miembro suele ser siempre un tópico que puede dolerles así que si querés podés ir por ese lado.)

'Ya quisieras tener este culo papi, cero chances tenés', 'te hace falta una buena___' (la frase más del hetromal que existe pero acá sirve porque con ellos, es lo que funciona), 'Volveme a tocar y te corto la____', 'Andá a tocarle el culo a tu vieja' '¿Tu mamá sabe que sos un abusador? ¿querés que le diga? Dame tu celular que la llamo'

La última casi se convierte en una escena per sé *Risas*

Consejo: No confrontes al macho sola. Andá acompañada. Ya sea con amigas o compañeras que reclutes para el momento. Si alguna de tus ninjas puede filmar el momento es ideal para el último paso pero no es necesario. Con tener su nombre es suficiente.

Entonces si todo fue bien o si te bastó con pedirle el nombre y darle la cachetada de esta forma, podés ir directo al cuarto y último paso: El escrache.

Una de las cosas que más odian los machitos es que los escrachen públicamente. Se sienten expuestos y por ende amenazados. Nada más satisfactorio que publicar en las redes sociales nombre y usuarios del abusador. Gente del mal si las hay pero gente del bien también y siempre están ahí para dar una mano con RT's, mensajes y compartiendo la información. Al abusador ni perdón.

Resumamos entonces los cuatro puntos.

1. Regla de tres simple

2. Razonamiento ¿VOD?

3. No esta noche, patriarcado

4. Al macho escracho.

Ahora bien, con nalgadas y toqueteos del pasado, hacé las pases. No con los abusadores, pero si con vos misma. No es tu culpa, no sientas vergüenza. Vergüenza debería darles a ellos que ahora que sos feminista, no vas a parar hasta que se haga justicia.