O6

Pasó una semana hasta que llegó el día de la presentación.

JungKook y JiMin lo hicieron sin ningún problema, ya que habían practicado días antes la pronunciación de las palabras y se lo aprendieron de memoria.

Obviamente, JungKook subió su nota en el último examen de español. JiMin también la subió, y guardó los puntos que sobraron para otra evaluación (aunque ciertamente, no eran necesarios)

Los dos chicos se volvieron amigos en solo una semana.

Jackson seguía molestando a JiMin, pero solo cuando este se encontraba sin el azabache.

Había algo en Jackson que a JiMin le inquietaba, ya que hace tiempo que no había dicho casi nada hiriente (lo que debe ser bueno para él, pero todo lo contrario; se siente como que pronto llegará una bomba que derrumbará su vida)

Aunque no existía esa confianza que JiMin tenía con sus antiguos amigos de Busan, los dos habían llegado a hacer una muy linda amistad.

Cosa que no les gustaba para nada a los alumnos de su escuela.

Porque sinceramente, nadie quería a Park JiMin. Y si JiMin tenía amigos, ellos también sufrirían de la misma forma. Todo porque era afeminado y lo relacionaban inmediatamente con la palabra "gay".

Por eso fue que luego de esa semana tan buena, donde JiMin se había sentido tan especial por estar haciendo un nuevo amigo, todo se arruinó de un abrir y cerrar de ojos.

Día viernes. Última hora de clases, y último momento en la escuela (por lo menos, en esa semana)

JiMin caminaba hasta la salida, sin JungKook a su lado.

El chico había faltado por estar enfermo, y seguramente se quedaría en cama el resto del día. JiMin vestía con una camisa color celeste con rayas blancas y pantalones cortos color blanco, terminando con unas zapatillas del mismo color.

Escuchaba música que JungKook le había recomendado días atrás, diciendo "que era la mejor música que alguien podría escuchar", pero la había odiado. Sin embargo quería hacer un esfuerzo, solo por JungKook.

Estaba tan concentrado en la música que no se dio cuenta que alguien lo seguía, hasta ya estar a una manzana de su casa.

La casa de JungKook quedaba al sentido contrario, pero decidió no ir a verlo hasta estar sin el bolso cargado de cuadernos.

Alguien lo tomó por los hombros y lo arrastró hacia un callejón sin salida. JiMin no pudo hacer nada, ya que su boca quedó totalmente cubierta de una mano desconocida.

—Hola, maricón favorito.

Entonces JiMin abrió los ojos, y por primera vez en tanto tiempo, sintió miedo. Miedo de lo que podría pasar en ese lugar, con ese chico.

Miedo de lo que Jackson podría hacerle.

—Has estado extraño, ¿no crees? — Jackson lo puso contra la pared, sin escapatoria. — Pensé que tú y yo nos llevábamos bien.

— ¿Qué...?

—No he terminado. — Lo interrumpió con tono severo. — Has estado tan ocupado con ese chico gay que no has tenido tiempo para mí, tu mejor amigo.

—No somos amigos, Jackson. —susurró, el miedo plasmado en su voz.

— ¿Ah, no? Entonces creo que estoy perdiendo la apuesta. — El chico hizo una mueca de disgusto, y acercó el rostro al oído de JiMin. —Y eso no me gusta, Park.

— ¿D-de qué apuesta hablas?

Jackson abrió los ojos con falsa sorpresa.

— ¿No lo sabes? Pensé que Jeon te lo había dicho. — Hizo un puchero. — Me rompe el corazón tener que decírtelo...

Esperó alguna reacción por parte del pequeño castaño, y al no encontrar ninguna, prosiguió.

—Él y yo apostamos quién podría hacerse tu amigo más rápido para luego dejarte botado. Acordamos que el que gana se lleva cien dólares, y el que pierde, tendrá que besarte.

JiMin juntó las cejas.

—Mientes. — Mostró duda en su voz, lo que hizo a Jackson sonreír.

— ¿Yo mentir? Estás equivocado. Cambié y ahora sé que nunca podré mentir, menos a mi maricón favorito. — La seguridad con la que Jackson lo dijo eso fue lo que necesitó JiMin para confirmarlo.

¿JungKook solo lo quería por una apuesta?

—Oh, Minnie, no llores. — Jackson tocó la mejilla de JiMin con el dorso de su mano. — No es necesario llorar.

Los ojos de JiMin se inundaron de lágrimas y empezó a respirar entrecortado.

—Te sugiero que te alejes de él. Yo también me alejaré de ti si es lo que quieres.

JiMin no respondió. Con toda la fuerza que tenía, empujó a Jackson, quien por la sorpresa soltó y lo dejó ir. JiMin se fue corriendo por el callejón hasta la salida, con las lágrimas saliendo como ríos por sus ojos.

— ¡No olvides ir a la fiesta mañana! — Gritó Jackson, sin borrar la sonrisa de sus labios. — ¡Te estaré esperando!

Seguramente ese había sido el final para JiMin y JungKook, o eso creía el castaño.

Llegó a casa con los ojos completamente rojos. Ninguna de sus hermanas se encontraba en el interior, por lo que JiMin le agradeció a los dioses. Subió las escaleras y se arrojó a la cama, donde lloró hasta que sintió que no tenía ni un rastro de agua en su cuerpo.

¿Era verdad lo que Jackson había dicho?

¿Y si JungKook era un completo desconocido para JiMin?

Cerró los ojos con fuerza, ignorando ese sentimiento en su pecho. Ya lo habían traicionado antes. Ya había pasado por eso. Pero si JungKook era solo un amigo, ¿por qué se sentía diferente?

Se sentó en la cama y limpió sus lágrimas. Ya no quería sentirse indefenso. Se había cansado de que nadie lo tomara en serio, de que él solo fuera un juego más para la gente.

Fue por eso que prendió su ordenador y se inscribió a un curso que daban en un gimnasio cerca de su casa. No cambiaría su forma de vestir, porque eso era lo que lo representaba, pero sí iría a hacer deporte, para que lo tomaran como algo que él es; un hombre. Ahora todos los hombres eran musculosos, ¿no?

Pues él también lo sería.

Se fue a la cama temprano, pensando que al próximo día su cuerpo quedaría hecho trizas, mientras miraba la foto en su pared, la misma que JungKook había apuntado una semana antes.

—Al final, todos están mal. Incluso yo. — Susurró antes de quedarse dormido, sin dejar de observar al lindo chico en la fotografía.

Mientras tanto, JungKook pensaba en JiMin, y por qué no había ido a verlo.

Le gustaba la forma en la que los dos habían conectado en la última semana, y su madre estaba feliz por verlo con un amigo, lo que hacía a JungKook más feliz.

Hace unas horas el dolor de cabeza había cesado, pero el azabache se quedó en cama el resto del día por flojera. Revisaba su celular para ver si JiMin le había dejado algún mensaje, pero no encontraba por ninguna parte alguna llamada que avisara si se encontraba bien.

Y allí se comenzó a preocupar. Ellos hablaban por celular todos los días, sin excepción. Y si ya eran las nueve de la noche, ¿por qué no lo había llamado todavía?

Decidió llamarlo. Pero nunca contestó.

Le dejó mensajes. Ninguno fue respondido.

¿Qué le había pasado a su chico?

Al otro día fue todo más extraño.

JungKook apenas se pudo dormir cuando dieron las tres, por lo que en esa mañana se encontraba con pequeñas bolsas debajo de sus ojos.

Salió de su casa a comprar algo que su madre le había pedido, algo así como a las diez de la mañana. Mientras iba caminando hacia el minimarket, una cabellera castaña apareció de la nada y él rápidamente logró reconocerla; era JiMin. Gritó su nombre unas veces, pero el chico no escuchó y entró a un gran edificio.

Lo que sorprendió a JungKook fue el hecho de que estaba entrando al gimnasio, vestido con ropa deportiva. JiMin le había estado diciendo toda la semana que no soportaba el deporte, mucho menos hacerlo, y el que estuviera entrando a un gimnasio lo dejó extrañado.

Luego, no volvió a salir por el resto del día.

JiMin tampoco salió después de llegar del gimnasio. Estaba hecho trizas, pero no olvidó darse un baño antes de acostarse.

El castaño tomó una siesta y se despertó a las ocho de la noche. Volvió a prender su ordenador y entró a Facebook, solamente para pasar el rato.

"Fiesta en casa de Jackson, no falten"

Se quedó un rato pensando en ese estado. La mayoría dejaba comentarios de a qué hora se realizaría y confirmando que iban a ir. Entonces, le dio "Me Gusta", y cerró la ventana.

Entretanto, JungKook miraba su celular viendo los estados de los demás. En su inicio apareció que JiMin le había dado "Me Gusta" a la publicación, y le tomó solo un segundo decidirse a ir, para luego comenzar a prepararse.

Iba a ser una noche interesante.

Y el siguiente capítulo es más interesante aún 6u9

Pd. El gif de la rosa sirve como separador, ajjsj para que no se confundan o algo.

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