29
No alcanzó a tener los labios de Jackson ni siquiera por diez segundos, cuando este decidió separarse y ocultar su rostro entre sus manos. JiMin de inmediato se preocupó, y puso sus manos en los hombros del chico.
— ¿Estás bien?
—No, mierda, no. — Contestó, antes de soltar un sollozo que preocupó todavía más a JiMin. — No me gustan los chicos.
— ¿Te ha gustado eso...?
JiMin no sabía cómo denominar el beso-no-beso que se habían dado. No había alcanzado a ser uno, ya que él no había respondido, pero al mismo tiempo sí lo era.
—No me gustan los chicos. — Repitió, mirando al rubio a los ojos. — No me...
—Jackson. — Lo llamó, tomándolo por los hombros. — Sí te gustan.
— ¡No me gustan los chicos, solo es una etapa! ¡Eso dice papá!
JiMin se quedó en el mismo lugar, y abrazó a Jackson. No podía hacer nada más por él, aunque quisiera.
No supo cuánto tiempo se quedó en la misma posición, escuchando los sollozos del chico y sus palabras de "no me gustan los chicos", cada dos segundos. Lo sostuvo hasta que ya estuvo calmado, y aunque ya había terminado de sollozar, no se separó de él. Jackson se aferraba JiMin como si fuera su único apoyo, lo que en realidad, era verdad.
El chico de ojos cafés de separó de JiMin cuando ya había pasado la peor parte. Se aseguró de limpiar sus ojos y cara para no lucir destrozado, aunque eso no funcionaría. También respiró profundo y se deshizo del agarre que había creado en la ropa del rubio, para después, mirar a JiMin a los ojos.
—Me gustan los chicos. — Susurró, sintiendo su barbilla temblar. — Y eso no está mal.
—No, no lo está. — JiMin limpió las nuevas lágrimas que se formaron en las esquinas de los ojos de Jackson.
—Lo siento, no quería...
—Está bien. — Lo cortó. — No me molesta, no si es que es por esa razón.
A JiMin no le molestaba. Pero no tenía idea si es que a JungKook le molestaría.
—Tú no me gustas, JiMin. Estoy enamorado de Jaebum. — Se encargó en aclarar.
—Ya lo sé, y yo tengo novio.
Los dos se miraron, completamente arrepentidos. En ese momento se dieron cuenta de la estupidez que habían hecho, y que probablemente, estarían en graves problemas si es que alguien se enteraba.
—Dios mío... — JiMin suspiró. — Tengo novio... y no sé cómo reaccionará.
El rubio se dio la vuelta y miró al frente. ¿Qué haría?
— ¿Se lo dirás? — Preguntó Jackson.
¿Se lo diría? Obviamente tendría que hacerlo, pero no tenía idea de cómo. Tal vez debería esperar un poco más, cuando JungKook no estuviera enfermo, y no tuviera que lidiar con más dolores de cabeza.
—Sí — Murmuró en respuesta —Pero...
JungKook no terminaría con él, ¿o sí? Le había prometido nunca dejarlo. Además si JiMin se encargaba de explicarle, tal vez, solo tal vez, JungKook entendería por la situación en la que estaba Jackson y no le daría mucha importancia.
Pero se estaba basando en un tal vez, y no tenía idea si es que esa iba a ser su reacción o no.
—JiMin, tú me has dado apoyo ahora. — Habló Jackson. — Y si te sirve de consuelo, si es que por alguna estúpida razón JungKook decide terminar contigo, yo estaré para ti.
Bien, ya tenía apoyo de una parte. No sabía si su relación con Jackson había mejorado o empeorado, pero por lo menos no estaría solo si es que JungKook...
Por dios, ni siquiera podía pensar en eso.
—Gracias. —Murmuró el rubio.
Dejó caer su rostro en sus manos, pensando más en JungKook que en la situación que se había desarrollado minutos atrás. Nunca se había sentido tan mal en su vida, y eso que él no había hecho absolutamente nada, o por lo menos eso creyó hasta que empezó a pensar mejor, y llegó a la conclusión de todo eso.
Se lo ganaba por ser tan buena persona, ¿no? No debería haber ido a ayudar a Jackson. O bueno, sí debería haberlo hecho, pero tendría que haber estado más atento a lo que el chico hacía.
No se tenía que preocupar mucho, pero lo estaba haciendo. Y eso Jackson lo pudo notar cuando JiMin comenzó a mover su pierna derecha de arriba a abajo, en un gesto nervioso.
—No pasará nada, ¿sí? Fue mi culpa. — Murmuró — Puedes decirle a JungKook que yo lo hice y él no te dirá nada. No creo que sea tan tonto.
JiMin no respondió. Estaba mucho más preocupado por lo que diría JungKook.
Tal vez él estaba exagerando para muchos, pero nunca había hecho algo así.
Siempre había sido un chico fiel a su pareja, y aunque en ese momento él no había engañado a JungKook directamente, se sentía culpable por no haber hecho nada cuando Jackson lo besó, ya que debería haber empujado al chico, golpearlo, gritarle, pero no hizo nada de eso.
Y en esos momentos eran cuando JiMin quería golpearse por ser tan buena persona.
Se quedaron unos cinco minutos más allí, hasta que Jackson decidió llamar a Jaebum desde el celular para decirle si podían juntarse. Obviamente, Jae aceptó (luego de unos ruegos), dejando a Jackson con una sonrisa en la cara que no se la podía quitar nadie.
—Debes recordar. — Habló el rubio cuando Jackson ya se estaba yendo. — Que ser gay no es malo, ¿de acuerdo? No importa lo que digan los demás. Si tú amas a ese chico, no te deberías preocupar por la gente que se encarga de pisotear a las que tienen felicidad.
—Gracias —Susurró Jackson, con extrema sinceridad. — Nunca pensé que te iba a soportar.
—Tienes que dar segundas oportunidades.
Jackson se retiró a pasos inseguros, pero finalmente, se retiró, dejando al rubio solo en la banca. JiMin suspiró nervioso antes de mandar un mensaje a JungKook, diciendo que iría en unos quince minutos a su casa.
Como era de esperarse, JungKook no respondió. Su madre le había prohibido estar con celulares o cualquier tipo de electrodomésticos en ese periodo, ya que según ella, el dolor de cabeza aumentaría, y eso era lo que menos querían.
Caminó hasta la casa de JungKook con más nervios de los que debería, pero al llegar a su puerta, todo se esfumó rápidamente. Se convenció de que nada malo pasaría, ya que ellos lo hablarían y nadie quedaría como el malo. Empezó a pensar en todo lo que podría pasar, y su preocupación disminuyó considerablemente, llegando hasta sonreír de lo asustado que estaba antes.
Tocó la puerta, y dos minutos luego de esperar, le abrió JungKook, con el cabello revuelto seguramente por recién despertar. Se veía tan lindo que JiMin sintió de esas famosas mariposas que todos describían, y le sonrió a su novio antes de que este le dejara pasar.
—Hola — Saludó el rubio, besando la mejilla de JungKook.
—Hola.
— ¿Cómo has estado? ¿Te has sentido bien? —Preguntó.
El tatuado se encogió de hombros, sin darle importancia al asunto.
—Es en serio. — Insistió mirando las reacciones de JungKook.
—Me he sentido mejor esta tarde. El dolor de cabeza pasó. — Fue la respuesta que obtuvo.
— ¿De verdad? ¿Cuánto de bien?
—Lo suficiente para salir a comprar comida.
JiMin abrió los ojos con sorpresa. El día anterior, JungKook con suerte podía pararse de la cama.
—Esa es una buena noticia...
—Y también para ir a buscarte. — Interrumpió lo que el rubio iba a decir. — Pero no estabas.
JiMin pudo ver la mueca en el rostro de su novio, y se sintió horriblemente culpable. ¿JungKook lo había ido a buscar enfermo, y él ni siquiera estaba en la escuela? Era definitivo; no tendría que haber ido con Jackson.
—Lo siento, JungKook. — Murmuró mirando al suelo. — Pero sabes que siempre me demoro diez minutos en sacar todas mis cosas para la última clase...
—Sí, lo sé, y llegué diez minutos tarde por esa razón. Sales a las tres, ¿no?
—Sí.
—Estaba esperándote a las 3:10 fuera de la escuela, y nunca te vi salir.
—Lo siento, yo estaba... — Levantó su cabeza para observar los ojos de JungKook —... estaba...
¿Qué podría decir? "Por casualidad vi a Jackson, lo consolé y me dio un beso. Por supuesto, te sigo amando."
No tenía ni idea. Y no sabía si mentir o decir la verdad.
—Ocupado. — Terminó lo que quería decir.
— ¿Con qué?
—Tenía que ir a la biblioteca.
No quería mentir. Pero lo había hecho.
Entonces, algo que no esperaba, ocurrió. JungKook dejó escapar un sollozo lastimero que alertó al rubio, pensado que de un momento a otro se había sentido mal por su resfrío, cuando en realidad, era todo lo contrario. Sus ojos se llenaron de lágrimas y empujó a JiMin lejos de él.
— ¿Por qué lo hiciste?
— ¿Qué cosa?
—Mentir.
JiMin se quedó en el mismo sitio, totalmente estupefacto.
—Los vi, JiMin. — Confirmó las sospechas del rubio.
Y en ese momento pensó que ya nada podría salir peor.
Pero así fue. Fue mucho peor.
cHALE
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