21

Sin que nadie pudiera darse cuenta, las personas que JungKook había llamado empezaron a entrar al lugar, preparando lo que el azabache tanto había dedicado tiempo y esfuerzo. Sus nervios aumentaron al máximo, y mientras intentaba buscar al rubio entre la oscuridad, sintió unas manos agarrarse de su abrigo.

Casi salta del susto, pero se tranquilizó al darse cuenta de que JiMin era quien lo tocaba.

—JungKook — Dijo, intentando ocultar su miedo — ¿Por qué está todo oscuro?

—No sé, bebé — Mintió abrazándolo de la cintura —Pero no te preocupes. Tal vez la luz vuelva pronto.

—Pero...

— JiMin. — Lo llamó cambiando su tono de voz, al mismo tiempo que buscaba sus labios con los dedos. — Te he dicho que no debes tener miedo al estar conmigo.

De la oscuridad, brotó un "Aww, que tiernos", a lo que JiMin pegó su cuerpo al del azabache, muerto de miedo.

—JungKook, alguien habló — Comunicó lo obvio —JungKook, JungKook, JungKook.

Mordió su labio haciendo un intento de ver el lugar, pero no logró nada más que ver negro. Luego sintió el suave contacto de los labios de JungKook contra los suyos, eliminando cualquier rastro de miedo que había tenido.

¿Por qué JungKook tenía que ser tan perfecto? Le encantaba su forma de tranquilizarlo y cómo lo trataba en esos momentos. Definitivamente tenía a alguien demasiado bueno a su lado para ser verdad.

Se mantuvieron abrazados durante unos minutos más, el azabache abrazando a JiMin por la cintura y este siendo abrazado, todavía con un poco de miedo por la oscuridad. Pero ese problema fue uno menos cuando las luces, de un segundo a otro, se prendieron e iluminaron el lugar que antes estaba lleno de negrura. El rubio dio un salto del susto y miró a JungKook a los ojos, encontrándose con un brillo especial en ellos.

—Ya volvió.

Una sonrisa adornó el bello rostro del azabache mientras que JiMin lo veía confundido. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué JungKook lucía tan feliz?

—Necesito que des la vuelta, JiMin. —le habló sin dejar de mirarlo.

El rubio, siguiendo sus órdenes, se dio la vuelta con la ayuda de JungKook sosteniéndolo por los hombros. Al realizar la acción, no pudo hacer nada más que llevarse las manos a la boca, escondiendo su asombro. Metros delante de ellos, la familia de los dos (contaba con las hermanas de JiMin y su padre, junto con la madre de JungKook), sostenía un gran cartel con letras de distintos colores, junto a globos rojos que Eunha se encargaba de mantener en sus manos. En el centro del cartel, la frase "¿Quieres ser mi novio, JiMin?" se destacaba entre todo lo demás. El rubio todavía no podía reaccionar, o eso fue hasta que sintió las manos del azabache apretar sus hombros en un gesto nervioso.

— ¿Q-qué? — Dejó salir.

—Eso —murmuró JungKook en su oído — ¿Qué dices?

—Q-q-que t-ú y yo, pero t-ú y yo sí p-pero... —tartamudeó, con las mejillas rojas.

Estaba absolutamente asombrado. Nunca había pensado en que JungKook le pediría alguna vez ser su novio, y menos de una forma tan bonita.

— JiMin —el tono de JungKook fue impaciente, al mismo tiempo que guiaba los ojos del rubio a los suyos — Te quiero mucho. Y quiero que seas mi novio.

El rubio abrió la boca para hablar pero no salió nada de ella. Le resultaba muy difícil formular alguna palabra.

— ¿Aceptas? —preguntó el azabache.

—Y-yo... ¡Sí! Digo... ¿Por qué no? Espera, no, eso sonó mal... —se mordió sus labios rosas. — Quiero ser tu novio.

Ahí estaba. Por fin lo había dejado salir.

—Eso es un sí —afirmó JungKook.

—Sí, sí, sí —respondió acercándose al azabache y poniendo las manos en sus mejillas — Mil veces sí.

—Oh dios mío, te quiero —abrazó a JiMin por la cintura, por lo que la cabeza del rubio quedó en el hueco de su cuello — ¡Ha dicho que sí!

Se escucharon gritos a lo lejos provenientes de sus familias, y los dos sonrieron felices. Nada podía arruinar ese momento.

Se besaron, en frente de sus familiares y de la gente escondida en los vidrios del lugar. No les importaba lo que los demás podían pensar, solo importaba que los dos por fin eran novios oficialmente, y que estaban demasiado felices como para pensar en otros problemas. Su tarde fue así; besos, abrazos, felicitaciones, más besos, sonrisas y miradas coquetas.

Siguió así hasta cuando llegaron a la casa de JungKook, donde se encargaron de pasar una buena tarde como novios viendo películas. Tal vez algún que otro beso entre ellos, pero nada más que eso. Su felicidad era tanta que ni siquiera podían pensar en cosas sucias.

Pero luego JiMin se sintió mal. Algo empezó a ponerlo nervioso, y JungKook se pudo dar cuenta de inmediato, por lo que paró la película que tanto les estaba gustando y se fijó en su novio a centímetros de él.

— ¿Todo bien? —preguntó, con el ceño fruncido de la preocupación.

—Sí, sí —contestó simplemente — Puedes seguir con la película.

—No, no. Se supone que en una relación debe haber confianza, ¿no?

JiMin miró al azabache a los ojos, con una mueca en el rostro. Había algo que le preocupaba, y no tenía idea de cuál podría ser la reacción que tendría JungKook sobre ese tema.

—Ahora que somos novios... —comenzó a decir, jugando con sus deditos — ¿Lo vamos a demostrar en la escuela?

— ¿Por qué no?

El rubio dejó de jugar y observó a JungKook sin poder creer lo que había dicho.

— ¿Tú... Tienes algún problema con eso, JiMin? —Preguntó cambiando su expresión a una dolida — ¿No quieres que los demás sepan...?

— ¿Qué? ¡No! —Le interrumpió y se sentó más cerca de JungKook, inclinándose a su cuerpo — Por supuesto que no.

—Entonces ¿Cuál es el problema?

—Creo que te lo he dicho antes... —Murmuró — Pero yo he visto como los estudiantes tratan a las parejas homosexuales. No son lindos con ellos, JungKook. Hubo una vez en la que un chico terminó en el hospital, y se tuvo que cambiar de escuela para no recibir más golpes. — JiMin cerró los ojos para evitar llorar. —No quiero que eso te pase a ti.

 —Bebé, no pasará. — Aseguró el azabache, tomando a JiMin por la cintura para sentarlo en su regazo. — Nadie te hará daño y nadie me lo hará a mí. Si se atreven a tocarnos un pelo, no me podré controlar y serán ellos los que terminen en el hospital, ¿entiendes?

JiMin abrió los ojos para encontrarse con los de JungKook en frente suyo.

— ¿Quieres demostrarle al mundo lo que eres? —Preguntó el azabache, a lo que JiMin asintió —Bien, entonces juntos debemos dar el gran paso de sacar nuestra relación a la luz. Nadie puede decirnos qué hacer o lo que nos puede gustar.

— ¿Podré tomarte de la mano en público?

—Podrás hacer eso y mucho más. — JungKook sonrió.

—No más secretos al mundo.

—No más secretos al mundo — Repitió y besó los labios del rubio.

—Gracias. —susurró JiMin.

—Nada de gracias, jovencito. Eres el que toma las decisiones de tu vida y nadie puede cambiarlo. Eres libre.

El rubio sonrió feliz. No entendía por qué le había tocado un hombre tan perfecto, cuando él con suerte alcanzaba la perfección que JungKook desbordaba.

—Vamos a dormir. Ya es tarde.

Luego de eso, los dos se dirigieron a la habitación del azabache, dejando la sala de estar como antes se encontraba; limpia y ordenada. JungKook le prestó nuevamente al rubio un pijama antes de comenzar a cambiarse, los dos dados vuelta el uno al otro.

O por lo menos eso pensaba JiMin hasta que sintió las manos de JungKook abrazarlo por la cintura.

Se sonrojó inmediatamente. Apenas llevaba puestos los pantalones (que al quedarle tan grandes se deslizaban por sus caderas), y su camisa se encontraba en el suelo al momento en que JungKook pegó su cuerpo al suyo, demostrando con su calor que también estaba sin camisa.

Vaya coincidencia.

—Vamos a dormir, Kookie — JiMin intentó zafarse, pero los brazos del azabache se mantuvieron en su cintura.

—No quiero. — Sonó más como una queja infantil.

Los besos en el cuello no se hicieron esperar, sacando suspiros por la boca de JiMin. Aprovechando que el rubio estaba concentrado en la atención que se le daba a su cuello, JungKook fue bajando su brazo hasta llegar al borde del pantalón, donde metió su mano tomando desprevenido al chico delante de él.

JiMin dejó salir un gemido al sentir los dedos de JungKook sobre su miembro, para luego morder su labio e inclinar su cabeza en el hombro contrario. JungKook sonrió al ver la reacción de su novio.

— ¿Quieres dormir? —preguntó con voz ronca en su oído.

— ¿Mhm?

JiMin se pasó la lengua por los labios, remojando ese sector. No entendía por qué JungKook causaba tantas sensaciones en él.

El azabache subió y bajo su mano lentamente, observando el rostro de JiMin en cada momento.

— ¿Quieres dormir, amor?

—No... —suspiró para después gemir fuertemente — Oh dios mío, JungKook...

—Vamos a la cama.

—Está tu madre.

—Existen las almohadas para callar los gritos, Minnie.

JiMin asintió sin prestar mucha atención a lo que JungKook decía en su oído. Simplemente se dedicó a seguir los pasos del azabache a su cama y se dejó caer con JungKook encima de él.

Tal y como su novio había dicho, JiMin tuvo la obligación de callar sus gritos, gemidos y jadeos en la almohada, siendo esta cómplice de lo que hicieron los dos chicos en la cama esa noche.

JE0NLOUSLY Ya sabes cómo hacerle chikistrikis, cada que me quieras gritar ya hay como 🙃

Ando en modo secso am sonri

PD. PARA TODOS. ACTUALIZACIONES DIARIAS DE LA WEA EA EA

Novios ♡

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