17
El clima del sitio hacía que la tarde fuera mucho más agradable de lo que ya estaba siendo.
Los gritos entusiasmados de la gente, la música de fondo, personas bailando con ropas extravagantes en el centro, niños y niñas caminando junto sus padres heterosexuales, sosteniendo carteles que decían "SÍ A LA ADOPCIÓN", entre otras cosas que sacaban sonrisas a la multitud.
JiMin y JungKook habían perdido hace dos horas a Nancy, pero bastó solo un mensaje por parte de ella diciendo que estaba ligando como para dejar de buscarla. Ellos caminaban con las manos entrelazadas, de vez en cuando comentando acerca del panorama.
—Bebé, ese grupo de chicas te está mirando desde hace diez minutos. — JungKook habló, sin poder ocultar su sonrisa.
JiMin buscó el grupo que el chico señalaba disimuladamente, y al encontrar cinco pares de ojos en él, no hizo más que sonreír de forma tímida hacia las chicas.
—Lo mejor de todo es que no estoy celoso. — El de cabello largo apretó el pequeño cuerpo del rubio contra él. — Porque sé que ellas no tienen oportunidad.
—Egocéntrico. — JiMin golpeó el brazo de JungKook.
— ¿Yo?
—Exacto.
—Para nada. — JungKook hizo un gesto con la mano, sin darle importancia.
Así siguieron las conversaciones, entre risas y besos que no hacían más que sonrojar al rubiecito.
Al paso de las horas, el sol iba cayendo y con eso, algunos niños y adultos que finalmente terminaban yendo a casa. JiMin y JungKook se podrían haber retirado hace mucho, cuando Nancy les avisó que se iría junto a su ligue, pero no lo hicieron. Habían prometido cantar en la camioneta (que no parecía nada una camioneta, era demasiado grande), la cual había pasado dos veces al lado suyo, con diferentes personas.
La misma chica que les había hablado antes de empezar con la manifestación, se acercó a ellos con una sonrisa y dijo en pocas palabras que el turno del chico que cantaba estaba por terminar. Los guio entre la gente hasta llegar al lugar donde cantarían y detuvo la camioneta, haciendo bajar al antiguo cantante.
—Tienen un máximo de cuatro canciones para cantar. Habrían sido más, pero hay personas esperando en la lista. — Jooe les informó, entregándoles un micrófono a cada uno. — Esa chica de allá es la 'Dj', cualquier canción que quieran ella la tendrá.
Apuntó a una rubia, quien les sonrió desde lejos y volvió a su trabajo, el cual era ajustar el audio de los megáfonos.
—No tengan pánico. — La peli-rosa intentó calmar al rubio, quien tenía cara de 'quiero salir de aquí' —Pasaron como dos o tres chicos que cantaron horrible, pero nadie se burló de ellos. Si queremos respeto, también hay que darlo.
Jooe dijo unas cuantas palabras más y se alejó de JiMin y JungKook, dejándolos con la chica desconocida en la camioneta.
—¿Qué cantarán? — Preguntó la rubia.
—Yo cantaré primero. — JungKook levantó la mano. — Quiero el ritmo de 'Isn't she lovely', por favor.
JiMin lo miró extrañado, preguntándose por qué escogió una canción que va dedicada hacia una chica si él era gay.
—No te asustes. — El azabache sonrió.
—No estoy asustado.—De acuerdo. —JungKook rodó los ojos, y esperó a que la música comenzara.
Por los altavoces se escucharon las primeras notas de la canción, y JungKook miró directamente a JiMin, poniendo sus ojos en él.
'Isn't he lovely?'
'Isn't he wonderfull?'
JiMin contuvo la respiración. Sintió como sus mejillas se sonrojaban por décima vez en el día, e intentó mirar a cualquier otra parte menos los ojos de JungKook.
JungKook tenía una voz hermosa.
Parecía hecha para un chico como él, tan perfecto y casi sin ningún defecto. Si su voz al hablar le causaba mariposas en el estómago, esta voz provocaba elefantes moviéndose a todos lados, sin control.
Se preguntó cómo sería la voz de JungKook en una noche donde ellos...
Alejó esos pensamientos sucios de su mente, y se enfocó en otros sitios, todos menos los ojos de JungKook. Pero el azabache tenía otros planes, porque tomó a JiMin por la cintura y lo obligó a mirar cómo le cantaba. Sus manos fueron directo al pecho del azabache, intentando separar sus cuerpos y bajando la cabeza, con las mejillas tan rojas como un tomate.
No se dio cuenta cuando todos se quedaron viendo la escena encima de la camioneta. Sin poder evitarlo, tenía millones de ojos sobre ellos, presenciando lo que JungKook hacía para él, y también, escuchando su magnífica voz.
La canción estaba por terminar, y JiMin lo sabía. Fueron necesarios dos segundos para que el rubio expresara con sus ojos un 'gracias' hacia el azabache, y luego lo abrazó contra él, dejando en claro que lo que había hecho JungKook no tenía precio.
— ¿Ahora estás asustado? — Susurró el de pelo largo en su oído.
—Sí, un poco.
— ¿Por qué?
—Porque hay alrededor de cien personas mirando cómo nos abrazamos, pero creo que puedo soportar eso.
JungKook se separó y dejó un beso en los labios de JiMin.
—Tu turno.
No cantaron muchas canciones después de eso. Casi todas iban dedicadas al otro, cambiando las partes de "she" por "he", dando a entender que los dos chicos arriba de la camioneta se querían mucho y demostraban su amor de esa forma.
Dieron las nueve de la noche cuando todo terminó, con personas despidiéndose y deseando suerte con el proyecto. JungKook y JiMin entre ellas, no olvidaron de decir un gracias al pasar por el lado de Jooe, y ella les respondió un "gracias a ustedes", sin dejar de sonreír en cada momento.
Los dos chicos estaban felices, pero horriblemente cansados.
Decidieron ir a casa de JungKook, solo porque quedaba más cerca, y porque además, seguramente Nancy no estaría y su madre llegaba tarde por su trabajo, dejando a JiMin y JungKook completamente solos en esa casa.
El rubiecito pidió permiso a su padre para quedarse la noche en casa del más alto, el cual luego de unas súplicas aceptó, pero recordando a su hijo que regresara temprano por la mañana. JiMin no pudo evitar dar un salto de felicidad por la respuesta de su padre, y entre risas y miles de 'gracias', el JungKook y el rubio llegaron a casa, con JiMin colgando a su padre al entrar por la puerta.
Todo era muy predecible cuando atravesaron la puerta de entrada.
JungKook guió a JiMin hasta la segunda planta, prometiendo traer un pijama para él. El rubio estaba que se moría de los nervios, porque ya tenía una idea de lo que podría ocurrir en esa habitación, y no quería dar ese paso tan grande con JungKook todavía, no cuando ni siquiera eran novios.
Aunque en el fondo, esperaba con todas sus ganas que eso ocurriera de una buena vez.
—Aquí tienes, JiMin.
El rubio recibió un pijama delgado, considerando que hacía mucho calor en ese momento.
O tal vez era él mismo que estaba caliente por otra cosa.
—G-gracias. — Tartamudeó.
JungKook se rio en silencio.
Entendía la actitud de JiMin, ya que él también estaba nervioso en ese momento, pero intentaba disimularlo de la mejor forma posible. No quería asustar a su pequeño, mucho menos cuando recién estaban empezando.
Pero no creía poder contener todo lo que tenía dentro, porque justo cuando se giró para decirle a JiMin que no era necesario hacerlo, un chico rubio sin camisa apareció frente a sus ojos.
JiMin se lo estaba poniendo difícil.
—Esto... — El rubio murmuró. — ¿Podrías... dar la vuelta?
—Oh, sí, lo siento. — Salió de su mundo y se mordió el labio. Giró de a poco, procurando tener la imagen de JiMin en su cabeza para siempre.
JungKook se quitó la playera, arrojándola a alguna parte de la habitación. Luego se quitó los pantalones, con cuidado de no mostrar mucho al chico detrás suyo, ya que tenía un serio problema en su parte baja delantera. Tragó saliva y se puso lo más rápido posible el pantalón de pijama.
Bien, eso era un avance. No había intentado nada con el rubiecito, todavía.
—Vamos a dormir. — Un poco decepcionado, JungKook se colocó una camisa de algodón para ocultar su desnudez y abrió las cobijas.
—Sí, vamos. — JiMin coincidió.
Los dos se acostaron lo más alejado posible el uno del otro. Pensaban que con el mínimo contacto, perderían por completo el control que estaban logrando, así que intentaron no tocarse ni un poco.
Pero pasaron los minutos y ninguno de los dos podía dormir. JungKook estaba un poco aburrido, y JiMin igual, así que justo en el mismo momento, los dos movieron las manos y estas chocaron, haciendo que millones de descargas eléctricas le recorrieran el cuerpo.
—JungKook... — JiMin lo llamó, tomando el suficiente valor como para entrelazar sus dedos. — ¿Te puedo marcar?
— ¿Marcar?
—Como lo hice en la fiesta. — Susurró.
JungKook guardó silencio, meditando lo que el rubio había dicho.
Esa era la decisión más importante.
Si aceptaba, lo más probable sería que los dos terminaran haciendo cosas en su cama, y no de las lindas e inocentes. Pero si se negaba, dejaría ir una gran oportunidad de expresar a JiMin cuanto lo quiere, y todas las cosas que haría por él...
JiMin, quien ya empezaba a acobardarse por lo que había dicho, se movió inquieto por la incomodidad que tenía en su entrepierna.
—Si no quieres...
—Está bien. —JungKook lo interrumpió.
¿Estaba bien? Claro que sí. Y los dos estaban seguros de que no se iban a arrepentir.
Así por mis huevos ahora JungKook tiene el pelo largo olv.
Admitan que se ve bien papi rikismo.
YO ACTUAL: YA SE LO CORTOO WEY NOOOOOOO 😔✊👊
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