16

No era la primera vez que JiMin iba a una manifestación gay.

Había ido hace años cuando buscaban la igualdad entre los heterosexuales y los homosexuales, junto a su exnovio.

Todo había salido a la perfección; no hubo ningún disturbio o ataques de otras personas; todos respetaron los lugares públicos; y todo fue armonía, música y bailes. JiMin se divirtió mucho esa vez, y se llevó de recuerdo una bandera gay que le habían regalado.

JungKook, en cambio, no podría decirse que fue a una directamente.

Estaba caminando por la calle cuando empezaron a destacar los colores y gritos emocionados de la gente, entre los edificios grises y sin gracia.

Se quedó todo el tiempo que pasaron, donde conoció a un chico (realmente no lo conoció, solo lo vio una vez) que le entregó una bandera gay. JungKook la perdió cuando se tuvo que mudar nuevamente, pero se prometió volver a ir a una de esas manifestaciones, ya que le habían encantado.

JungKook no supo que vestir a la hora de empezar a arreglarse.

Como nunca había ido, se preguntó qué era lo mejor para ponerse y pasó cerca de treinta minutos rebuscando entre su ropa hasta que Nancy entró a su habitación y le tiró en la cabeza una playera de varios colores, todos haciendo un remolino y creando una vista agradable para el chico.

Nancy vestía con una remera simple de color rosa, con un corazón rojo en el centro, de la cual JungKook no tenía ni idea que existía, ya que ella nunca ocupaba ropa de colores muy brillantes.

—Es para la ocasión. — Dijo la chica, un poco impaciente por la demora del de cabello largo.

JungKook terminó diez minutos después, ya vestido con la playera que Nancy le había dado, unos pantalones negros ajustados y botas color púrpura, las cuales se había comprado el día anterior al salir junto su con mejor amiga. Se despidió de su madre prometiendo no hacer ninguna maldad y fue a buscar a JiMin, al lado de una chica pelinegra muy entusiasmada con la idea de acompañarlos.

El ahora rubio no se había demorado nada comparado con lo que se demoraba siempre al elegir su ropa, y eligiendo el color de su nuevo cabello, estaba encantado y sentía que esta ocasión era muy especial.

Tomó una playera que su hermana Yuju le había regalado en su cumpleaños, de color rosa claro y con estampado en el centro diciendo "Love is Love", y un corazón con la bandera gay en la esquina.

Siempre le gustó ese regalo de su hermana, pero no lo usaba muy seguido ya que tenía otra ropa que le encantaba y le quedaba mucho mejor, considerando que esa playera se ajustaba demasiado a su cuerpo.

No se quejó al verse en el espejo.

La tela rosa se ajustaba a su torso dándole un aspecto más musculoso gracias a los días que iba al gimnasio con JungKook, agregando que sus pantalones blancos le quedaban muy bien a su trasero (o eso pensó su hermana al pasar por su habitación y mirarlo vestido).

Tocaron la puerta minutos después de que el haya terminado, justo cuando iba a llamar a JungKook. Se despidió de su padre y sus hermanas con un grito y abrió la puerta de entrada, para encontrarse al chico junto a Nancy, los dos con sonrisas que nadie se la podía quitar.

—Hey, te ves precioso. — Saludó Jung Kook, y se inclinó para dejar un beso en los labios de JiMin y acariciar su rubio cabello. — ¿Nos vamos?

—Claro.

Los tres dejaron la entrada de la casa para empezar a caminar en dirección donde empezaría todo. Nancy no paraba de brincar como loca alrededor de los dos chicos, que luego de estar unos metros lejos de casa, se tomaron las manos y se dieron un pequeño beso.

— ¡En serio, son muy lindos juntos! Me gustaría sacar una foto de ustedes dos... — Gritó la pelinegra. — Pero antes, debo hablar un poco con el bebé rubiecito.

Sin darle tiempo a reclamar, Nancy tomó a JiMin del brazo, separando su cuerpo de JungKook y caminando unos metros más adelante para que el chico no escuchase.

—Bien, dime. — La chica sonrió — ¿Lo han hecho?

— ¿El qué?

— ¿Ya tuvieron sexo? ¿El cogimiento? ¿La fornicación?

JiMin abrió los ojos y sus mejillas se tornaron rojas.

— ¡No! — Exclamó.

—Oh, qué pena. — Nancy lució decepcionada, pero nuevamente su rostro cambió a uno alegre. — ¿Y cómo te lo pidió? A mí no me lo ha querido decir.

— ¿Qué cosa?

—Lo de ser novios. — La pelinegra rodó los ojos. — He pasado todos estos días intentado sacarle información.

—Él no me...

JiMin se cortó y le dio una mirada a JungKook, quien parecía muy divertido mirando el trasero del rubio caminar. Las mejillas de JiMin volvieron a estar rojas y giró su rostro rápidamente.

—No me lo ha pedido. — Terminó de hablar, un poco triste al decirlo.

— ¡¿NO?! — Nancy juntó las cejas. — Será hijo de puta...

La chica miró para atrás y le dio un golpe a JungKook, quien saltó del susto al recibir la mano de Nancy en su brazo.

  —No mires su traserito. — Murmuró ella, y se dio la vuelta para quedar nuevamente en el lugar de antes y sonreír. — Supongo que te lo pedirá pronto.

— ¿Tú crees?

—No estoy segura, ya que JungKook no es de los tipos que han tenido muchas novias, pero contigo se ve que va en serio.

Dicho esto, Nancy soltó los hombros del rubio y le regaló una sonrisa.

—Aunque no es necesario que te lo pida él. Tú mismo puedes hacerlo.

JiMin se encogió de hombros, sin ocultar su sonrisa.

Era verdad que apenas llevaban días "saliendo", pero para ellos se sentían como meses, meses donde todavía no daban el segundo paso, que era conversar acerca de lo que eran. Todo se sentía tan natural que no era necesario decir "me gustas" cada tres segundos, justo como JiMin lo hacía con su ex.

El grupito llegó al lugar donde se empezaría todo dos minutos después.

Estaba completamente lleno, con niños y niñas de todas las edades, parejas tanto homosexuales como heterosexuales, y algún que otro hombre mayor, aunque no demasiados.

Todos se veían extremadamente felices, y vestían (la mayoría) con remeras de varios colores y sostenían la bandera gay en sus manos.

Una chica, de cabello rosado y piel pálida, se acercó a ellos cuando los vio entrar a la multitud, y les sonrió mostrando sus blancos dientes.

—Hola, yo soy Jooe. — Saludó y levantó una libreta del porte de un cuaderno. —Soy una de las coordinadoras del evento, y me preguntaba si querían dejar su nombre aquí para que nosotros sepamos que participaron.

Nancy dio un salto emocionada y se acercó a Jooe.

— ¿Y me darán de las banderas?

—Claro, solo tienes que ir a ese chico de allá. — Apuntó a un adolescente sosteniendo millones de banderas. — Y él te dará una.

—De acuerdo.

La pelinegra puso su nombre en la libreta, y luego juntó las cejas confundida.

— ¿Y esto? — Señaló algo en la hoja.

—Eso es por si se quieren apuntar a cantar en la camioneta — Jooe miró a JiMin y JungKook, y les entregó un lápiz al mismo tiempo que Nancy les pasaba la libreta. — No muchos se apuntaron esta vez, por lo que habrá muchas personas que se repetirán.

—Nosotros podríamos cantar. — Ofreció JungKook.

— ¿Qué? — JiMin lo miró asustado.

—Oh, lo siento. — JungKook puso su nombre y miró al rubio de forma inocente. —Nosotros VAMOS a cantar.

—P-pero...

—¡Perfecto! Muchas gracias, realmente necesitábamos a gente para animar el ambiente. — Interrumpió Jooe.

—No hay de qué. — El de cabello largo y oscuro sonrió.

—JungKook... — JiMin susurró, levantando las cejas.

JungKook no le hizo caso y entrelazó sus dedos con los suyos.

  —Nos vemos después. — Se despidió de Jooe, para luego comenzar a caminar entre la gente, siguiendo a Nancy quien corría hasta el chico de las banderas.

—JungKook.... — Lo llamó. — No quiero cantar, no canto bien.

—Estupideces. — El azabache hizo una mueca. — La semana pasada te escuché cantar cuando estabas en clase de música.

— ¡T-tú...!

—Y cantas hermoso. — Le cortó.

JiMin se sonrojó violentamente al sentir los oscuros ojos de JungKook sobre los suyos.

—P-pero... — Intentó buscar una excusa, no encontrando ninguna.

—Por favor, bebé. — Tiró de él y pasó sus brazos por la cintura del rubio. — Te prometo que lo harás genial.

Dejó pequeños besos en los labios de JiMin, demasiado cortos para el gusto del rubiecito. JiMin gruñó cuando el azabache se separó y se puso de puntas para alcanzar nuevamente los labios de JungKook, prolongando el beso.

—De acuerdo. — Este suspiró.

JungKook sonrió de inmediato y volvió a juntar sus labios con los suyos.

—Gracias. — Susurró.

—Dios mío, me harán llorar. — Nancy apareció de la nada, con tres banderas en las manos y un dibujo de un corazón azul en la mejilla derecha. Ella ahora era muy similar a una niña pequeña. — Mucho amor por aquí.

— ¿Qué te pasó en la cara? — El azabache preguntó.

—Ese chico de allá. — Nancy apuntó disimuladamente. — Es heterosexual y ofreció pintar mi cara a cambio de mi número.

—Deberías quitarle tu número.

— ¿Por qué?

—Porque la cara te quedó hecha mierda.

Nancy rodó los ojos y golpeó a JungKook en el brazo.

—Imbécil. — Murmuró la chica.

JiMin, quien observaba a los dos con una sonrisa, dejó salir una carcajada por la actitud que ellos tenían. JungKook se giró hasta él y besó su mejilla.

—Será mejor que vayamos a ubicarnos. — El chico volvió a tomar la mano del rubio. — Parece que está por comenzar.

JungKook empezó a caminar, tirando de JiMin para que este lo siguiera.

Se perdieron entre la gente, con Nancy gritando sus nombres y moviendo las manos exageradamente en el aire. La chica dejó salir un suspiro y dio un saltó al sentir una mano en el hombro.

—¡Nancy!

— ¡Hey! — Nancy saludó al chico que minutos atrás, le había pintado la cara.

No pasó mucho tiempo cuando la manifestación comenzó, con JungKook y JiMin en algún lugar desconocido, y con Nancy ligando al chico que resultaba ser heterosexual.

¡AMO A JOOE! LPM HASS es mi segunda Bias de momoland (Después de Yeonwoo) Porque es demasiado tierna y hermosa. A quienes dicen que es fea MUESTREN SUS PEDORRAS CARAS ALV

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