michael se sentó en la mesa luego de llevar sus los platos al grifo. luke le esperaba sentado con su teléfono en manos, hablando con halsey.

"deja de hablar con ella." se quejó michael.

"michael, quiere saber cómo estoy."

el mayor resopló. dos minutos después, sin paciencia, arrancó el celular de luke de sus manos y apretó algo en la pantalla.

"¿qué mierda te pasa?"

"¿hola? halsey, es michael, luke no puede contestar ahora porque estamos ocupados, adiós." y cortó.

"eres un maldito hijo de-"

"quiero pasar tiempo contigo, lukey." se quejó una vez más.

"pero no debías ser grosero."

"lukey." hizo puchero.

"no hagas eso que no puedo resistirme a tu hermosa cara." admitió sin querer.

arrepintiéndose al haberlo dicho.

"¿me crees... hermoso?"

"sí." contestó sinceramente, su voz apenas un susurro. "¿no lo cree todo el mundo?"

michael sacudió su cabeza saliendo de ese pequeño trance en los ojos de luke, volteando a mirar todas las cosas, haciéndole pensar a luke que estaba incómodo cuando en realidad escondía el brillante color carmesí en sus mejillas.

y luke se sintió apenado.