Besos de luna
El mafioso volvió a besar al albino, se sentía insaciable por más, Atsushi le había atraído desde que se le enfrento, fue más aun cuando le confeso que Dazai-san le reconocía y ahora con aquel beso, solo deseaba más, al fin y al cabo era un perro mafioso
Atsushi se sintió fuera de lugar cuando sintió las manos del mafioso recorrer su cuerpo, Atsushi le freno y miro sonrojado
- A-Akutagawa, me tocas mucho – se quejó el albino
- Deja de quejarte, solo disfrútalo – dijo volviendo a besar al albino
- Es-espera Akutagawa – se quejó de nuevo apartándose – Y-yo
- Jinko, he esperado por mucho tiempo, solo esta vez y seré más tranquilo después de esto
- O-oye pides demasiado – se quejó el albino, Akutagawa suspiro
- Rashoumon – le llamo a su fiel bestia dejando al albino de manos atadas
- ¡¿A-Akutagawa?! – grito sorprendido el albino
- Jinko... - le miro serio, su mirada era tranquila y amable, Atsushi se sorprendió
- Es-está bien – dijo el albino sonrojado – so-solo se a-a-amable...
- Jinko... - le abrazo fuerte y volvió a besar
Atsushi se sentía sonrojado, se sentía sorprendido y más que nada avergonzado, el mafioso recorria su cuello y jalaba su corbata para quitarla
- A-Akutagawa e-es vergonzoso
- Nadie te ve, estamos en el techo de un edificio abandonado – Akutagawa sonrio – la única que te ve es la luna y las estrellas
- Pu-puedes ser muy romántico, sabes – dijo el albino sonrojado
- Lo se
Akutagawa besaba el cuello del albino, dejaba marcas rojas por todo el cuello mientras desabotonaba su camisa y la quitaba junto con sus suspensores, era lento y delicado, eso fastidiaba al albino, estaba muy nervioso, pero de un momento a otro, Rashoumon se fue, dejándolo libre aunque lo que hizo el mafioso seguido dejo al albino de color rojo.
El mafioso había acostado delicadamente al albino, Atsushi seguía sonrojado, tenia la mirada penetrante del ojigris frente a él
- Jinko... tu cuerpo es suave – dijo el mafioso
- No todo es suave – dijo el albino apenado
- ¿tus quemaduras?
- ¿Cómo sabes de ellas?
- Recuerda que la mafia te quería para vender, se sabe mucho de ti – dijo el mafioso
- Uno no tiene privacidad y – el albino no pudo terminar, el mafioso nuevamente besaba al albino
Atsushi se vio perdido en el limbo del beso, mientras Akutagawa aprovechaba para quitarle sus ropas, las botas y el pantalón dijeron adiós rápidamente, pero el mafioso se entretuvo con el bóxer, acariciaba el miembro erecto del menor por encima de él deleitándose de los pequeños gemidos aunque parecían gruñidos de parte del tigre. Akutagawa vio aquello chistoso, quito el bóxer y acerco al albino tres de sus dedos
- ¿eh? – pregunto el albino sonrojado
- Si voy a entrar debo prepararte – dijo el mafioso – lámelos, no muerdas Jinko
- N-no soy un perro – se quejó el albino, el mafioso aprovecho para meter sus dedos en la boca del albino
- No, pero si un tigre come hombres – dijo el mafioso burlón
Atsushi gemia por la sensación de los dedos en su boca, Akutagawa se deleitaba por el albino son saliva por sus comisuras y sus iris extendidas, era una obra de arte para recordar por siempre, saco sus dedos muy a su pesar de la boca del albino haciendo que este se quejara por tal acto
- Meteré el primero – informo el mafioso mientras llevaba su mano a la entrada del albino
- N-no tienes que avi – el albino dejo un grito al sentir el primer dedo
- ¿Qué? ¿Qué no te avisara? – pregunto burlón el mafioso
- I-idiota
El albino comenzaba a gemir más por la sensación de las pequeñas embestidas con el dedo del mafioso, Akutagawa aprovechaba para jugar y lamer los pechones del albino, Atsushi de nuevo se sentía perdido por las sensaciones, Akutagawa dejo entrar su segundo dedo, los expandía como si de tijeras se tratan, Atsushi ya lo lograba aguantar más y lo logro, termino, manchando su mismo abdomen y algo de la ropa del mafioso
- ¿No pudiste aguantar? – dijo molesto el mafioso
- Cre-creo que se nota que n-no – dijo el albino molesto por el mafioso
- Ahora haré lo que yo quiera – dijo el mafioso molesto
- Es-espera no seas bruto – se quejó el albino al ver al mafioso sacar su miembro
- Ahora me insultas
- Lo merecías
- Tu mereces otras cosas y no las hago
- Ca-Cállate idiota
- Cállame cuando me mantengas
- ¡A-Akutagawa! – grito molesto el albino
Akutagawa había enfurecido, siempre terminaba así, peleando con el albino, solo saco sus dedos y metió su miembro en el albino, Atsushi grito fuerte por aquella intromisión, dolía, pero le agradaba, Akutagawa llego al fondo, abrazo al albino esperando un momento, Atsushi se quejaba mientras lo abrazaba, no podía negarlo, disfrutaba de ello
- Me moveré – dijo el mafioso
- Le-lento – pidió el albino sofocándose
Akutagawa se movía lento, Atsushi seguía gimiendo en aquel vaivén, rasguñaba la espalda del mafioso y hombros también, sentía que moriría, sentía dolor pero sobretodo sentía placer, se sentía completo, se sentía amado
- Jinko, estas apretado, no podre más – dijo el mafioso
- So-solo ha-hazlo – dijo el albino respirando agitado
- Jinko, tus gemidos son sexys
- Ca-cállate Akutagawa
- Jinko, me encantas – dijo el mafioso
- Me en-encantas también – dijo el albino sonrojado
El mafioso beso al albino, un beso lleno de pasión y deseo, Atsushi sintió el golpe llegar, el mafioso había terminado dentro de él, aquello se sintió como si tuviera agua tibia dentro, pero en lugar de asustarse solo sonrió aliviado, el mafioso salía de él y le daba su camisa
- Descansemos – dijo el mafioso
- No me molestaría quedarme aquí – decía Atsushi mirando el cielo – es hermoso...
- La luna te hace verte majestuoso Jinko
- Eso es porque... - Atsushi se acomodó en el hombro del mafioso – estoy contigo Ryu...
- ¿co-cómo?
- La señora Mako me dijo tu nombre, Ryunosuke
- Si lo vuelves a decir tendremos segunda ronda – dijo el mafioso, Atsushi guardo silencio unos segundos
- Ryunosuke – dijo el albino y el mafioso se le fue encima de nuevo
Atsushi sonreía con aquello, realmente era el mejor día de su vida, Akutagawa volvió a besarlo entre risas y como lo prometió volvieron a hacerlo, aquel 14 de Febrero fue el que Atsushi jamás olvidará ¿y cómo hacerlo? También fue el día que consiguió a su primer novio y perdió la virginidad, conoció niños maravillosos y paso la noche en un edificio abandonado... Pero Atsushi jamás había sido más feliz que en esa noche
¡GRACIAS POR LEER!
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