Regalo de navidad 1/2

Baekhyun había sido guiado por Chanyeol hasta estar frente a una puerta cerrada. El gatito la reconocía; desde que el híbrido se mudó allí, Chanyeol había estado ordenando ese cuarto día tras día.

El minino solía ver películas con su papi; junto a la chimenea y envueltos en una gran y peluda frazada. Pero cuando el azabache empezó la limpieza y el orden, Baekhyun se ofreció a ayudar de inmediato.

Estar solo frente a la televisión no le simpatizaba tanto como pasar el rato con Chanyeol, organizando los papeles que le indicaba acomodar en una pila, y ganándose besos y mimos por hacer un buen trabajo.

Pero la limpieza había terminado hace dos días, así que no entendía qué hacían en el segundo piso frente a la puerta de ese depósito, como decidió bautizarlo Baekhyun, o por qué Chanyeol lucía tan entusiasmado.

-Ábrela -pidió el mayor a sus espaldas, inclinándose para susurrar sus palabras en una de sus orejas.

El gatito se estremeció por el aire tibio rozándolo, pero avanzó al sentir el suave empujón en su espalda baja para posar ambas manos en el picaporte y girarlo.

Cuando la puerta terminó de entornarse, Baekhyun se encontró con el depósito en penumbras. El olor era diferente, agradable en comparación a lo que era antes, pero aún así estaba confundido. Ya iba a girarse a preguntar al mayor qué estaba pasando, cuando la mano de Chanyeol accionó el interruptor y las luces se encendieron.

Las pupilas del gatito se dilataron cuando repasaron el cuarto por completo: del techo colgaban aviones coloridos, el piso estaba cubierto por una alfombra azul marino, y las cortinas eran celestes, con las puntas azules asemejando el océano, y pequeños barcos pintados en la superficie de éste.

El gatito parpadeó un par de veces, miró a Chanyeol, que le sonreía ampliamente, y luego nuevamente al cuarto.

-E-Es... Es...

-Así es bebé -respondió el mayor con orgullo, colgando en la puerta un cartel de madera -Es tu cuarto.

Baekhyun observó embelesado las letras en madera, que rezaban "Baby Baek" pintadas en colores vivos, rodeadas de peces y un submarino caricaturesco.

-¿Te gusta? -preguntó el alto, cariñoso, acariciando detrás de una de las orejas del minino -Jongdae me dijo que te gustan mucho los barcos y el color azul.

Baekhyun no cabía en sí de felicidad, el chillido que emitió lo dejó más que claro, antes de que corriera a abrazarse al peluche gigante de Rilakkuma que estaba en una esquina.

-¡Gracias! -gritó con el rostro enterrado en la felpa, para luego correr a los brazos del alto, saltándole encima y encaramándose a él con brazos y piernas -Gracias gracias gracias, daddy. ¡Me encanta! -repetía con ojos brillantes, llenándole la cara de besitos mientras reía y brincaba en los brazos del mayor.

Chanyeol sonreía como idiota. Se había puesto en contacto con Jongdae para que le guiara a acondicionar el cuarto del híbrido con todo lo que le gustaba.

El gatito ya en el suelo, tiraba de uno de sus brazos, llevándolo por cada rincón de la habitación, y preguntando ¿esto es mío? y ¿puedo jugar con él? mientras señalaba y tocaba todo con sus curiosas manitos.

Tenía su propio armario, lleno de ropas en tonos azules y acordes para que su colita se moviera libremente. Un perchero con varias salidas de baño, todas de animales, las cuales se probó una por una para enseñárselas a su papi; una naranja con rayas negras y una cola, otra blanca con largas orejas y un pomponcito a modo de rabo, una blanca con manchas negras, y una gris con dientes de castor en la capucha.

-¿Puedo usarlas cuando quiera? ¿Todos los días?-ahora señalaba emocionado la cómoda, específicamente los seis diferentes frascos de colonia para bebé. Había abierto todas y olisqueado cada una, moviendo las orejas a la par que su naricita.

Los recientes eran figuras divertidas como un león, una jirafa, una foca subida a una colorida pelota, un hipopótamo con una gran barriga, un caracol de ojos saltones y un pollito saliendo del cascarón. Todos ellos adorables como el actuar del minino.

Chanyeol afirmó sonriente, ganándose un gran abrazo, que duró solo un segundo, porque el gatito ya estaba nuevamente corriendo, esta vez hacia la cama.

-¡Es un barco! -gritó desde debajo de ella, asomando su carita por una de las tres aberturas a modo de escotilla que cubrían el espacio entre la cama y el piso.

Salió por esta, para meterse a través de ella nuevamente, y repetir la acción con las otras dos aberturas. En verdad que a los gatos les encanta hacer eso, pensó Chanyeol.

Cuando exploró todo el barco y los cojines que allí se encontraban, fue el turno de la cama. Tenía un sinfín de almohadas en tonos pasteles, y en medio de ellas una caja de terciopelo negro.

Un momento... ¿Terciopelo negro?

Baekhyun al verla abrió los ojos enormes, girándose a ver al alto como si preguntara si lo que veían sus ojos no era un sueño.

Chanyeol solo sonrió con suavidad, añadiendo es tu regalo de navidad, antes de que el gatito brincara a la cama y quedara de rodillas para tomar la caja con ambas manos y abrirla.

Lo que el híbrido ahora veía, hizo que los ojos se le llenaran de lágrimas, antes de girarse a mirar a Chanyeol a los ojos.

-Daddy... -sollozó con labios temblorosos.

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