Clases... de besos
Chanyeol observaba desde su lugar en el sillón a su gatito jugar con una de sus mantas. Baekhyun tenía la costumbre de dormir siestas en cualquier parte, así que había varias repartidas por toda la casa.
El peliblanco se revolcaba con ella, enredando y desenredándose, dejando solo sus orejas y cola a la vista.
El alto sonreía al oír la risita tras las capas de tela, sintiéndose feliz de solo poder apreciar esa escena.
-Baekhyun -llamó al cabo de varios minutos de permanecer en esa posición.
El gatito asomó sus orejas y luego sus ojos, mirando interrogante a quien lo había llamado.
Chanyeol no dijo nada, solo extendió la mano y palmeó uno de sus muslos. El menor lo captó enseguida, y con una gran sonrisa, fue a subirse al regazo de su papi.
Baekhyun se sentó en las piernas del azabache, y ambos permanecieron en silencio por unos segundos, solo mirándose a los ojos y sonriendo, las mejillas del minino adquiriendo un leve rubor cada vez más notorio.
Entonces, Chanyeol cerró los ojos y se inclinó a degustar sus labios. El beso se sentía tibio y lento, y pronto el híbrido empezó su hipnótico ronroneo. Pasó ambas manos por el cuello del alto y coló su áspera lengua buscando que el contrario le correspondiera.
Pero eso no pasó. En lugar de ello, la diestra del mayor subió hasta acariciar la mejilla del gatito en un movimiento suave y fluido. Esta vez, esto no se trataba de solo disfrutar.
-Acaricia mis labios con los tuyos -indicó en susurros contra los finos belfos -Hazlo hasta memorizar su textura. Nadie nos apura bebé, tenemos todo el tiempo del mundo -suspiró dejando que el híbrido pusiera en práctica lo que le acababa de explicar.
-E-Esta bien -murmuró el bajito.
Chanyeol se dejó hacer, relajándose ante los movimientos cada vez más lentos del menor. Los labios, primero tensos y titubeantes, se volvieron serenos y algo más seguros que en un comienzo. La respiración errática del minino se ralentizó, siendo reemplazada por los suspiros que ahora emitía.
-Así bebé, lo estás haciendo muy bien -lo alentó el mayor, colando al fin su lengua en la boca contraria, recibiendo un temblor y una exclamación ahogada como respuesta.
Chanyeol nuevamente apaciguó los movimientos ansiosos de la lengua del gatito con la suya, guiando el beso para que el peliblanco complementara sus acciones.
Ambos se movían en sincronía, con lentitud tortuosa. El alto no podía estar más satisfecho con el entusiasmo que su pequeño estudiante había demostrado hasta el momento. Quería que Baekhyun viera los besos como algo más que un simple juego preliminar.
Decidido a recompensarlo por haber seguido correctamente sus indicaciones, ladeó el rostro y profundizó el beso aún más, cediendo a su instinto de dominio que tanto había retenido en esta ocasión.
El cuerpo sobre sus piernas fue atacado por suaves temblores, y entonces Chanyeol fue más allá. Acunando el rostro del gatito entre sus manos y levantándole el mentón, expuso su cuello para llegar a él con un camino de besos mariposa.
Una vez en su destino, lamió cada centímetro de piel, sintiendo los vellos de la nuca del menor erizarse con sus acciones.
-Da-Daddy... Nyahh... ¿Q-Qué haces? -suspiró el híbrido, aferrándose a los hombros del mayor con vehemencia.
Chanyeol dejó más besos allí antes de dirigir sus labios al otro lado del cuello, pasando por la nuez de adán de Baekhyun y dejando un suave mordisco allí.
-Mmmm... Solo tengo una sesión de besos con mi bebé -susurró soplando aire donde recién había estado su boca.
-Ngh... Pero ya no nos estamos besando... Nyahh... -replicó el bajito, retorciendo sus piernas entre sí cuando un cosquilleo empezó a formarse entre ellas.
-Hay mucho más que solo la boca -explicó Chanyeol mientras colaba sus manos bajo la holgada playera que el minino llevaba puesta -Hoy aprenderás algo más de los besos.
Cuando acabó de hablar, subió las manos acariciando el torso del menor hasta que sus pulgares rozaron sus pezones, arrancando un suspiro de los finos labios y yendo más allá, haciendo que su bebé levantara los brazos para desvestirlo por completo.
Ojos brillantes, mejillas afiebradas y orejas sobresaliendo del alborotado cabello le dieron la bienvenida. Pero solo duró un segundo, ya que Baekhyun se apresuró a agachar la cabeza y bajas sus manos hasta su regazo.
Chanyeol se extrañó por un momento ante la repentina timidez de su minino hasta que bajó la vista del rostro avergonzado y halló la causa.
-¿Qué has hecho con tu ropa interior bebé? -interrogó el alto enternecido, acariciando uno de los muslos esperando una respuesta. Su gatito lo había sorprendido gratamente -Yo te la puse después de la ducha.
Baekhyun se tomó un segundo antes de alzar la vista y fijar sus orbes dorados a los de su papi, el sonrojo llegándole más allá de las cejas -Es que... hoy solo estamos los dos en casa... y...y-yo quería...
Las manos del minino se retorcían nerviosas, sus palabras sonando en apenas un balbuceo mientras movía la cola de un lado a otro denotando su inquietud.
El azabache tomó una de las manos del menor, llevándosela a la boca y haciendo que Baekhyun siguiera el movimiento con la mirada.
-Mi bebé es muy hermoso cuando actúa tan tímido -canturreó anclando sus ojos oscuros a los claros del gatito, mientras acariciaba los nudillos con sus labios al hablar.
Besó cada uno de ellos, consiguiendo que los colores en el rostro del menor incrementaran aún más, y luego le giró la mano y besó su palma.
Lento y seductor, llenó de besos la zona y fue a la cara interna de la muñeca, arrancando suspiros con cada respiración que el híbrido daba, subiendo parsimonioso hasta llegar a los hombros.
Probó una vez más de la boquita de su bebé, acariciando la suave espalda y la cola antes de repetir sus acciones con el otro brazo, intercalando sus mimos con exquisitas mordidas.
-D-Daddyy... -el gatito se hoyó suplicante cuando el mayor marcaba con mordidas y chupetones la piel de su vibrante pecho, jugando con los erizados pezones, tomándose turnos para dar su atención a ambos por igual -Nyaah... Por favor... -gimió en un hilo de voz.
Chanyeol no necesitó que el bajito terminara la frase para saber a qué se refería. Desde su posición, podía ver perfectamente la roja erección pegada al vientre brillante de presemen del híbrido.
Comiéndole la boca nuevamente, tomó a su bebé de los costados, invirtiendo sus posiciones en un segundo. Dejó a Baekhyun con brusquedad en el sofá, el cascabel en su cuello sonando por la sacudida, y Chanyeol terminó arrodillándose en la alfombra frente al sillón.
El híbrido lució perplejo por un segundo, pero Chanyeol no le dio tiempo a aclarar sus dudas. Antes de que el menor pudiera decir una palabra, el azabache alzó una de sus piernas, iniciando un camino de besos desde su tobillo, deshaciendo al gatito en quedos gemidos cada vez más eróticos a medida que se acercaba al punto central.
Para cuando acabó con ambos muslos, Baekhyun había resbalado hasta estar prácticamente acostado en el sillón. Entonces el alto acomodó ambas piernas en sus hombros, y se inclinó a aliviar el punzante dolor.
-¡Nyaaahh...! -un sonoro maullido brotó de la garganta del gatito cuando la calidez de la boca de su papi lo envolvió, tomándolo por sorpresa.
El híbrido echó la cabeza para atrás y hundió las uñas en los posabrazos, tratando de controlar las sensaciones que lo asaltaban mientras el mayor parecía no tener intenciones en ceder en lo absoluto.
Sin mostrar un atisbo de consideración, siguió en su tarea, sin darle tregua al pequeño, estrujando sus muslos hasta llevarlo al límite y dejar al fin la longitud libre, que un segundo después ensució el vientre del minino liberando una descarga tras otra de perlado semen.
Chanyeol acariciaba las delgadas piernas con ternura, besando encantado la dulce piel sin apartar la vista de su niño que respiraba dificultoso, saliendo lentamente del estupor post orgásmico al que había sido arrastrado.
Ligeras convulsiones atacaban al pequeño cuerpo con cada roce de los dedos del alto, los sentidos del minino sensibilizados luego de su liberación.
-Ahora sabes algo más de los besos -susurró el alto yendo a acunar el cuerpo desnudo en sus brazos -Vamos cariño, tomemos un baño.
Baekhyun seguía algo atontado, pero no lo suficiente para no notar la evidente erección que presionaba su cadera con cada escalón que el alto subía.
-Pero... daddy... ¿qué hay de ti...? -susurró apretando los labios y desviando la mirada a la vez que sus mejillas se encendían.
-¿Qué hay de mí? -repitió Chanyeol sonriente. Le encantaba que su bebé estuviera tan pendiente de él -¿Qué opinarías si te dijera que ahora vamos a que te tome una evaluación? -canturreó jovial, logrando que la boquita y los ojos de su gatito se abrieran de sorpresa -¿Qué dices? ¿Listo para poner en práctica cuánto has aprendido de esta pequeña sesión? -sonrió guiñándole con picardía.
No hizo falta una respuesta verbal. Bastó que los labios del minino se unieran a los suyos para que Chanyeol supiera que su pequeño alumno estaba más que dispuesto a tomar el examen.
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