En un rincón desconocido de Beacon Hills...

-Míralo M, mira como Stiles se lo pasa bien con sus amigitos sin saber que pronto todo eso desaparecerá antes de lo que él cree. Cuando mejor esté lo atacaremos para que aprenda de una vez, que nadie escapa de nuestra manada - las risas macabras de la chica se resonaban por toda la habitación.

Pov Stiles.

El olor del bosque inundaba mis fosas nasales de una manera agradable, aunque prefería la selva donde antes había estado viviendo, podía conformarse con el bosque.
Con sumo silencio y agilidad me movía por el bosque en busca de mi presa.
Aunque ahora vivía en la ciudad, la necesidad de cazar no habían desaparecido y tenía que calmar aquella necesidad si no quería salirse de control de nuevo y dañar a alguien que después me arrepentiría.
Visualizo a un gran ciervo de color tostado que se encontraba concentrado en su apetitosa comida vegetariana que yo tanto odiaba.
Con pasos ligeros me acerco a mi presa escondiéndome entre los arbustos o entre los árboles acechándolo con lentitud y sigilo hasta que estoy lo suficientemente cerca para abalanzarme sobre él y darle un gran bocado en el cuello haciendo que se axfisie de inmediato.
El delicioso sabor de la sangre hace que mis instintos asesinos estén a flor de piel, desgarrando y masticando la deliciosa carne entre mis dientes, disfrutando cada bocado como si estuviera probando la comida de los dioses.
Aunque esto pareciera algo asqueroso, me había acostumbrado tanto al sabor de la carne cruda que casi no podía comer otra cosa que no fueran animalillos muertos que encontraba por el bosque.
Recuerdo la primera vez que maté mi primer ciervo con mis propias garras.

Flashback
-Cómelo- me señaló M a ese inocente animal que se encontraba muerto con las tripas fuera de su cuerpo. Me odiabas por esto. Odiaba que el olor de la sangre hiciera que deseara darle un bocado, me estaba convirtiendo en un asesino.
-N-no puedo- pronuncié con algo de dificultad, la tentación era demasiado grande.
-Claro que puedes, llevas días sin comer y sé que tienes hambre, mucha hambre- negé con la cabeza intentando demostrar lo contrario, pero el sonido de mi estómago me delató.
-Vamos, el primer bocado y ya no te parecerá tan horrible como aparenta ser, es más una vez que pruebes esto no serás capaz de comer otra cosa- sin poner más resistencia, dí el primer bocado, notando como un delicioso sabor a hierro hacía que mis sentidos se afinaran como nunca antes me había pasado. Con hambre devoré aquel delicioso manjar, observando de vez en cuando como M sonreía satisfecho.

Fin del flashback

-¿Stiles?- la voz que tanto conocía me sobresaltó. Sabía que esto podía pasar pero no quería que tan pronto, no estaba preparado para contar que había estado matando diariamente a animales para poder sobrevivir porque cazaba como si fuera un verdadero depredador sin parte humana.
-¿Qué estas haciendo?- maldecí interiormente por haber sido tan idiota y no haber hecho que se confundiera con mi olor dejando mis prendas esparcidas.
-"Comiendo"- me limité a responderle mentalmente, asustado por su reacción.
-¿Comiendo?- me miró confundido por unos segundos hasta que pareció entender la escena.
-Oh Dios Stiles ¿Por qué no comes comida humana?- bajé mis orejas apenado, mirando el suelo nervioso sin atreverme a mirarme a los ojos.
-"No puedo, la comida humana me sabe asquerosa"- contesté secamente.
-¿Asquerosa? ¿Entonces las veces que comités conmigo acabastes vomitandolo todo?- asentí de nuevo con la mirada baja, tenía miedo que me tachara de asesino.
-Stiles transfórmate- con algo de temor, me transformé en humano, quedándome ante él con unos simples boxers de color negro demasiado ajustados.
-¿Vas a hacerme daño?- pregunté con un hilo de voz.
-Gatito- sus suaves dedos me cogieron del mentón con suavidad haciéndome mirarlo a los ojos, encontrándome con una mirada tranquila llena de amor -Yo nunca voy a hacerte daño y no voy a dejar que nadie más te lastime ¿De acuerdo?- asentí con una sonrisa atrapándolo en un abrazo.
-¿Por qué no me has dicho antes que te da asco comer comida de humanos?.
-Pues... Tenía miedo de que me odiaras o me llamaras asesino- susurré con un hilo de voz.
-Bebé, a veces eres realmente idiota- fruncí el ceño al escuchar eso, acurrucándome más en su cuello -¿Es por eso que tienes los ojos azules cuando te transformas?- mi corazón dejó de latir durante medio segundo y la respiración se me volvió pesada e irregular. No quería recordar aquello.
-¿Bebé?- la voz de Derek se escuchaba preocupada pero yo solo podía mirar el suelo. No me atrevía a mirarle a los ojos.
-No quiero contarte eso- dije con un hilo de voz y con mi voz temblando bastante.
-No pasa nada ¿vale? Cuando estes listo, todo cuando estés listo- asentí ahogando un sollozo.
Después de un tierno momento entre nosotros dos que cosistía en quedarnos ambos acurrucados hablando de cosas triviales, caminábamos hasta la salida del bosque cogidos de la mano.
-¿Quieres que te acompañe hasta casa?- negué con la cabeza con una pequeña sonrisa.
-No hace falta, estaré bien- susurré con una pequeña sonrisa -Ya no soy tan débil como antes- ignoro por completo su mirada de desconfianza comenzando a caminar hacia el camino contrario que me lleva hacia mi casa.
-Adios Derek, nos vemos mañana- me depido agitando la mano sin girarme a verlo una vez más.
Las calles estaban oscuras y frías, dignas de una serie de terror donde seguramente alguien me atacaría por la espalda. Yo y mi maldita boca.
-Vay
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Ñé. Qué os a parecido mis queridas fans de la hermosa pareja conocida como Sterek? Justo en el siguiente capítulo empieza lo bueno, la acción, el drama y todo eso. >:D Podría seguir este capítulo pero como soy bien malota os voy a dejar con la intriga.
Un bechote grande.
Lu.