Capítulo 18
—Disculpa... ¿qué? —preguntó incrédulo.
No lo culpaba, yo tampoco lo creía.
—Estoy embarazada —repetí intentando que en esa ocasión nos cayera el veinte—, y cómo solo he tenido relaciones sexuales una vez en vida, creo asumir correctamente que eres el corresponsable de esto —dije señalando mi vientre.
Los ojos azules del chico se abrieron enormes, dejándome disfrutar del azul profundo y claro de ellos y pensé que sería lindo que nuestro problema naciera con esos ojos.
«Bien, a mí ya me había caído el veinte»
—Byakuya va a matarme —dijo terriblemente aterrorizado.
Toshiro llevó sus manos a su blanca cabellera, jalando su cabello hacía atrás. Asentí. Yo creía que eso podría pasar.
—A mí también —dije mientras una confusa sonrisa se instauraba en mi rostro.
Inhalé hondo y soplé lento el aire, necesitaba tranquilizarme, mi cuerpo comenzaba a temblar.
El ojiazul, que no me miraba, soltó su cabello respirando profundo también. Supongo que intentaba calmarse, pero respirar profundo no le ayudaría, a mí no me servía de nada.
—Esto es culpa de Matsumoto —dijo después de un rato de silencio, que por cierto no se sentía nada incómodo.
—¿Crees que quiera hacerse responsable? —pregunté burlona.
Ya no estaba alterada, yo había aceptado mi destino.
Toshiro Hitsugaya me miró primero sorprendido y luego sonriente.
—Quién sabe —dijo—, pero no hace falta.
Realmente esperaba que dijera que no hacía falta porque él se haría responsable, porque si llegaba a decir que debíamos deshacernos del problema le arrancaría pelo por pelo, uña por uña y dedo por dedo hasta que suplicara morir.
»¿Qué quieres hacer? —preguntó y, segura de que mi decisión no cambiaría, le devolví su pregunta.
—¿Qué quieres hacer tú? —cuestioné.
El capitán Hitsugaya me miró fijo, y sentándose en la cama, tan cerca que fue capaz de acariciar mi mejilla donde dejó descansar su mano que me atraía a mirarlo, dijo justo lo que quería escuchar.
—Quiero lo que tú quieras —dijo.
Eso me sorprendió un poco, pero estaba bastante bien, después de todo yo tenía muy claro lo que quería y se lo dije.
—Quiero seguir adelante... quiero caminar a un futuro que no duela demasiado... quiero estar rodeada de gente que me quiera y me proteja... quiero poder proteger a los que amo... quiero una felicidad verdadera... aunque no sepa lo que significa eso.
Lo que comenzó con una sonrisa terminó en un sofocado llanto.
Imposible que no, me habían pasado demasiadas cosas recientemente, además ese chico me hacía sentir segura. Sería porque quizá estaba tan asustado como yo, pero me sentía comprendida, acompañada y segura.
El ojiazul limpió mis dos mejillas y sonrió. Entonces dijo algo que quizá podía sacarme del hoyo en que me encontraba, dijo algo que quizá necesitaba escuchar para decidirme de una vez por todas a tomar las riendas de mi vida.
—Pues tal vez deberíamos intentar aprenderlo juntos —dijo.
—¿Deberíamos? —pregunté y, sonriendo, me abrazó.
Ese abrazo se sentía realmente bien, era fuerte pero no asfixiante, era lindo, así que lo abracé. Me abracé a él para disfrutar del calor de su cuerpo, un calor que recordaba poco pero que me gustaba mucho.
—¿Quieres que hable con tu papá primero?, ¿o con tu tío? —preguntó el que me abrazaba.
—Necesito ir a hueco mundo y hablar con Grimmjou —dije tras inhalar profundo y sentirme un poco envalentonada para hacer lo más difícil que debía de hacer.
Toshiro separó mi cuerpo del suyo y con mucha sorpresa en el rostro.
—¿Por qué tienes que ir a Hueco mundo? —preguntó realmente confundido y repetí lo que estaba segura ya había dicho y él había escuchado bien.
—Para hablar con Grimmjou.
Creo que su mandíbula se dislocó por la manera en que abrió la boca.
—Grimmjou es un hollow —soltó.
—Es un espada —corregí y él me miró como intentando asimilar lo que dije.
—Eso es peor —dijo alterado—. No puedes ir a Hueco mundo, es peligroso.
En realidad para mí no lo era. O al menos es lo que esperaba, pues no estaba segura de la reacción de Grimmjou cuando le dijera que no sería más parte de ese plan del que hasta ahora era cabeza.
—No va a pasarme nada —dije—... probablemente.
Interrumpió repitiendo mi última palabra y sonreí queriendo explicar el motivo de mi visita a hueco mundo, pero no me dejó.
—No irás —dijo dejándome perpleja.
«¿Se estaba atreviendo a darme una orden?, ¿quién se creía que era?»
—A ver, no estaba pidiéndote permiso —expliqué con fingida calma—, dije que necesitaba hacerlo así que lo haré aún si no te gusta a ti o a todo el mundo.
—¡Dije que no vas! —gritó furioso.
—¿Y quién se supone que eres para prohibirme hacer algo? —pregunté—. Ni siquiera te conozco —dije intentando recordarle que no era nadie para mí, pero cuando respondió me quedé sin argumentos.
—Soy el padre de nuestro hijo —explicó algo muy obvio pero que yo había olvidado. Respiró profundo por enésima vez intentando calmarse—. Es peligroso, no puedes hacer eso —dijo, pero yo no lo creía así, por eso tomé su mano informando algo que estaba bastante segura era realidad,
—No es peligroso, hueco mundo fue mi hogar por mucho tiempo, ellos no me harán daño, soy la hija de Aizen —Sonreí—, no se atreverían —afirmé fijando la mirada en sus ojitos confundidos.
—¿Eres la hija de Aizen? —preguntó muy contrariado—, creía que eras hija de Kuchiki Byakuya —dijo provocándome una sonrisa que dispersara la ansiedad que teníamos.
—Es una larga historia que te contaré si me traes algo rico para comer. Me muero de hambre —informé y sonreí de nuevo.
Toshirou Hitsugaya movió la cabeza en negativas, respiró profundo, sonrió y se fue.
Continúa...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top