𝟎𝟎. the night of memories
✶ㅤ PRÓLOGO : CAMDEN
❪ i will meet you at the graveyard. ❫
years ago, cork.
Siempre había escuchado que la gente decía que nunca sabías lo que tenías hasta que lo pierdes. De pequeña no me había causado mucho sentido, pues sabía a la perfección lo que tenía, sería tonta si no. Tenía un gato, sabía exactamente la cantidad de juguetes que tenía y también tenía una gran casa de muñecas que construyó mi papá.
Sabia lo que tenía, o al menos pensaba que lo sabía. Hasta que los perdí. De repente, con mis seis años, encontré el verdadero significado de perder. No se trataba de un simple objeto sin significado. Era algo aún más profundo. Se trataba de perder algo que no podría recuperar.
Hoy era un sábado de 1995. Había pasado una semana desde que papá se ahogó junto con mi hermanita menor, Bethany.
Se suponía que iba a ser su hermana mayor, donde yo podría aconsejarla de cosas que aún no sabía pero sabría cuando fuera mayor. Donde jugaríamos juntas y haríamos pijamadas todas las noches. Ella solo tenía tres años.
Mi papá se fue como mi héroe y aunque no esté aquí, seguiría siendo mi héroe. Una figura de admiración, cuando siempre trabajó duro, cuando siempre nos consintió y se aseguró de que no nos faltara nada.
Ahora me encontraba llorando de manera silenciosa. Mis ojos rojos derramaban lágrimas mientras mi pequeña mano se aferraba a la mano de mi hermano mayor, de mi otra mitad. Sabía que esto me afectaba a mi de la igual forma que afectaba a Gerard, lo sabía porque su mano se aferraba de la misma forma a la mía.
Stop Crying Your Heart Out comenzó a sonar y una pequeña sonrisa triste se asomó por mis labios mientras las lágrimas seguían saliendo. Oasis era el grupo favorito de papá.
De repente, llevaban ella caja marrón donde papá descansaba por el pasillo y detrás de ella venia la caja blanca, donde Bethany descansaba.
Gerard y yo comenzamos a seguir detrás de la tía Jacqui, pero delante de mi madre. Su mano se aferraba con fuerza a la mía mientras que nuestros corazones se rompían ahí mismo.
Extrañaba a papá. Extrañaba a Beth.
Pero no había vuelta atrás, ahora tenia a mi hermano y no pensaba en dejar que el se fuera de la misma manera.
— Quiero a mi papá. — susurré logrando que Gerard me observara y me abrazara de lado mientras caminábamos.
— Yo también, Cami. — dijo mientras comenzaban a meter el ataúd en ella tierra, de repente todo era más triste. De repente todo dolía más.
Necesitaba salir de ahí, necesitaba de dejar de ver cómo se iban, cómo cada vez más los sentía más lejos. No podía, no era lo suficientemente fuerte como Gerard o como mamá.
Era débil. Nací débil y continuaría de esa forma. Mark lo había dicho muchas veces. Era una llorona débil y un estorbo en esta familia. A lo mejor, en vez de Beth debía ser yo. A lo mejor, así todo hubiera sido mejor.
Antes de irnos, nos encontramos con Claire, Hughie, Lizzie y Patrick. Nuestros amigos y en parte, mi familia. Siempre me juntaba con Claire ya que vivía cerca de nosotros, aunque por alguna razón, siempre fue más cercana a Gerard.
— Siento mucho lo de su padre. — Lizzie murmuró con tristeza, mirándome a mi y luego a Gerard. — Y lo de su hermana también.
— Gracias Liz. — susurré yo limpiándome las lágrimas con las mangas de mi vestido negro.
— Ah, les traje esto. — añadió ella, metiendo la mano en el bolsillo de la falda. ―Lo siento, se me dobló en el bolsillo― Colocó dos margaritas rotas en nuestros regazos antes de acomodarse en el sendero junto a Hughie. — Es para la tumba.
— Gracias, Liz― dijo mi hermano antes de observar al resto de nuestros amigos. ― Gracias por quedarse, amigos.
— Siempre nos quedaremos, para ambos. ― respondió Hugh, manteniendo un brazo alrededor de Gerard, mientras usaba el otro para arropar a Lizzie a su lado.
— Exacto ― coincidió Patrick, mirándome con una pequeña sonrisa confortante.― ¿Para qué están los amigos?
— Para apoyarse. — repliqué yo mientras apoyaba mi cabeza en el hombro de mi hermano.
No pasó mucho tiempo para que Lizzie y Patrick se fueran por sus padres. Hughie había acompañado a Lizzie para dejarla con sus padres y Patrick se había un rato después. Ahora éramos sólo Claire, Gerard y yo, sin embargo, podía notar que Gerard la tenía an ella.
Y no podía evitar preguntarme: ¿a quién tenía yo?
― Gerard, Camden, es hora de volver a casa ― llamó mi madre y de inmediato tanto yo como mi hermano nos tensamos cuando nuestra familia junto los Biggs caminaron hacia nosotros. ― Tenemos que atender a las personas vienen a casa a presentar sus respetos.
― Cinco minutos más ― espetó, respirando fuerte y rápido ahora. ― Por favor.
― Tenemos que irnos ya, cariño ― le insistió mami.
― Por favor ― repetí yo esta vez, mirando al sendero. ― Cinco minutos.
― Pueden venir a casa con nosotros, Sadhbh― Claire ofreció, rodeándole los hombros con el brazo a mi hermano. ― Tenemos sitio en el auto.
― Hoy no, Claire, cariño. ― contestó, sorbiéndose los mocos. ― Gerard y Camden tienen que estar con su familia ahora mismo.
― Ellos no son mi familia. ― espetó gerard con el ceño fruncido. ― Ellos son mi familia. ― añadió, señalando en dirección contraria, hacia donde estaban enterrados papá y Beth. ― Camden es mi familia. Así que déjame en paz, ¿sí?
― ¡Gerard! ― mamá exclamó, y luego estalló en otro ataque de llanto. ― Te necesito conmigo ahora mismo. Los necesito conmigo.
― Déjalos ir con sus amigos, cariño ― trató de persuadir Keith. ― Se sentirán mejor con gente de su edad.
— Sí, déjalos ir ― gruñó Mark. ― Estoy harto de tanto lloriqueo.
Mi ceño se frunció en cuanto Mark habló, no podía ser tan insensible, no podía ser un monstruo. Quería gritarle, quería decirle todo lo que pensaba de él. Pero mi voz simplemente no salía, no podía hablar. Tenia tantas cosas para decir y aún así no tenía el coraje suficiente para soltarlas sin más.
Él tenía razón. Era débil.
january 2005, cork.
Escuché el ligero sonido de la puerta abriéndose, pero supuse que no era importante. De repente el colchón se movió bajo su peso y su cuerpo se deslizó entre las sábanas. No era quien pensaba, no era Gibs.
« Ni se te ocurra decir una palabra. » podía escuchar su voz firme y áspera, de repente mi piel se erizó. De repente mi cuerpo comenzó a temblar mientras sentía su peso encima de mi, no tenía escapatoria.
Lágrimas silenciosas salieron de mis ojos mientras los cerraba con fuerza pidiendo que no fuera verdad. Pero aún así estaba pasando, no tenía escapatoria, no podía hablar.
« Nadie te creerá. » habló nuevamente mientras mi cuerpo temblaba sin detenerse, mi respiración se agitaba con miedo y mis ojos se cerraban con fuerza mientras las lágrimas caían sin parar. Nadie me creería.
Enseguida abrí los ojos del temor, mi cuerpo estaba cubierto en sudor mientras una manta me arropaba en el sillón de mi cuarto. Entonces mi mirada se desvió a mi cama perfectamente hecha y sin tocar. No había podido dormir en ella desde hace diez años y no pensaba comenzar ahora. Era un recuerdo constante de la pesadilla por la que había tenido que pasar durante años.
Sin más, aún con mi cuerpo temblando con sudor y las lágrimas cayendo por mis ojos me levanté de lo que había sido mi cama por estos años y salí de mi cuarto para dirigirme al de mi hermano.
Tres golpes fueron necesarios para que la puerta se abriera. Gerard se restregó los ojos antes de verme y sé que entendió a la perfección de que se trataba, no era la primera vez y sabía que tampoco sería la última. Gerard me miró con preocupación mientras se hacía a un lado, dejándome pasar.
Me senté en su cama a un lado de él mientras me abrazaba. La misma rutina de siempre, yo siendo una carga más para esta familia.
— Lo siento. — susurré, mi voz suave pero soltando algunos sollozos, no podía evitarlo. — Te estoy molestando cuando mañana te tienes que levantar temprano.
— No sientas nada, Cami. No por esto, nunca. — dijo y aunque sabía que intentaba hacerme sentir mejor, solo lograba sentirme cómo una carga. — Cuando papá y Beth se fueron...sentí que había perdido a toda mi familia. Pero luego te vi a ti y de repente todo era mejor.
— Los extraño. — susurré limpiándome las lágrimas con las mangas de mi pijama.
— Yo también. Pero a lo que me refiero. Es que ya los perdí a ellos, no puedo perderte a ti. De verdad que no puedo. Podré tener a Johnny y sé que tengo a mi Claire, pero lo que tú y yo tenemos es algo más allá y lo sabes. — habló con su voz baja pero sin duda me estaba haciendo sentir mejor.
— ¿Te refieres a que compartimos trauma? — pregunté haciendo que soltara una corta risa que rápidamente me contagió a mi.
— Me refiero a que somos tú y yo. Y eres la razón por la que sigo en esta familia, mi propósito es cuidarte, sin importar lo que pase. Así que me podrías despertar a las tres de la mañana y me importaría una mierda, estaría ahí para ti. — explicó sólo logrando que lo abrazara más fuerte.
— ¿Incluso cuándo está Claire?
— Bueno, no te adelantes, niña, hay que poner límites. — reí ante su respuesta mientras el acariciaba mi cabello. — Sabes que eres lo más importante en mi vida, ¿no?
Yo solo asentí. Porque lo sabía y también resultaba que él era lo mas importante en la mía.
— Sabes, Gibsie es divertido y todo, pero Gerard, Gerard es el mejor. — susurré escuchando como un suspiro abandonaba sus labios. — Eres el mejor hermano mayor que pude haber pedido.
— Y tú eres la mejor hermana menor, Cami. — dijo logrando que sonriera una vez más.
Sabía muy bien que a veces podía llegar a ser dificil, lo sabía porque no hablaba la mayoría del tiempo y eso estresaba a Gerard. Incluso cuando intentaba no demostrarlo, yo lo notaba. E intentaba cambiarlo, pero por alguna razón, era cómo si algo me retuviera a hablar.
Las únicas personas con las que hablaba era mi hermano y mi mejor amiga, Ivy. No sé muy bien cómo empezó nuestra amistad. Sé que fue porque mi hermano era mejor amigo de su hermano, pero aún no entendía por qué una chica cómo ella me hablaría a mi.
Aún así la amaba con mi corazón. Era una chica preciosa por dentro y por fuera, y daba unos abrazos de oso que hacían sentirte que todo estaría bien.
— Me pregunto si, si Beth siguiera acá. Me pregunto si yo hubiera sido una buena hermana mayor. — dije de repente dejando mis pensamientos de lado.
— Habrías sido la mejor.
Decidí creer en su respuesta mientras me aferraba a la única persona que me conocía del todo. Gerard no sólo era mi hermano mayor, sino también mi otra mitad. Lograba comprenderme como nadie había podido, incluso cuando éramos tan diferentes.
Porque Gerard podía llegar a ser el sol en persona, pero yo era su luna. Incluso siendo tan diferentes, incluso teniendo propósitos y personalidades diferentes, siempre llegaba un punto en el que no uníamos y de repente todo se sentía mejor.
Porque Gerard no solo era mi hermano y mejor amigo, sino que también era mi héroe.
FEELS LIKE
10 votos para capítulo uno.
No te olvides de comentar.
Tema delicado, se está intentando
tratar con cuidado.
Pd: si prestaron atención cuando leyeron B13, notaran que Shannon siempre la describen como pequeña, lo cual es importante para su personaje. Quiero aclarar que lo débil de Camden, es como lo pequeña de Shannon. Se mencionara repetidas veces porque es importante para su desarrollo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top