Capítulo 3

Eran muchos los estudiantes los que se acumularon frente a la lista de ubicación de clase. Era un nuevo año, lo que significaba que tendríamos un nuevo grupo. Para algunos era algo bueno, tal vez en su primer año no pudieron formar lazos con sus compañeros, así que el cambio representaba una nueva oportunidad. También estaban aquellos a los que les daba igual y, por supuesto, estábamos los que ansiábamos el cambio por la posibilidad de quedar con nuestros amigos. Jin y yo pasamos mucho tiempo de nuestras vacaciones pidiéndole al universo estar en la misma clase, queríamos mantenernos juntos solo un poco más antes de tener que ir a la universidad, no sabíamos realmente lo que queríamos pero éramos conscientes de que tal vez en un par de años, tendríamos que decirnos adiós por un tiempo.

Jin llegó a mi lado emocionado y alterado como el resto y se abrió paso entre la gente para llegar hasta las listas. Unos momentos después vi a alguien gritar y saltar, el cabello de mi amigo voló por sobre la gente y regresó eufórico.

—Me tocó de nuevo con Jungkook —fue lo primero que dijo y mi emoción cayó.

— ¿No quedamos juntos?

— Ah... no vi si tu nombre estaba, me distraje cuando vi mi nombre y después el suyo.

Mi expresión cayó. Todo el verano lo único que escuché fue: Junkook esto, Jungkook lo otro, Jungkook no contesta mis mensajes, Jungkook no irá a la acampada, creo que tampoco quiero ir. Tuve que ponerle un alto, no hicimos muchas cosas porque él se deprimía cada que era rechazado. A mitad de las vacaciones lo ignoré un par de días y cuando fue lo suficiente para sacar su mente del pelinegro y enfocarla en mí, lo de una advertencia que claramente hoy olvidó. No estaba mal que estuviera enamorado pero Jin parecía obsesionado y me estaba apartando a mí por intentar acercar a un chico que claramente no estaba interesado. ¿Así era estar enamorado? Porque si lo era no estaba interesado, podía entregarle mi corazón a una persona sin problema pero jamás mi mente. No era capaz de aceptar que alguien entregara quien era a otra persona.

—Lo siento, pero iré a ver de nuevo en que cla...

—Déjalo, yo iré.

Así como Jin, me mezclé entre las personas solo hasta que llegue a un punto donde veía bien el tablero.

Clase 2–B. Vi mi nombre casi al final de la lista.

*****

— ¡Jimin! —gritó mi mejor amigo cuando me vio entrar a nuestro nuevo salón. Sí, nos había tocado juntos pero estaba demasiado molesto como para emocionarme. Lo miré sentado en la banca que estaba junto a Jungkook.

No lo había visto en todo el verano y aunque al principio no paré de pensar en él y la extraña forma en que me hizo sentir, eventualmente lo superé, mi corazón se calmó y la emoción que sentía al escuchar su nombre fue remplazada con molestia gracias a Jin.

No me molesté en responderle, me limité a ignorarlo y sentarme lejos. Me sentía desplazado, como si yo ya no fuera importante para mi amigo por más que se esforzara en hacerme pensar lo contrario. Solo llevábamos una hora en la escuela pero fue suficiente para darme cuenta como sería este año y sentí pánico al imaginar a Jungkook siendo el centro entre nosotros.

—Vamos Jimin, ¿sigues molesto?

No respondí.

—Me ganó la emoción, sabes lo mucho que me gusta y fueron semanas de no verlo. Te prometo que no volverá a pasar, recuerdo todo lo que me dijiste el otro día sobre yo perdiendo la cabeza.

Suspiré. No le creía, ni siquiera él debía creerse pero al menos lo intentaba, cualquier otra persona se molestaría por mi actitud celosa e infantil pero Jin no, él sabía mejor que nadie que no era que realmente estuviera enojado, estaba herido.

—Vamos, aparté tu lugar

Negué con la cabeza y me levanté. —Solo no olvides lo que hablamos.

Lo seguí hasta la parte de atrás y me senté detrás de él. Jungkook me dirigió una de sus ya conocidas miradas sin emoción y volvió a su conversación con el otro chico sentado junto a él.

¿Estaba siendo egoísta? Después de todo era normal que Jin perdiera la cabeza, era su primer amor y al no conocer el sentimiento no sabía cómo controlarlo. Soy su mejor amigo, yo debía apoyarlo, no reprimirlo pero estaba celoso, no tenía problema reconociéndolo, el problema era, y lo supe mientras veía al chico de cabello negro asintiendo hacia algo que le decían, que no estaba seguro de quien o porque estaba realmente celoso.

No podía volver al mismo tonto dilema del año pasado, lo superé, tuve semanas para hacerlo y llegué a un acuerdo justo conmigo mismo en el cual se estipulaba que no me podía gustar nadie que no era para mí y en el momento que Jin fijó sus ojos en Jungkook, dejo de ser una posibilidad para mí.

—Sabes, tal vez podríamos cambiarnos de lugar —dije con cierta casualidad fingida —aquí entra demasiada luz y...

—Siempre te ha gustado sentarte cerca de la ventana

—Pero estar pegado a la ventana resulta malo para mí porque es una de mis fuentes de distracción.

Jin rió y se giró para poner atención. Nuestro profesor de matemáticas había entrado por fin. —Seguro que tomaste tu café por la mañana, estás algo raro.

No estaba raro, solo quería no tener a cierta persona justo en la mira.

*****

Llegó el momento del primer descanso del día y el primero en acercarse a mí, incluso antes de que Jin se diera la vuelta para pedirme que saliéramos a comer al jardín, fue un chico de cabello oscuro. Por lo que había visto, era muy cercano a Jungkook, lo que era raro porque el otro chico era más animado, sonriente y muy agradable, lo contrario a su amigo que era serio y prácticamente impenetrable. Me tomó unos minutos entrar en confianza con Hoseok y prácticamente estar riendo con él. Ni siquiera me percaté cuando Jin se fue a la cafetería con el amor de su vida.

—Ven, deberíamos alcanzar a los tortolitos

Hoseok pasó un brazo por mis hombros y me llevó hacia la cafetería.

En el camino muchas preguntas invadieron mi mente. Volver a ver a Jungkook había despertado en mí cierta intriga y curiosidad sobre sus pensamientos. Casualmente, tenía a su mejor amigo junto a mí y parecía muy dispuesto a decir lo que sea, no parecía ser la clase de persona que fuera discreta sobre ciertos temas que aunque fueran serios, podían pasar por casuales.

—Oye Hoseok...

—Dime Hobi, no pasa nada.

—Hobi... tú... tú crees que a tu amigo mmm... que a él le... —era demasiado difícil que las palabras salieran con naturalidad. Sabía lo que quería preguntar pero me apenaba y temía que se malinterpretara.

— ¿Qué si a Kookie le gusta Jin?

Pude respirar cuando las palabras fueron dichas. De verdad esperaba que él no me malinterpretara, no era que quisiera saber porque estuviera celoso o porque me preocupara Jin, si me preocupaba por mi amigo pero la razón por la que preguntaba era por simple curiosidad por Jungkook y su forma de pensar. Me era muy difícil leerlo, sus expresiones faciales eran casi inexistentes, no se movía mucho y tampoco hablaba mucho, solo lo necesario y esto me hacía no poder dejar de asumir sus pensamientos.

—Sí, yo quería preguntártelo porque... la verdad es que a Jin si le gusta mucho pero no sé, —miré al suelo algo apenado —tu amigo no parece muy interesado.

Tal vez me equivocaba.

Nos detuvimos a mitad del pasillo. Los estudiantes nos esquivaban sin siquiera mirarnos. El ruido que nos rodeaba era fuerte; risas, gritos, profesores regañando a los alumnos, el viento entrando por las ventanas, pero nada llamaba tanto mi atención como Hobi y lo que estaba a punto de decirme.

Su pecho se levantó brevemente en un suspiro y miró al techo torciendo ligeramente su boca. —La verdad es que no lo sé.

Mis esperanzas de tener una respuesta solida sobre Jungkook se esfumaron.

—Como te habrás dado cuenta, Kookie no habla mucho y ese tipo de temas son especialmente difíciles para él.

— ¿Difíciles?

—Sí —fue lo único que dijo —pero la razón por la que no lo sé es porque a Jungkook nunca le ha gustado un chico.

.

.

.

Mi mente colapsó. Quería gritar, decirle que estaba bromeando conmigo, tal vez incluso correr de la desesperación que causaba en mi la confusión pero solo me quedé ahí de pie, incrédulo y sintiéndome como un tonto porque nunca consideré la posibilidad de que a Jungkook no le gustaran los chicos. Pero que significaba eso para mí... ¡qué significaba para Jin!

A Hobi le causó risa mi reacción, se veía realmente divertido. —Deberías ver tu cara, sabría que sería así. ¿También te gusta no?

Eso me hizo reaccionar.

— ¡Claro que no!

—Acabo de ver tu mundo destruirse al saber que mi mejor amigo nunca se ha sentido atraído por otro chico.

—Mi mundo no fue destruido —respondí a la defensiva —solo me sorprendió y me hizo preocuparme más por Jin, él si está muy enamorado.

Hobi rió otro poco y volvió a arrastrarme por los pasillos no muy convencido por mi respuesta.

—Bueno, solo para que te quedes tranquilo por tu gran amigo Jin, dije que él nunca se ha sentido atraído, no que no pudiera.

—No te entiendo.

—No creo que Jungkook se preocupe por cosas tan insignificantes como si una persona es hombre o es mujer para que alguien le guste, él está más allá de eso, solo nunca ha llegado un chico que le interese lo suficiente como para gustarle.

Miré a Hobi de reojo. Por un momento y juro que lo vi, algo ensombreció su mirada pero le tomó solo un par de segundos recuperar su expresión cálida y amigable.

—Entonces a él podría gustarle Jin

—Si Jimin, a Jeon Jungkook podría gustarle Jin.

*****

De camino a casa vi a Jungkook en la estación del tren. Nunca antes me había encontrado con él por lo que no sabía que tomábamos el mismo para ir a casa. Mientras yo llevaba mis audífonos puestos y la música lo más alto que podía, él solo tenía una libreta café en la mano que ni siquiera abrió en todo el camino, simplemente miró por la ventana. Me dio la impresión de que Jungkook no tenía muchos gustos. Lo observé por un rato hasta que llegamos a nuestro destino. Ambos bajamos pero entonces él tomó el camino contrario al mío sin mirar atrás, sin percatarse por un solo momento de mi presencia como yo lo hice con la suya. 

Por mi parte, me sentí triste por él, no lo conocía, no sabía nada de su historia pero en cada encuentro que tuve con él, me sentí triste después. Tal vez era por su falta de emoción o por el exceso de ésta que se ocultaba en sus oscuros ojos pero... ¿Cómo podía ser que alguien tan vacío de emociones al mismo tiempo estuviera tan lleno de ellas? no tenía sentido lo que decía pero así era él, o al menos como yo lo percibía

No pude hacer más, me limité, de nuevo, a verlo alejándose y desapareciendo entre el resto de las personas que cargaban su propia aura melancólica. Cientos de flores volaban detrás de él, movidas por el viento, cientos de ellas caían al suelo marcando un doloroso camino que parecía ser trazado por él.

Una lágrima se deslizó por mi mejilla antes de que me diera la vuelta y trazara mi propio camino. 

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