Capítulo 9: Peligrosas interpretaciones -Parte 2-

Karoline.

Al llegar a la cafetería Adam ordena un capuchino mediano con un par de pastelillos mientras que yo ordeno Cachitos con jugo de Melon.

—Está delicioso este café... —Opina Adam al estar sentados un tiempo sin decirnos nada —Jamás había venido cerca, hasta ayer.

—Sí, bueno —Sonrío de medio lado —Aquí todo es lindo, me agrada.

—Anoche me comentaste que naciste aquí en los Ángeles...

—Sí pero me crié en Nueva York y luego volví acá.

Adam sonríe, mastica el pequeño pitillo con el cual se revuelve el azúcar del café y dice, con cara de gran orgullo: —El buen hijo siempre regresa a casa.

—Yo no tenía pensado venir —Le aclaro, porque la verdad es que mi corazón siempre ha estado en donde me crié —Es solo que me gusta la universidad y... No lo sé, me gusta Hollywood, de niña quería ser modelo; el problema de Nueva York es que hay miles como yo, casi no hay oportunidad de nada.

Él levanta una ceja y suelta una risita después de terminar de comer.

—¿Y qué hace una futura arquitecta sin carro, viviendo alquilada y trabajando como estilista?

Río a mis adentros, pues la verdad es insólito.

—No tengo carro porque no sé manejar —Comienzo a responder, aunque ese dato no es válido porque no tengo el dinero para comprarlo. Miro a Adam directamente a esos ojos verdes; él coloca sus codos encima de la mesa y parece querer prestar mucha atención mientras sigue mordiendo el pitillo —Vivo alquilada porque no quiero tener casa propia hasta tener mi trabajo como arquitecta, pues porque yo misma la quiero construir, bueno... Básicamente —Sonrío, fantaseando sin poder evitarlo y aterrizo —Bueno, trabajo para ti porque me va bien haciendo lo que hago ¿No?

—Vas mejorando —Considera, y ruedo los ojos por lo cual él ríe  —Y... ¿Qué más sabes hacer? —Inquiere, y gracias al tono de voz bajo y al parecer sin ninguna mala intención, mi piel se eriza.

Una corriente eléctrica pasa por mi cuerpo en cuanto él acerca más su cuerpo, en silencio, esperando respuesta y aprieto mi dentadura.

Mi corazón empieza a bombear con fuerza.

«¿Karoline? ¡KAROLINE

—¿Sonó algo extraño o son ideas mías? —Pregunta, haciéndome caer a la realidad después de perder mis ojos en sus labios.

—¡Ja! —Exclamo, tratando de componerme, pero en el intento me sale un pequeño suspiro —Yo... tomo fotografías para fiestas, de hecho en un tiempo pensé en renunciar como estilista para dedicarme a eso pero ya sabes cómo es la gente, ellos solo quieren a profesionales y yo no tengo un papel que diga que soy buena en eso.

—¿Pero lo eres?

Termino mi jugo y espero unos segundos para responderle, pues todo esto está pasando muy rápido y estoy comenzando a abrumarme.

—Supongo que sí  —Respondo, viendo hacia algún otro lugar que no sea su rostro.

«Necesito irme»

—¿Karoline? —Me llama, y saber que debo cruzar nuestras miradas me da pánico —Ayer estabas radiante —Suelta, haciéndome contener un suspiro —Eres hermosa.

Enseguida siento cómo mis músculos se tensan, mi corazón no ha dejado de bombardear sangre rápidamente, mis cachetes se sienten calientes, y esa... Esa última palabra se repite más de cinco veces en mi mente.

—Gracias —Logro decir, exhalando disimuladamente cuando como de mi cachito.

Sí, para qué voy a mentir: me hizo sentir tan bien y tan mal a la vez que no sé cuál sentimiento es más fuerte.

«Ningún chico me había dicho eso en años, así, tan directo. No, ni siquiera mi mejor amigo, pues él solo dice "linda+hermanita". Sonrío internamente, esto no se cree: le parezco hermosa al gran Adam Levine»

Logro volver a ser yo cuando acabo de comer y noto que él está aquí, pero sus pensamientos no; quizá piense en Behati.

«¿Lo estará?... ¡¿Y a mi qué me importa lo que él piensa?! »

—¿Cuándo será el próximo concierto de Maroon 5? —Intento romper el silencio.

Adam sacude su cabeza, y la verdad no tengo idea del porqué, así que espero que él hable.

—Oye estaba pensando... —Me mira y yo esquivo por unos segundos su mirada acompañada del silencio —No tenemos un fotógrafo para nuestro concierto en México —Manifiesta y se cruza de brazos —El chico está ocupado siempre, me gustaría que fueras tú, digo, si lo deseas.

—Me encantaría.

«¡Karoline! ¡Piensa antes de hablar!»

Adam sonríe: —¿Y los estudios? ¿Tienes problema con eso?

—Soy buena alumna, no creo que tengan problema en darme unos días.

«Karoline... El examen de estadística es súper importante »

—Bueno, espero que vayas porque no quiero estar solo en esto —Y a qué se refiere con e... —Te aseguro que la vamos a pasar muy bien —Expresa guiñando un ojo.

—¿Qué te ocurre? —Cuestiono sintiendo molestia, en cuanto no me deja pagar la cuenta. No me gusta que haga eso —Estás raro, un día me odias, me dices inepta, el otro día me hablas ¿Y ahora un desayuno?

Adam me da paso hacia afuera abriendo la puerta.

«Lo que faltaba. Ahora y que sí tiene modales»

Exhalo. Comienzo a sentir que busca algo en mí y sea lo que sea no lo va a encontrar.

Las personas no cambian de la noche a la mañana.

—¡Hey! ¿no piensas despedirte? —Grita, y es cuando noto que estoy muy lejos de él.

Adam corre hasta mí y suelta un suspiro.

—Fue un placer desayunar con usted, señor Levine —Expreso, extendiendo mi mano al frente de él.

—No seas anticuada —Me reprocha y antes de que pueda reaccionar, él se acerca y me da un beso en la mejilla, dejándome anonadada.

«¡¿Se está mordiendo el labio?!»

—Te espero en dos semanas, señorita Willons —Dice, y no puedo dejar de sonreír mientras él sube a su auto que está estacionado frente al edificio y  sonríe también.

El Mercedes desaparece y un peligroso pensamiento pasa por mi cabeza.

—¿Adam me ha estado coqueteando o solo está siendo demasiado falso? —Murmuro para mi —Y... ¿Por qué me siento así?

💕💕💕💕💕

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top