Narra Karoline.

     Despierto con un fuerte dolor de cabeza sin saber en dónde estoy exactamente; cierro los ojos y recuerdo todo lo sucedido el día de ayer.

Exhalo. Aún no puedo creer que todo eso haya pasado.

Me doy una ducha muy fría y mis músculos empiezan a tomar fuerzas.

Suspiro.

«Puto Adam, por un momento me caíste bien y no lo puedo creer»

Al rato enciendo mi laptop para hacer una vídeo llamada con Alex ya que me avisó que está desocupado.

«Allí está, tan guapo como siempre...»

—Siento no haberte llamado antes, estos últimos días han sido verdaderamente ocupados.

—Tranquilo —Sonrío frotando un poco mi cien por el dolor de cabeza —¿Como te ha ido? —le pregunto sentándome en el sofá.

Él suspira: —Muy bien, digamos que ya me gané al tigre mayor.

—¿Al tigre mayor?

—Es el director de la empresa. —Responde  con una sonrisa de medio lado.

—Felicidades, ¿Cómo está Nueva York, hermosa como siempre?

Alex ladea su rostro hacia otra parte, no mirando a la cámara y asiente a algo que no tengo idea, pero ignoro el momento.

—Sí, un poco ruidosa pero divertida...

—Me alegra —Expreso —en verdad extraño vivir allá.

—Oye Karoline —Me dice, y su vista vuelve a desviarse para luego volver a verme —Hace tiempo quería decirte algo muy importante.

Mi corazón comienza a latir muy rápido.

« ¿Me dirá que siente más que cariño por mí? »

—Estoy saliendo con alguien, su nombre es Kelly; la conocí hace dos meses en L.A y está aquí, conmigo.

Mi piel se eriza, mi corazón baja los latidos y mi respiración se tranca un poco.

«Esto no puede estar pasando »

Respiro profundo: —¿Estás con ella? ¿a que te refieres con eso?

—Es mi novia...

Puedo jurar que mi corazón se ha roto, pues escucho  cómo se oprime, pierde fuerza y mis lagrimales quieren delatarme.

«Sabía que esto pasaría, pero no así... Tan pronto, sin darme oportunidad de luchar más por él»

Dejo que de lo más profundo de mi ser salga un suspiro, Alex frota su cara con ambas manos, puedo verlo, está incómodo; sin embargo al notar mi silencio ante su confesión le señala a alguien que vaya hasta él. No puedo creer que me esté haciendo esto, y de ninguna manera lo voy a aceptar, pero cuando voy a negarme a "conocer" a la chica, suena el timbre.

El timbre de mi apartamento.

Me levanto del sofá, con la mente en blanco y mis lágrimas a punto de salir abro la puerta, encontrándome con una sonrisa de oreja a oreja de Adam.

«¿¡Adam!? ¿Qué hace él aquí?»

—¡Karoline!, ¿Cómo amaneces?—Cuestiona, entrando como perro por su casa.

—Yo estoy bien —Cierro la puerta, sigo sus pasos y cuando me ve coloco mis manos a los costados de mis oblicuos —¿Tú qué haces aquí?

—Ehm... —Toca su frente, estira su cuerpo mientras ve a todos lados y responde: —Vine a ver cómo amaneciste —En un susurro.

Levanto una ceja.

«Esto es demasiado sospechoso. Está tramando algo estoy muy segura»

—Ya dije que estoy muy bien —Manifiesto —Puedes irte, éste no es el momento de hablar.

Adam ríe por debajo, rasca su nuca y se tira en MÍ SOFÁ.

—No me iré...

«Vamos, este tipo me hace perder la paciencia»

—Necesito que levantes tu trasero de mí sofá, pongas a andar tus piernas y te vayas de mí apartamento ¿Puede, señor Levine? —Le digo, irritada por su mirada llena de superioridad.

—No —Sonríe de medio lado, tomando mi laptop, colocandola en sus piernas, tan rápido que no me da tiempo de brincarle encima —Ah, hola... —Sonríe agitando su mano amigablemente —You speak english o español?

Contengo mi respiración, pero al mismo tiempo cuando lo hago y Adam me mira regalándome un guiño, me parece divertido.

—¿Tú quién eres?—Dice Alex del otro lado, y ahora que lo pienso no quiero seguir hablando con él así que me quedo detrás de la laptop.

—Yo soy Adam Levine, mejor conocido como el mal humorado jefe de tu... —Para de hablar y me ve, confundido.

—Amiga —Contesta Alex.

Bajo mi mirada, mi corazón se revuelca; es como una yaga o un grano horroroso en la nariz que él estruje cada vez que lo desea.

—Me lo supuse... Y... ¿Cómo estás?

«¿Desde cuando Adam muestra interés por los demás?... Sí, comienzo a recordar parte de la conversación de anoche. Vaya, parece que realmente necesita y quiere mejorar »

—Yo no te conozco —Expresa Alex. En su voz hay desagrado —¿Qué haces en el apartamento de Karoline?

Adam me mira de nuevo y suelta una risita, lo suficientemente pícara como para hacerme sentir incomoda.

—Bah, solo vine a ver cómo había amanecido ya que anoche fue una locura.

—¿Karoline? Apenas me voy y ya estás saliendo con éste, ¿Qué pasó anoche? —Alza la voz y mi corazón se acelera, por lo que decido no responderle solo para dejarlo con la duda.

«Se lo merece por idiota y descarado»

—Creo que no es mi deber contarte todo con lujo de detalle, pero el de Karoline sí —Me observa de nuevo guiñandome el ojo —Dile, preciosa.

Inmediatamente le hago una seña a Adam para que cierre la laptop sin más ni menos.

—Como sea que te llames no creo que ella quiera hablar contigo sobre eso así que adiós... —Y a continuación cierra la laptop.

—Estuvo buena esa —Considero, acercándome a él, recuperando mi laptop.

Él suelta una carcajada y se levanta del sofá: —¿Acaso ese es tu amor platónico?

—Sí, ya olvídalo —Le pido, tratando de sonreír —No quiero hablar de eso.

Adam esconde sus manos en su espalda y con un leve tambaleo en su cuerpo me pregunta: —¿Ya desayunaste?

—No —Respondo, caminando hacia el pequeño comedor, porque ahora tengo hambre.

—¿Te gustaría desayunar conmigo?

Río, nerviosa: —Por supuesto que no.

—Vamos, Karoline, me la debes —Dice, poniendo cara de niño regañado.

«Adam, Adam Adam...»

—Vamos —Cedo, rodando los ojos.

Siento su mirada en mi cuando nos dirigimos a la puerta y me giro.

—¿Irás así?

Abro los ojos como platos, sin entenderlo: —¿Así cómo?

«¡Estoy en pijamas!»

Adam ríe.

—Espera.

—Ajá —Dice, entre dientes.

«Odio cuando hace eso»

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N/a: ¿Alguien por acá? Gracias por esperar y leer 😍💘