Capítulo 6: Conociendote -Parte 1-
Karoline.
Después de una madrugada llena de estrés, pasar el día limpiando mi apartamento con el ritmo de la musica me ayudaba a relajarme, y hablo en pasado porque ya mi cuerpo volvió a ponerse tenso, diciéndome a gritos que me quede estancada en la cama y no asista a lo que probablemente será otra de mis grandes pesadillas con el Sr. Levine.
—¿Segura que irás? —Recuerdo la voz preocupada de Alex y sonrío —No entiendo por qué razón sigues con él trabajando... Eres inteligente, astuta, puedes conseguir un trabajo mejor. Él no merece tenerte en su círculo.
Y tiene toda la razón, pero mi costumbre a no poder despegarme fácilmente de las personas, situaciones o lugares me complican la decisión.
Siempre vivo en constante miedo de que un cambio me pueda arruinar la vida; por eso sigo trabajandole, porque aunque me trate mal, él es un camino seguro que sé que no cambiará.
« Estúpido Levine, siempre me das dolores de cabeza »
Con desanimo me doy una ducha larga y calmadamente busco qué ponerme para la dichosa fiesta.
—No debería darle tanta importancia, apenas voy a durar tres minutos allí y me iré —Digo, observando la ropa.
Tomo de mi closet el vestido color coral y lo pongo frente a mí, tomo unos tacones plateados y me preparo.
Salgo del apartamento y las manos me empiezan a sudar.
«No puedo estar nerviosa»
Luego de cuarenta largos minutos llego a la casa de Adam, hay más de diez carros a su alrededor.
—No sabía que tenía tantos empleados —Susurro.
Me aseguro de que mis pasos sean estables para lograr llegar sin traspiés. Respiro, toco la puerta y una chica muy amablemente me recibe.
—¡Hola! tú nombre, por favor.
«¿Nombre para qué?»
—Karoline Willons.
—Ah —Sonríe mirándome de arriba abajo —Tú eres Karoline.
« ¿Qué acaba de pasar? »
—Gracias —respondo, pasando.
A penas pongo un pie dentro de esa casa me siento abrumada; veo a todos lados mientras camino y noto a Génesis a unos cuantos metros de mí hablando muy cerquita con su novio. No me atrevo a saludarlos porque eso me incitaría a quedarme más tiempo de lo necesario.
Algunos que otros famosos amigos de Adam conversan amigablemente, algunos compañeros de trabajo también. Exhalo. No encajo aquí.
—Eres tan pero tan aburrida —dice en un tono lamentoso alguien detrás de mí.
«Esa voz aguda y chistosa ya la he escuchado antes»
Doy media vuelta y huelo su perfume: —Señor Levine.
—¿Ya te vas tan rápido? ¿Ni siquiera te comerás un bocadillo?
Sonrío con mal gusto: —Como si eso te importara.
Él toma de su trago y carraspea: —Una de las razones por la que hice esta fiesta fue por ti.
—¿Por mi? —Inquiero, observándolo: luce igual de amargo y falso que siempre.
—Gracias a ti ocurrieron muchas cosas y...
—Ah —Trato de no verlo a los ojos —No te preocupes en decirme lo que pasó, ya Behati me dijo todo —Y al decirlo me doy cuenta que estamos hablando en un tono alto, por la música.
Adam levanta ambas cejas rápidamente: —¿Que te dijo?
—¿Será que podemos hablar en otra parte?
Él asiente y me indica que camine con él hacia el patio de su casa.
—Al parecer metiste la pata, como siempre —Comento, y me siento incómoda por haberlo tuteado tan seguido, pues él es muy exigente con ese tema.
Adam se acaricia la mejilla, sonríe de medio lado y dice: —No estamos juntos ahora.
—Lo sé —Le hago saber —Eso fue lo que me contó.
Rasca su nuca.
—¿Y estaba mal? —Cuestiona, parece preocupado.
—Algo.
Él baja su cabeza. Yo suspiro sin mucha fuerza, me incomoda demasiado tenerlo cerca. Me quiero ir.
—¿Qué quieres comer? Aquí hay de todo —Me dice después de varios segundos.
—Nada —Contesto y camino dirigiendome a la carpa blanca que parece cálida.
—Espera aquí —Me dice con una sonrisa dirigiéndose a la sala.
«Adam... Adam...Adam...»
Por un momento llego a pensar en que él me ha dejado sola hasta que regresa con un plato de golosinas.
—Toma el que quieras —Me índica, poniendo frente a mí el plato.
Aunque ya le había dicho que no, suspiro, debo aceptarlo por educación.
Adam toma un poco de whisky y muerde un cup cake de chocolate.
—No creo que debas comer eso; Es chocolate, hasta donde yo sé no puedes comer chocolate.
—Joder, es solo uno —Dice comiéndolo rápidamente y me observa —Gracias.
Mi corazón palpita rápido.
« ¿Adam Levine dándome las gracias? »
—De na-da —Tartamudeo algo desconcertada.
—Karoline, se que no es el momento, bueno, sí
es el momento... —Se contradice, no me ve a los ojos, acaricia sus propias manos. Luce nervioso, completamente diferente —Necesito que me perdones por todo lo que he hecho —Suelta, y sus ojos verdes resaltan más que nunca, causandome un cosquilleo en el cuerpo —Se que te he tratado mal y te he humillado pero créeme que ahora estoy completamente arrepentido por todo y me ayudaría mucho saber que tengo tu perdón.
«¿Acaso se ve sincero?»
Río sin mucha gracia, es que todo esto me parece un sueño, o tal vez una farsa.
Él chistea y niega con su cabeza.
—Sí que fue muy dura tu ruptura con Behati —Opino, y seguramente mi tono sonó compasivo.
—¿Por qué lo dices?
—Si ella no te hubiera botado no estarías aquí pidiéndome perdón.
El alza su vaso de vidrio, toma un trago y sonríe de medio lado:
—Eso es cierto, te agradezco por teñirme el cabello color rosa, de no haber sido por eso no me habría dado cuenta de la persona en la que me he convertido y espero poder arreglarlo todo.
—¿Fue mi culpa?
—No, no fue tú culpa; siempre fui yo, lo admito, siempre he sido yo. Pero no me conoces realmente, no soy tan malo como parezco ser.
«¿Creer o no creer?»
—Eso es bueno, admites ser un idiota, felicitaciones.
Adam muerde su labio, suelta una carcajada y su cara de hombre amargado vuelve a relucir, hasta sus ojos verdes se opacan un poco.
—¿Por qué siempre eres tan amargada? —Me pregunta, su actitud es totalmente diferente a la de hace unos minutos —Estoy perdiendo mi tiempo y mi saliva hablando contigo, pidiéndote perdón y todavía dices que soy idiota.
—Ya decía yo que era mentira, por un momento pensé que eras sincero —Admito —Pero sigues siendo el mismo, muchas gracias por nada, adiós Adam —Digo caminando decidida a la sala, molesta
—Soy un idiota, ¡idiota! ¡Karoline! —Me llama, siento sus pasos apresuramos detrás de mí —No te vayas necesito ayuda... —Su voz comienza a escucharse más suave y con un pequeño vacío en el pecho me detengo —Necesito ayuda, por favor —Expresa, y toca mi hombro.
Una extraña sensación llega a mi cuerpo cuando toca mi piel. No puedo evitarlo, esta vez parece honesto, así que volteo y sus ojos... Sus ojos están rojos.
No lo puedo creer, Adam está apunto de llorar.
«¿Éste es el Adam que yo conozco?»
💕💕💕💕💕
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top