Capítulo 4: Excluida.

Karoline.

     Enciendo el teléfono y... ¡Diablos son las 7 a.m! Dormí más de diez horas, tengo que ir a las clases de fotografía.

«A parte de ser la estilista del señor Levine hago trabajos fotográficos para fiestas».

Como loca me levanto de la cama, me ducho, me cambio, preparo un desayudo rápido: Cereal con leche. Me maquillo natural, me peino lo más rápido que puedo... y todo para darme cuenta de que es día libre.

¡Hoy no dan clases de fotografía es sábado, sábado!

No tengo a dónde ir porque no tengo amigas y nada similar a un novio.

«Ha pasado una semana desde que Alex se fue y parecen dos años»

Respiro; tomo asiento en el sofá, prendo la tele y me quedo así: vestida pero no alborotada esperando que alguien me mande un mensaje diciendo: “Hola, Karoline, ¿tienes planes hoy?”, porque con gusto le diría: “No, no tengo planes para hoy y mucho menos para mañana si te interesa”.

—¿Por qué mi vida social es así? —Refunfuño, recordando que soy muy cerrada con mis sentimientos.

Luego de veinte minutos pasa lo que esperaba, ¡nadie llamó! Qué decepción, esto es culpa mía y solo mía.

«¿Cómo es posible que no tenga más amigos excepto a Alex.?»

Me motivo a salir del apartamento a comprar. Necesito distraerme.

Minutos más tarde llego a una tienda no muy lujosa, recorro los maniquíes y veo un encantador vestido de color coral que luce muy cómodo como para salir una linda tarde, así que me lo coloco y al ver que me queda genial lo compro. Más tarde recorro otras tiendas; con mucha suerte logro comprar un par de sandalias y decido terminar con las compras, pensando en el consejo de Alex sobre ahorrar y no gastar dinero en cosas que no vaya a necesitar.

Sonrío al recordar su rostro.

Camino unas calles más y observo una pequeña carpa con varias personas a su alrededor. Una de las personas que está dentro de la carpa es Génesis, la chica que se encarga del vestuario de Maroon 5. Esa chica y yo tenemos mucho en común ya que estamos siendo torturadas por la misma persona.

—Hola, ¿cómo estás? —me dirijo a ella levantando un poco la voz por el ruido que hay.

—Karoline, ¿no? —Pregunta con una sonrisa.

—Sí, soy yo. ¿Puedo pasar?

—Claro, adelante.

Esquivando a algunas personas logro entrar.

—¿Qué se hace aquí? —Le pregunto, con curiosidad.

—Una vez al mes vengo a repartir comida a las personas mas necesitadas, algunos de mis amigos me ayudan a hacer una lista para anotar a las familias con pocos recursos y hacemos una especie de combo con todo tipo de alimentos luego los llamamos y le informamos que la entrega es aquí y se los obsequiamos.

—Eso es muy gentil y sobretodo generoso de tu parte —Considero, observando con admiración todo.

Un chico, de más o menos un metro sesenta se me acerca con una sonrisa y sugiere:—Lo es... Si quieres puedes ayudarnos a empaquetar los alimentos.

Acepto de inmediato y la chica me presenta a todos los aliados: —Thomas, Edwar, Peter, Angelina ella es Karoline viene a ayudarnos empaquetar los combos hoy.

Los segundos pasan y me tomo el tiempo de ayudar y en lo maravilloso que es lo que ellos están haciendo. Me gustaría poder hacer más.

—Trabajas con Génesis ¿cierto? —Me pregunta un chico, de piel canela, cabello alborotado, de un metro setenta. Creo que su nombre es Edwar.

—¿Cómo lo sabes?

—Ella se la pasa nombrando las injusticias de su jefe con todas las chicas que le trabajan, incluyéndola.

—Yo soy una de ellas —Admito alzandome de hombros, tomando un paquete de galletas para llevarlas a la bolsa.

El chico sonríe con pena y luego de algunos segundos dudando algo se atreve a hablar.

—Pero... ¿ustedes son amigas o solo compañeras de trabajo?

—Digamos que compañeras de trabajo, ¿por?

—...Llevo 3 años pidiéndole matrimonio y me dice que no.

—¡Eres su novio! —Recuerdo —Tranquilo, dale tiempo —Le sugiero, a lo que sonreímos.

—¿Todo bien, Karoline?—Inquiere Génesis, abordándonos.

—Sí, ahm —Le sonrío de medio lado —Tu chico es genial.

Ella ríe para verlo y guiñarle un ojo.

Suspiro.

«Se ven muy lindos»

—Karoline, cambiando el tema... ¿Adam te invitó a su fiesta?

«¿Cuál fiesta?»

—¿Adam el gruñón Adam? —Le pregunto, confundida.

—Sí, se rumora que quiere disculparse con las personas que le trabajan y... No lo sé, parece muy fake.

—¿Y a ti te invitó?—Cuestiono.

—Sí, me pasó un WhatsApp... Qué raro que no te ha dicho nada.

Mi corazón late con fuerza; por alguna razón, aunque él no me importa tanto me hiere que él siempre me mantenga excluida.

—Será porque no estamos en contacto —Y es muy cierto —la que se contactaba conmigo era Behati y... Nada, lo cierto es que si me invita no voy —Considero, segura.

—¿Por qué?

«Oh, rayos ¿Es necesario explicar»

Exhalo: —Ambas sabemos que yo soy la que tengo mas razones para odiarlo. Él es más injusto conmigo que con las otras chicas y... Olvídalo jamás iría.

—Está bien...

El silencio se apodera del momento y sigo colocando alimentos en las bolsas hasta que se hace medio día, sin poder dejar de pensar en el tema...

«¿Por qué Adam invitó a todo el mundo a su fiesta y a no?»

Comienzo a sentir algo de recelo.

💕💕💕💕💕

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top