Adam.

     Exhalo al ver a Blake y Gwen sonreírse dulcemente porque Karoline viene a mi mente seguida de la cara de Behati pidiéndome que me quedara con ella un poco más hace minutos.

«Es una tortura»

—Estoy muy bien, gracias por preguntar eh —Digo, más al aire que a mis dos amigos quienes me regalan una sonrisa, saludan y siguen hablando, por lo que sigo mi rumbo.

Me encuentro en los estudios de NBC unos segundos después, escuchando  practicar a varios concursantes de The Voice para los próximos shows en vivo, la mayoría tiene gran talento y me siento afortunado de tenerlos en mi grupo.

—Me gusta así, pero deberías arriesgarte un poco más con los bajos...

Whatsapp.

Behati: Ven a casa, es urgente.

Adam: ¿Te duele algo? ¿Cómo te sientes?

Behati: Solo ven!

Visto a las 4: 17 pm.

Mis manos se ponen frías de inmediato y aunque tengo el presentimiento de que algo muy malo ocurrirá, deseo que sea así.

«Soy un desgraciado, no puedo estar deseando que ella me deje»

Cuando ya logro despedirme de todos, al subir al auto sonrío, pues recuerdo que mi psicólogo dijo que en cuanto más me insultara a mi mismo me alejaba más de lo que solía ser.

«Exactamente todo se lo debo a ella...»

—Hey, ¿qué ocurre? —le pregunto a mi esposa, un poco agitado por los nervios, y con sed.

—¿A ti te ocurre algo? —Voltea a verme, desde el sofá —Te escuchas alterado, toma un poco de jugo.

Inhalo y exhalo mientras me dirijo no a la nevera por jugo, sino al mini bar; sirvo un vaso de Whisky, le doy el primer sorbo preparándome mentalmente para lo que vendrá y tomo asiento a su frente.

Ella me mira con curiosidad y en lugar de querer romper el hielo quiero que me queme de una vez por todas.

Behati intenta quitar su collarín y suspira —Hay  algo que tenemos que hablar, siento mucho haberte interrumpido es que…

Detengo sus manos y le quito el collarín, quedando muy cerca de ella —Tranquila, solo dime qué pasa.

—Noha... —Me toma de las manos —Necesitamos hablar de lo nuestro.

Mi corazón empieza a latir muy rápido, y en lo único que puedo pensar es en...

«Que no sepa que es Karoline, que no sepa que es por Karoline»

—Adam, ¿sigues enamorado de mí?

Una ola de su aliento invade mi rostro por lo cerca que está y me congelo ante el.

«Mierda»

—¿Por qué no lo estaría?

«Esto es absurdo, necesito que acabe ya»

—Ya no conversas conmigo, no eres capaz de mirarme a los ojos por más de cinco segundos —Respira profundo mientras cierra sus ojos brevemente  —Te haré una pregunta y quiero que me seas sincero  —Yo asiento con una sonrisa nerviosa —¿Pasó algo en esas semanas que no estuvimos juntos?

—¿Reamente qué quieres decir?

—¿Hay alguien más? ¿No es así? —Cuestiona, ya que no soy capaz de verla a los ojos.

—¿Por qué haces esa pregunta? Yo...

Behati suelta mis manos y se levanta molesta del sofá.

—¡Carajos, ya deja de responder con preguntas! ¿Sí o no?

Mi corazón se descontrola.

—Sí, hubo alguien más —Ella arruga su frente y veo sus ojos cristalizarse —Hay alguien más —Confieso, mirándola finalmente.

Esa mirada llena de odio... Oh, no.

—¿Debería preocuparme por esa aventura?

No doy respuesta, porque no fue una aventura.

—¡Debería! —Exclama y ríe.

Behati camina hasta el mini bar y directamente de la botella toma un trago de Vodka, dejándome los cabellos de punta.

—Acércate —Me pide, desde el mini bar, y yo con cautela y con algo de temor le hago caso.

Una cachetada.

Dos.

Tres.

Me besa con fuerza.

Comienza a llorar.

Me hiere el corazón.

—Behati... —Digo, cuando con fuerza me tira al sofá y sube encima de mi comenzando a quitar su ropa.

«Karoline, Karoline, Karoline...»

Beso a mi esposa, y no exactamente porque le quiero corresponder.

—Te amo Adam, te amé desde el primer momento en que supe que eras más que tu estúpido egocentrismo, y estoy aquí, a pesar de todo, y no creo que ninguna otra mujer vaya a resistir tanto —Dice en mi oído, con cautela, intentando quitar mi pantalón.

Cierro los ojos con fuerza intentando controlar mis impulsos.

—Dímelo.

Quiere que le diga: “te amo y no habrá poder humano o sobrehumano que lo cambie”.

Esa frase se le decía cada vez que hacíamos el amor, pero ésta vez hay un problema…

Si hubo poder humano que lo cambió.

—No puedo, porque ya no lo siento así —Manifiesto, con firmeza, zafándome poco a poco de ella —Lo siento, Behati de verdad lo siento.

Ella se pone furiosa y empieza a darme golpes en el pecho mientras siento ganas de llorar; no quiero detenerla porque yo merezco eso y mucho mas.

—¿Que hice Adam? —Pregunta, llorando, y me causa tanto dolor —Habría sido mejor que el estúpido que me atropelló me hubiera matado ¿verdad?

—No, ¡no digas eso!

—¡Cállate, Adam! Todo habría sido mejor para ti si yo estuviera muerta, así no tendrías que pasar por la dolorosa y desgraciada vida al ver cómo todos tus amigos y familiares te rechacen y se alejen de ti por haberme engañado.

Una fuerte punzada siento en mi pecho.

Si hay algo que he aprendido de Behati es que puede llegar a ser muy vengativa, al punto de destruirte.

—¡Largo! ¡Largo! ¡Largo! —Grita mientras camina hasta el mini bar.

Así que, sin decir palabra alguna y con lágrimas en mis ojos me voy.

Rompí la promesa; Para amarte y respetarte. Sin esas dos acciones ya no existía nuestro matrimonio.

Había muchas cosas por las cuales me arrepentía, como hacerle daño a Behati, pero no me arrepiento de haber pasado las últimas semanas más maravillosas de mi vida junto a Karoline.

—Karoline Willons —Digo su nombre mientras subo a mi auto y suspiro con una sonrisa triste —La estilista inepta.

«Soy un verdadero idiota»

Mi corazón late desenfrenado al ver su número en la pantalla de mi celular, pulso para llamar y en alta voz el silencio es mi primera respuesta.

—¿Amor?, ¿en dónde estás? necesito verte, ahora  —Mis lágrimas comienzan a salir, por absolutamente todo —Quiero verte, ahora, dulzura.

Escucho la voz de un hombre reírse y levanto el ceño sintiendo otra presión en mi pecho.

—Señor Levine, ¿está usted bien?, lo escucho algo deprimido, alarmante, tenso ¿qué pasó? —Es el idiota de su mejor amigo — Ay ya, déjeme adivinar —Dice, con voz burlona —No me diga que su esposa lo botó y ahora quiere buscar su plan b.

—¡Maldito Infeliz! Pásame a Karoline —Grito, furioso.

Él ríe y siento unas inmensas ganas de romperle la cara.

—Lo siento, ella no se encuentra aquí, dejó el teléfono en mi cama, después de que…

Mi sangre hierve y mi pecho se tranca. No dejo que termine de hablar y cuelgo.

—No —Gimoteo, dándole un golpe al volante y una patada al freno que me hace perder un poco el camino, sin embargo, limpio mi vista y me recupero —Ella no está con él porque me ama a mí, ella no está con él porque me ama a mí.

«¿A quién quiero engañar? ¿A caso pueden años de amor contra unas semanas de picardía y pasión?»

—Claro que sí —Digo, sonriendo triste al recordar su rostro sonrojado por mí.

💕💕💕💕💕

N/a: ¿Sienten que aman a Adam cada día más? Porque yo sí 💘😂