Karoline.

Cierro los ojos con fuerza y no puedo evitar soltar un suspiro. Fue la noche más apasionada, salvaje y entregada que jamás había tenido.

Anteriormente había estado con un hombre pero... Vaya, Adam había logrado sacar de mi todas las posibles ganas de hacerlo de nuevo que pude contener por mucho tiempo.

Me doy media vuelta, agitada después de parar y las manos de Adam me hacen voltear de nuevo y me da un delicado beso en los labios.

No tenía que haber hecho eso porque me encanta y eso está mal para todos.

Me siento confundida y molesta conmigo misma, no puedo creer que lo he hecho sin pensar en lo que pasaría después.

«Solo espero que él se deshaga de mí y no quiera verme más, será la única manera de frenar todo porque... Sinceramente si él se rehúsa por alguna razón, lo haré yo y nada saldrá bien»

Sabía desde un principio que ambos íbamos a salir lastimados y aun así lo hice.

«Tuve sexo con Adam, maldición»

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Despierto como Dios me trajo al mundo y ya que mi ropa está algo lejos con cautela quito la sabana con la que estoy arropada, pero al hacerlo dejo a Adam al descubierto.

-¡Santa mierda! Eres jodidamente y desgraciadamente sensual -Susurro, sintiendo mi cuerpo vibrar.

Sus tatuajes, sus labios, la manera en la que sus brazos descansan en la almohada, su puchero aún dormido y... Sí, sí, especialmente todo lo demás. Hasta buenas nalgas tiene el muy bien desagraciado.

«No es un Dios griego, Karoline, ¿puedes largarte ya? »

Mis pensamientos me atormentan y lo único que puedo hacer al momento es morderme el labio inferior sintiendo las ganas de volver a besarlo pero rápidamente desierto.

Me levanto de la cama, me cubro con la sabana y justo cuando voy a entrar al baño escucho un bostezo y el chillido de la cama detrás de mí.

«Mierda»

-Hey, ¿a dónde vas?

No puedo mirarlo a los ojos así que tomo lo primero que veo de mi ropa y sigo caminando.

-Me daré una ducha -Respondo.

Me propongo tardar lo más que puedo bañándome y vistiéndome para que Adam se vaya y me deje sola, pero mi plan falla, pues cuando salgo él aún sigue allí.

-¿Te pasa algo Karoline?

Él se sienta en la cama y comienza a poner su ropa pero sin dejar de mirarme.

Tenemos que hablar sobre lo que pasó.

-Adam, respecto a todo lo ocurrido... Yo considero que Jamás debió pasar.

Tiemblo.

En la cara de Adam se dibuja una sonrisa de incredulidad: -¿Por qué lo dices? -Quiero hablar pero él lo hace antes -Oye no te sientas culpable porque yo fui el que empezó todo y no hay razón por la cual tengamos que arrepentirnos, no te arrepientas.

Su mirada huye de la mía por primera vez y decido enfrentarlo.

-Sí hay razón Adam -Me arrodillo a un lado de la cama frente a él -¿Qué pasará cuando Behati se entere de esto...?

-Nada, porque... -Me mira -Ella no está conmigo ahora y lo sabes.

Yo me levanto sin dar respuesta y él me persigue.

-¿Cuál será el siguiente paso?, No vamos a dejar esto aquí ¿cierto?

«No Adam, por favor... »

-Deberíamos dejarlo así por el bien de todos porque si ella regresa... Tú no dudarías en volver con ella... -Respiro profundo - ¿Te quedarías con ella y olvidarías todo cierto?

Él baja la mirada y no da respuesta.

«Eso era lo que necesitaba saber. Jamás tendré un verdadero lugar en su vida y debo salvarme del sufrimiento que será ello»

-Eso lo supuse y... Creo que es mejor que nos vayamos y ahora -Digo, con un nudo en la garganta.

Adam me toma de la mano y suspira: -Es algo difícil, ella es mi esposa y tú eres...

Al tardarse demasiado suelto su agarre, con el corazón latiendo muy fuerte recojo mis cosas y exhalo al verlo sentado de nuevo en la cama sin decir nada.

-Anoche fue increíble, pero soy tu estilista Adam, eso es lo que realmente soy.

Subo al ascensor y la idea de que él pueda correr detrás de mí pasa por mi mente pero no lo hace y eso hace que el vacío sea más hondo.

Llego a la recepción y todos están esperando por nosotros. Muchas miradas se posan en mi y sé que la mayoría supone que estuvimos juntos, y eso me hace sentir en el ojo del huracán.

Subo al auto que nos llevará al aeropuerto pensando en que espero no volver a cruzarme frente a frente con él pero cuando llegamos ya Adam está instalado en el avión, y en donde quiera que busco asiento él me persigue para sentarse a mi frente.

Ruedo los ojos.

Trato de no verlo pero es incomodo no hacerlo ya que él no para de mirarme como un bebé a una paleta.

-¿Puedes por favor... dejar de verme?

-Lo sien-to. Es... que... tú...-Dice, con una voz entrecortada que me causa risa pero disimulo.

Abro mis ojos esperando que termine de hablar pero él suelta una carcajada y vuelvo a rodar los ojos.

-Eres... completamente -Lo dice, con firmeza -hermosa, mujer, hermosa.

Mi corazón se descontrola y ladeo mi rostro, por lo tanto él sólo suspira hondo y de reojo vuelvo a mirarlo.

-Eres tan irritante, eso me encanta.

-Cállate, Adam -Digo, más sonrojada que molesta, haciendo que él ría.

Horas después de miradas interminables llegamos a Los Ángeles y mientras camino alejándome de todo deseo en el alma pisar mi apartamento y analizar todo lo ocurrido sin que una voz de ardilla y cuerpo sexy me fastidien el momento.

Un carraspeo de garganta me detiene cuando voy rumbo a buscar un taxi, y al voltear, Adam se acerca a mi.

-Hasta luego, preciosa -Dice, tan calmado y tierno que me estresa.

Mi corazón se sale de control.

Subo al taxi y... ¡Diablos! Debería sentirme satisfecha y feliz. Soy una de las mujeres más afortunadas del mundo, ¡Estuve con Adam Levine! ¡Adam Levine!

Las mariposas me atacan y el sentimiento me ahoga.

«Sí me gusta y demasiado como para no poder sacarlo así como así de mis pensamientos»

Suspiro.

Subo al ascensor, llego al segundo piso y cuando me dirijo a mi morada la puerta está... ¿abierta?

-Maldición...Me robaron -Grito, soltando la maleta.

Entro con cautela y los pasos que vienen del comedor me causan terror por lo que tomo la escoba, que por suerte dejé mal puesta cuando me fui, para de alguna u otra manera defenderme.

El momento sin duda se ha eterno y mi corazón está aterrado.

-Oye oye relájate -Me dice Alex.

Espera...

«¿Que carajos hace él aquí»

Se acerca a mí, me da un fuerte abrazo que tardo en procesar y un beso en la frente...

-Hola, bebé -Dice, mirándome con una sonrisa al decidirme mirarlo a los ojos.

Me suelto de su amarre.

-¡Ja! No creo que a tu futura esposa le agrade que me digas "bebé" -Considero, tomando un vaso para beber agua.

-¿Qué te ocurre?... ¿Estás celosa Karol?

Él sonríe y se me revuelve el estómago.

-¿Tú crees? -Inquiero, molesta.

Alex alza las manos en modo paz y ruedo los ojos, no puedo perdonarle muchas cosas.

-¿En dónde estabas? Algunas de tus cosas no estaban aquí y te dejé varios emails y te envié la invitación a mi boda... ¿Por qué no respondiste?

-Estaba con... -Respiro profundo.

«Creo que es mejor que no le comente nada, para evitar una discusión»

Una expresión de preocupación se forma en su cara y me persigue mientras recojo mi maleta y empiezo a sacar lo que no ensucie.

-¿Con quién estabas?

-Eso no te incumbe, Alex.

Sugar comienza a escucharse en alguna parte de mi apartamento y me llevo la mano a la frente porque ese es el tono personalizado que le he puesto a Adam lo cual indica que está llamándome.

Observo que he dejado el telefono sobre el comedor y corro al mismo tiempo que Alex en busca de él.

-¿Desde cuando lo escuchas? -Inquiere, confundido, al tener el teléfono en la mano.

«No puedo contestarle... ¿Por qué siempre llega en el momento inoportuno?»

-¿Qué pasa? ¿Quién es? -Intento quitarle el teléfono pero gracias a que él es alto y yo enana no logro conseguirlo así que bufo, pero al hacerlo él contesta la llamada y...

-Hola, preciosa ¿Estás?

El teléfono está en alta voz y sé que reconoció su voz.

Alex me ve como si estuviera molesto y me hace una seña para que le responda.

-Sí, Adam estoy aquí -Contesto, sintiéndome ridícula.

-Oye, hermosa, solo quiero que me escuches -Mi piel se eriza, Alex empieza a ponerle atención a la voz de Adam y frunce el ceño.

-¿Por qué te dice preciosa?, ¿Hermosa? -Susurra.

-...Anoche la pasé increíble Karoline, y sé que voy a sonar egoísta pero... De ahora en adelante solo quiero que estés conmigo. No me importa nadie más, y sé que estás confundida, pero estoy seguro de que si lo intentamos lo podemos lograr -Siento el corazón en mi garganta -Espero que pienses bien las cosas y yo... Prometo que si te quedas conmigo y no con ese idiota, no te defraudaré.

-Adam, yo... -Todo tipo de sentimientos pasan por mi pecho y nublan mi mente.

Adam permanece en silencio y Alex está a punto de tirar el teléfono contra el piso pero lo impido.

-¿Te puedo llamar más tarde, Adam?

-Disculpa, hermosa, es que alguien está tocando la puerta... Te llamo luego y... Piensalo ¿sí?

Adam cuelga la llamada y Alex se da media vuelta, ¿molesto?

-¿Estabas con Adam anoche, Karol? -Cuestiona, invadiendo mi espacio personal.

-Sí...¿Algún problema con eso?

Alex da dos pasos hacía atrás y se lleva las manos a la nuca. No entiendo exactamente qué está pasando con él y...

«Ahora tengo mucho miedo de lo que pueda sentir él hacia mí»

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¿Alguien por acá? Lxs amo 💘