N/a: Un millón de gracias a #MirelysHernandez  por su ayuda en este capítulo. Espero lo disfruten 😉

Adam.

Mi corazón se acelera al momento que Karoline decide ignorar mi pregunta y corre a su habitación.

—Maldición —Susurro al darle un golpe a la puerta del ascensor mientras bajo de nuevo.

«No sé el momento exacto en el que ella se incrustó de forma agresiva en mis pensamientos »

No me deja dormir tranquilo con tan solo pensar que es amiga de Behati y que la deseo tanto al punto de mandar todo a la mierda.

Hace unos meses quizá no lo hubiera pensado tanto; la habría hecho mía sin ningún problema, pero tengo tantos pensamientos constantes... y esos pensamientos hacen que mi corazón y mi cuerpo se descontrolen.

—Idiota que soy, idiota —Me digo.

Me dirijo al bar del hotel y ordeno vodka para calmar la confusión que siento en mi pecho, pues la imagen de Karoline y Behati se cruzan en mi mente.

—Otro más, por favor —Le digo al chico de la barra.

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Estaba 100% seguro de algo desde que ella comenzó a pasar más tiempo conmigo; eso era que Karoline sentía algo por mí. Detrás de ese odio hay algo más y no es simplemente cariño, creo que ella tiene miedo de expresar lo que realmente quiere, pero yo no.

Toco la puerta un par de veces al no recibir un mensaje de vuelta y tomo la fuerza que necesito.

Ella abre y al verme intenta cerrar la puerta pero la detengo.

—Oye, yo —Respiro profundo —Desde esa noche en la que te invité a mi casa en la fiesta y te llevé cargada a tu apartamento... —Cierro los ojos recordando el momento y sonrío —Cuando vi quién realmente eras después de odiarte yo... Sentí algo, me puse muy nervioso y quería quedarme allí, eres amiga de Behati pero eres extravagantemente hermosa e irritante y eso me tiene estresado y confundido —Suspiro cuando abro los ojos y ella tiene una expresión neutra —No sé qué hacer.

—No funcionará —Responde secamente, como si no le importara, lo cual me molesta  —Sabes que yo amo a Ale...

No dejo que termine de hablar, y tomo sus manos con desespero: —Karoline solo dime si sientes algo por mí —Le pido con el corazón por mil —solo sí o no, te dejaré en paz si la respuesta es no, creeme.

Ella suelta sus manos de las mías y suspira.

—Adam, hueles a alcohol... No estás hablando con coherencia, necesitas descansar, ha sido un día muy largo —Explica, sin verme lo cual me desespera más.

—Necesito escucharlo —Le digo tomando su mejilla para que me vea a la cara —¿Sí? Porque si es así voy a demostrarte y decirte todas las cosas que él jamás te dijo.

Lo podía ver en sus ojos, hasta puedo jurar que este momento lo había imaginado antes. Ella me desea tanto como yo a ella.

Karoline camina hacia atrás ya que yo comienzo a  acercarme, pues al no conseguir respuesta mi cuerpo y mente lo toman como un "Sí".

—Sí —Dice, con un brillo en sus ojos que me da el impulso de acercarme y besarla.

Ella coloca sus brazos alrededor de mi cuello y me sigue el beso de una manera encantadora excitante, que me envuelve.

La pared nos detiene y coloco mis brazos debajo de sus glúteos alzándola en mi abdomen, mi miembro se despierta y ella comienza a quitarme la camisa de forma desesperada después de quitar su bata con facilidad.

Mi pantalón queda a la mitad de mis piernas y sin preparación la miro a los ojos y entro en ella.

Se muerde el labio mirando hacia el techo cuando  comienzo a moverme y me besa, me besa apasionadamente.

Así que realmente no sé la razón por la cual me siento tan descontrolado ante la situación; no sé si es por el hecho de que tenía varios meses sin tener relaciones o... O porque ella si me vuelve loco de verdad.

El beso se rompe gracias a el puto oxigeno, así que respiro hondo al sentir el fuego quemarme y decido proseguir, pero ésta vez en la cama; acabo de quitar mi pantalón y bóxer con su ayuda pero sin separarme de ella. El sudor llega, cambiamos de posición, ahora yo encima de ella y la observo con la misma lentitud que  muevo mis caderas por un largo rato.

—Me gustas tanto —Le susurro en el oído mientras paso mis manos por sus piernas, ella solo gime y eso me enloquece aun más.

—Adam... —Gime y yo empiezo a a besar su cuello, le lamo un poco cada vez que doy un pequeño mordisco en el lóbulo de su oreja y ella me jala del cabello cada que puede.

—Necesito... —Gimo yo, cuando saco mi miembro de su vagina y subo y bajo mi mano para que salga todo lo que ella a provocado pero inesperadamente Karoline mete mi miembro en su boca y lo lame dejándome sin respirar, pues no puedo aguantar más, la sensación es devastadoramente ardiente.

—Sí —Vuelve a decir con un gemido cuando dejo que toda mi semen caiga en su pecho y la lujuria que invade su cara me hace sentir maravilloso.

—¿Estamos bien? —Inquiero cuando limpio con la sabana su cuerpo y ella asiente con los ojos cerrados, el sudor corre bajo su cuello aunque hay aire y eso solo provoca que vuelva a excitarme al tener una vista entera de ella.

—No termina aquí ¿cierto? —Cuestiona tapando su cara con las manos en cuanto doy besos en su bajo vientre.

—Quiero todo —Manifiesto, para acercarme y besarla.

Mi lengua recorre su oreja, su cuello, y ella gime lentamente por mis atrevidas acciones; me encuentro con su pecho, manoseo uno de sus pezones mientras que el otro lo chupo y sonrío a mis adentros, porque no puedo creer que esto sí esté sucediendo.

—Adam... Me estás... auchs... Me... me duele —Dice cuando me dejo llevar y aprieto uno de los pezones, por lo que bajo a su abdomen dibujando una linea recta entre besos y lamidas.

Disfruto bastante escucharla gemir mientras juego con ella, tenerla así me hace sentir que soy el dueño de su cuerpo y pensamientos.

«Ese estúpido jamás la tendrá »

Y ese pensamiento me hace sentir victorioso. Mi lengua busca su clítoris y allí me pierdo; en las sensaciones que con gemidos me demuestra y en mi corazón, el cual no deja de latir como un tambor en carnaval con mucha alegría.

Karoline gime arqueándose cuando chupo fuertemente y veo salir más que antes flujo vaginal de ella, muerdo mi labio mirándola  y ella respira controlándose.

Su mirada se pierde en mí al momento en que me acuesto a su lado y nos colocamos frente a frente, escuchando nuestras respiraciones volver a la normalidad, pero a su vez nuestros corazones latir al mismo tiempo.

Así, completamente desnudos, pero esta vez envueltos en un sinfín de emociones, Karoline pasa su pierna por el medio de las dos mías para abrazarme y esto en lugar de excitarme me causa tanto alivio y ternura que doy un beso en su frente y cabello sudado.

—Tú también me gustas, demasiado —Susurra en mi pecho.

Jamás imaginé sentir algo así por alguien. Y puede sonar muy cliché como algunos dicen, pero el asunto es que esto... Es más que atracción o deseo, ambos nos gustamos y aunque para muchos eso no sea suficiente haré lo necesario para que solo ese sentimiento crezca y perdure conmigo y nadie más.

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N/a: sin comentarios... 💖