❝And I love what you're doing to me, shaking in and out life a reaf on a tree, and I'm melting like ice in your hands, now all I want, all I want, all I want, all I want to do is dance, dance, dance, dance, dance, dance, dance, dance, dance, dance. ❞

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  En Agrabah, había un enorme letrero en el teatro en donde se estaba estrenando el tan esperado musical, en el mismo se leía: 

"Auradon Girl, por el Genio, protagonizada por Evie Mills"

 Y en el mismo lugar, se estaba llevando a cabo el ultimo baile de aquella obra. La chica de cabello azul se movía con gracia y elegancia, usando aquel vestido color crema, acompañada de dos bailarines que usaban traje. La chica hizo una pirueta y los hombres se arrodillaron, señalándola, mientras ella mantenía los brazos por encima de su cabeza.

  La audiencia no tardó en aplaudir. 

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 Todo el elenco estaba en el escenario, haciendo las reverencias correspondientes, cuando la hija de Regina ingresó nuevamente al mismo; causando que todo el publico se levantara para gritar por ella y aplaudirla. Se dirigió hacia el preseño, en donde hizo una reverencia, sonriendo con felicidad a pesar de que ninguno de sus seres queridos había podido ir a verla. 

  Pronto tendrían mas oportunidades, o al menos eso era lo que ella esperaba. 

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 La princesa malvada se encontraba en su camarín, cubierta con una bata, sentada frente a su tocador en donde tenía su tablet. Ella soltó un suspiro, sonriendo, cuando su aparato tecnológico recibió una llamada que ella no tardó en aceptar; pues era de Gothel, quien estaba demasiado cerca de la cámara. 

—Hola, cariño. —La saludó su profesora de danza. La joven bailarina se llevó una mano a la frente al darse cuenta de su cercanía. 

—Gothel. —Exclamó la adolescente con resignación, colocando esa misma mano sobre su mentón mientras negaba con la cabeza. —Estas tan... ¿Qué fue lo que te dije? Tienes que sostenerlo lejos de tu cara.

 —Perdón. —Se disculpó la adulta, para luego alejarse tan solo unos centímetros, pudiendo ver mejor su rostro. 

—Así solamente veré cada poro. —Le recordó la mejor amiga de Mal. 

—Bueno, okay. Escucha, tengo algunas malas noticias. El techo del granero tiene goteras. Quiero decir, son mucho peores que las de mi estudio. —Informó, la joven bailarina se llevó la mano a la sien. —Bueno, le pedí a Uma que lo reparara y...

—Wow, wow, wow; espera. —Intervino la pirata, apareciendo en la pantalla, estando tan cerca como la otra villana. —Okay, en mi defensa, dije que deberíamos reemplazar; no reparar.

—Bueno, de todas maneras, cancelamos las clases. —Replicó Madre Gothel, volviendo a aparecer. —Okay, adiós. —Dijo, lista para finalizar la llamada.

—Espera. Espera. Ese no es el acuerdo. —Masculló la princesa malvada, su profesora cerró los ojos y dejó escapar un suspiro, frustrada. —Yo doy clase a través de FaceTime. Ellos hacen lo que yo digo. Regreso cada domingo. Ellos hacen lo que yo digo. 

—Okay. Pero... —Dijo la villana de Corona.

—Y lo que digo es que, realmente no me importa si hay 3 centímetros de agua y tienen que nadar. —La interrumpió la chica de cabello azul. 

—Mm-hmm. —Masculló la adulta.

—Ellos van a clase. —Insistió Evie. 

—Lo sé. Tenemos que vencer a Royalton el próximo año. —Le dio la razón Gothel. —Bueno, los reuniré y te llamaré en cuanto los tenga juntos. 

—Okay. Adiós. —Se despidió la adolescente, finalizando la llamada y observando el fondo de pantalla que tenia: sus alumnos con un cartel de "Evie te extrañamos" y Mal, Jay, Carlos y Uma con otro en el que se leía: "Rómpete una pierna, E". Alguien golpeó la puerta. —Pase. 

 El Genio ingresó al camarín. 

—Oh, señor Genio. —Dijo la joven bailarina, levantándose de su asiento mientras el se acercaba a ella. —Hola.

—Tengo algunas notas. Unos pocos cambios. Pero... —Le informó el recién llegado, torciendo los labios mientras la VK lo miraba con atención. —No apestó. —Aclaró, Evie soltó un suspiro repleto de alivio, para luego sonreír. 

—Gracias. —Dijo la chica de cabello azul.

—Oh, antes de que lo olvide, Millicent me dijo que alguien te esta esperando en el teatro. —Le comunicó el mejor amigo de Aladdin, para luego darse la vuelta y retirarse. 

 La hija de Regina lo vio marcharse, mientras procesaba esas ultimas palabras, pero no tardó en quitarse la bata y dirigirse hacia su nuevo destino. 

  Apenas la VK salió del backstage, se encontró con una multitud en el pasillo del teatro, gritando por ella. Sus amigos, su familia, los bailarines de Lost Hope con sus respectivas familias.

— ¿Qué están haciendo ustedes aquí? —Inquirió Evie, sorprendida y feliz, aun sin poder creer que ellos estaban allí.

—Bueno, me pediste que reuniera a todos y lo hice. —Le respondió Madre Gothel. 

—Pero ¿cómo llegaron...? —Insistió la princesa malvada, sin comprender. Su madre señaló detrás de su descendiente, quien se giró para encontrarse con el Genio hablando por teléfono.

—Es una discusión para mas tarde. Te llamaré la próxima semana. —Dijo el Genio, la protagonista de su musical le sonrió, gesto que él le devolvió. —Tienes que mejorar tus habilidades auditivas. Dije que te llamaré la semana que viene. —Insistió para luego retirarse. 

—Sigo sin entender... —Murmuró la chica de cabello azul, shockeada. 

—Decidimos abrir la barrera para siempre, y nos las arreglamos para que no te enteraras porque no queríamos arruinar la sorpresa de que vendríamos. —Dijo Audrey. —La Isla es libre. 

— ¡Se la tenían bien guardada, malditos! —Exclamó la chica de cabello azul, señalando a sus mejores amigos con fingida molestia, todos rieron. 

—Entonces, ¿qué vamos a hacer ahora? —Quiso saber Ula, intrigada.

—Vamos a tener una fiesta de baile en honor a la noche de estreno. —Respondió Evie, luego les guiñó el ojo y todos comenzaron a aplaudir. 

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Bailar, bailar, bailar, bailar, bailar...

  Los niños salieron por la puerta trasera del teatro hacia la calle.

Bailar, bailar, bailar, bailar, bailar...

— ¿Están listos, chicos? —Inquirió la princesa malvada, dejando el teatro junto a sus amigos y todos los demás. 

Tienes el ritmo, tienes el toque, empecemos un fuego que este hecho de amor.

 Uma le ofreció su mano a Evie, quien la tomó y dio una vuelta. 

Hagamos un poco de magia, hagámosla bien. Hay que bailar juntos bajo las luces.

Mal, Carlos y Jay se acercaron a ellas para bailar.

Y amo lo que me estas haciendo, sacudiéndote de adentro hacia afuera como una hoja en un árbol. 

  Mientras la chica de cabello bailaba, Uma se acercó a ella para robarle otro beso. 

Y me estoy derritiendo como hielo en tus manos. 

  La pirata se aproximó a madre Gothel y ella comenzó a bailar en el medio de la calle, mientras las VKs formaban un circulo alrededor.

Ahora todo lo que quiero, todo lo que quiero, todo lo que quiero, todo lo que quiero hacer es bailar, bailar, bailar, bailar.

  La villana de Corona comenzó a moverse. 

Tengo el ritmo, tu tienes el beat, te hare girar y dar la vuelta si mueves tus pies. 

  Y entonces la enemiga de Rapunzel sacó a bailar al Genio.

Si, las chispas están volando, mi cabeza esta hecha un fuego. 

 Celia y Freddie se metieron en aquel circulo para danzar.

Acércame a ti, te llevare alto. 

  Las princesitas voodoo dieron saltos y se retiraron del circulo, permitiendo que Ginny, Harper y Helena se acercaran a bailar. La descendiente de Hans no tardó en darse vuelta para mover su trasero de la forma en la que una princesa lo haría. 

Y amo lo que me estas haciendo, sacudiéndote de adentro hacia afuera como una hoja en un árbol.

 Ariana, Ula y Hadie corrieron hacia ellas. 

Ahora me estoy derritiendo como hielo en tus manos. 

Los tres pequeños comenzaron a bailar y hacer piruetas.

Ahora todo lo que quiero, todo lo que quiero, todo lo que quiero, todo lo que quiero hacer es...

— ¡Hadie! —Lo alentó su padre, viendo como los menores dejaban el espacio para que Dizzy pudiera moverse.

 Bailar, bailar, bailar, bailar.

  La pelirroja no tardó en empezar a hacer todos los movimientos que se le ocurrieron, incluso Audrey, Milli, Hazel y Jade se le unieron.

  Regina también se puso a bailar en la calle, y pronto todos se le unieron, dando vueltas y siendo completamente felices.

Y amo lo que me estas haciendo, sacudiéndote de adentro hacia afuera como una hoja en un árbol. Ahora me estoy derritiendo como hielo en tus manos. Ahora todo lo que quiero, todo lo que quiero, todo lo que quiero, todo lo que quiero hacer es bailar, bailar, bailar, bailar.

  Y pronto todo el mundo comenzó a alejarse por el medio de la calle, mientras Uma y Evie quedaban persiguiéndose mientras bailaban, la princesa malvada la señaló para que la siguiera y entonces la tomó de la mano. 

 La chica de cabello turquesa le dio unas palmadas a un taxi antes de seguir a su novia, ignorando que en la parte trasera del vehículo se encontraba Leah Rose, quien las vio pasar a su lado sin percatarse de su presencia. Le dio unos golpes al asiento del conductor del taxi para que siguiera su rumbo, indignada. 

  Pronto Mal, Dizzy, Carlos y Jay se unieron a la pirata y la princesa; mientras se retiraban danzando al ritmo de la música.

— ¡Buenas noches, Auradon! —Gritó Evie, teniendo todo lo que necesitaba. 

 No podría pedir más que estar rodeada de sus seres queridos.

  La princesa malvada jamás pensó que el baile salvaría su vida. 

 Tampoco creyó que la única manera de conseguir libertad para su gente seria dejándose llevar por sus sueños, pero sin olvidarse de ser ella misma.

  Todo lo que logró, fue porque ella sintió la maldad. 

FIN.