❝When you hurt under the surface, like troubled water running cold, well time can heal but this wont, so before you go, was there something I could've said to make your heart beat better?  If only I'd have known you had a storm to weather, so, before you go, was there something I could've said to make it all stop hurting?❞

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  Las ruedas de la maleta de Evie se arrastraban mientras la chica de cabello azul caminaba por el pasillo, dirigiéndose hacia la salida del establecimiento, aunque no estaba sola. 

—Esto no pudo haber funcionado mejor, ¿verdad? —Le dijo Audrey, quien llevaba su maleta. Las dos ya se habían cambiado de ropa, estando mas cómodas. 

— ¿Evie? ¡Hey! —La llamó Dizzy mientras corría hacia ellas, entonces las adolescentes se detuvieron frente a la puerta, girándose mientras la hija de Drizella se detenía. —Yo solo venía a buscarte, uhm... ¿a dónde vas? —Quiso saber al percatarse de que se estaba llevando su maleta y su bolso de mano. 

—Estoy, uhm... —Comenzó a hablar su mejor amiga, sacudiendo la cabeza para apartar un mechón de cabello rebelde que la estaba molestando. —Estoy dirigiéndome a Agrabah. 

— ¿Qué? —Inquirió la joven estilista, shockeada.

 —El Genio me ofreció un papel en su nuevo show. El protagónico. —Informó la princesa malvada, la menor alzó las cejas, algo impresionada. —Y tengo que ir a los ensayos ahora. El Genio fue llamado para que regrese. —Añadió. 

—Oh, ¿y qué hay de las finales? —Cuestionó la nieta de Lady Tremaine. —Son mañana. 

—Le diré a él y a Milli que ya sales. —Intervino Audrey, tomando la maleta de su amiga. 

—Sí, gracias. —Murmuró la adolescente, mirándola de reojo y entregándole también su bolso de mano. La rubia se dirigió hacia la salida.

Me caí en el camino, como todos los demás. 

—Entonces, ¿nos estás abandonando? —Le recriminó la pelirroja, mientras la hija de Aurora soltaba lo que estaba cargando para abrir la puerta con delicadeza. —Pero todo esto fue tu idea. Tú hiciste un compromiso. —Le recordó. 

Me caí en el camino, como todos los demás.

—Lo sé. Pero ¿qué se supone que haga? —Dudó la hija de Regina, mientras Audrey salía del edificio. —Dizzy, he soñado con esto durante toda mi vida. Así que voy a ir. —Afirmó, dejando caer los brazos alrededor de su cuerpo con frustración, para luego girarse con la intención de irse. 

Te odio.

—Este fue el plan todo el tiempo, ¿no es así? —Quiso saber la pequeña, haciendo que la mayor se detuviera, dándose la vuelta para verla. —Solo querías usar a las estúpidas niñitas para poder abrirte camino de regreso a Broadway.

Te odio.

 Evie se mantuvo en silencio, porque intencionalmente o no, eso era lo que había hecho. La joven estilista negó con la cabeza varias veces, decepcionada y enojada.  

Te odio.

—Lo sabía. Lo supe todo el tiempo. ¡Tú solo eres una idiota egoísta! —Le echó en cara la menor, para luego toser. —Okay, ¡no te importa nadie excepto tú misma! ¡Solo estás dejándome de nuevo! —Sollozó. 

Pero solo me estaba engañando a mi misma. 

  La princesa malvada simplemente se quedó callada durante unos segundos, aquello le había dolido, pero debía seguir adelante. 

Empiezo a reemplazar cada uno de nuestros momentos.

—Buena suerte mañana. —Le deseó antes de salir del edificio sin siquiera mirar atrás, dejando a la pequeña llorando en el vestíbulo. 

Porque ahora que se han ido, solo escucho las palabras que necesitaba decir.

—Evie... —Se lamentó Dizzy entre sollozos, negando con la cabeza y corriendo hacia la puerta para perseguirla en la vereda. — ¡Evie, espera! ¡Evie!

Cuando te duele en el interior, como agua turbulenta enfriándose... Bueno; el tiempo puede sanar pero esto no lo hará.

 La adolescente se giró ante la insistencia de la descendiente de Drizella, a pesar de que la puerta trasera de la limusina en la que la estaban esperando estaba abierta para ella. 

Así que, antes de que te vayas, ¿hubo algo que pude haber dicho para hacer que tu corazón latiera mejor?

— ¡Espera, espera! —Masculló la niña, destrozada, mientras continuaba negando con la cabeza. —Por favor. Por favor no te vayas. Por favor. —Le rogó, entonces la profesora tomó sus manos.

Si tan solo hubiera sabido que tenías la tormenta que viene antes de la calma.

—Tú no me necesitas. Vas a estar excelente. Lo prometo. —La consoló la hija de Regina. 

Así que, antes de que te vayas, ¿hubo algo que pude haber dicho para que todo deje de doler?

—Por favor. —Insistió la joven estilista. —Te necesito. 

Me mata como tu mente puede hacerte ser tan egoísta. 

—Lo siento. —Se disculpó la chica de cabello azul antes de soltarla para caminar hacia la puerta de la limusina.

Así que... 

—No, por favor, no... —Volvió a rogar Dizzy, justo cuando Carlos, Mal; Uma y Jay salieron del establecimiento. 

Antes de que te vayas...

— ¡Hey! ¡Evie! —La llamaron los adolescentes, entonces la muchacha se giró, quedando en shock. — ¡Evie!

¿Estaríamos mejor ahora... si hubiera bajado la guardia?

—De ninguna manera te vas a ir sola. —Sentenció la ojiverde, caminando hacia ella. —No me importa a donde te vayas, ni por qué lo haces, yo iré contigo. No voy a volver a perderte otra vez, E. —Afirmó con seguridad, pero su mejor amiga la detuvo sosteniéndola por los hombros antes de que pudiera seguirla. 

Supongo que quizás nunca lo sabremos.

—De ninguna manera voy a permitir que lo hagas, M. —Replicó la princesa malvada, negando con la cabeza. —Tus hermanos te necesitan. 

Lo sabes.

—Ok, ella se queda, iré a buscar a Dude porque yo no me voy a quedar aquí si tú no estas. —Dijo el pecoso.

Lo sabes.

—Tú tampoco puedes venir conmigo, C. —Se opuso su mejor amiga. —Lost Hope te necesita.

Así que, antes de que te vayas, ¿hubo algo que pude haber dicho para que tu corazón latiera mejor?

—Evie, somos un equipo. Tú y yo podemos lograr cualquier cosa si estamos juntos... Pero nosotros somos la única esperanza de esos VKs. —Trató de hacerla reaccionar el hijo de Cruella. —Somos tu familia. 

Si tan solo hubiera sabido que tenias la tormenta que viene antes de la calma.  

—No tengo opción. —Murmuró Evie, negando con la cabeza. —Quédate con los niños hasta mañana, te necesitaran, luego puedes ir a Agrabah a quedarte conmigo. —Suplicó. 

Así que... 

—Tal vez ellos no puedan acompañarte porque tienen niños a cargo, pero yo no tengo a nadie a quien cuidar aquí. —Intervino Jay, acercándose a las VKs y tomando de la mano a Mal para hacerla retroceder, entonces miró a la princesa malvada. —Así que voy a cuidar de ti, en Agrabah, en donde sea. Siempre voy a cuidarte. 

 Y, luego de eso, se metió en la limusina.  

Antes de que te vayas...

  La hija de Regina espero a que Uma dijera algo, que intentara detenerla, pero la morena simplemente se mantuvo en silencio; negando con la cabeza.

¿Hay algo que pude haber dicho para que todo deje de doler?

—Lárgate si quieres. —Habló la pirata finalmente. —Parece que me equivoque contigo. La Isla jamás te necesito. Pero, felicidades, tienes talento puro para romper promesas. 

Me mata como tu mente puede hacerte ser tan egoísta. 

 Al escuchar eso, el corazón de Evie se rompió, por lo tanto ingreso en la limusina; cerrando la puerta trasera de un portazo. El vehículo arrancó, mientras la princesa malvada usaba su magia para teletransportar las cosas de Jay al asiento trasero.

 Así que... antes de que te vayas...

  Carlos, Mal, Uma y Dizzy observaron como el transporte se alejaba hasta que lo perdieron de vista. La pelirroja no pudo soportarlo más y abrazó a la descendiente de Úrsula, sin dejar de llorar. Los otros VKs se unieron a ese abrazo, quedándose en la vereda durante unos minutos mas.

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 En el camarín de Lost Hope, todos estaban felices, jugando y charlando cuando Mal; Carlos, Uma y Dizzy aparecieron.

—Hey. —Les llamó la atención De Vil, todos los vieron, quedándose confundidos al ver a la joven estilista llorando. 

— ¿Dizzy? —Murmuró Gothel, confundida, pero la menor solo se desesperó y corrió a encerrarse en el baño.

  El chico de cabello blanco miró de reojo a sus amigas, pero al ver que intentaban no derrumbarse, decidió que sería él quien comunicara lo que había pasado. 

—Evie se fue.