❝Let me tell you something you can really trust, everybody's got a wicked side❞

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  Evie se metió un chicle en la boca y estaba a punto de alejarse del puesto del que acababa de robar una bolsa entera de los mismos, cuando una voz llamó su atención.

Déjame decirte algo en lo que puedes confiar, todos tenemos un lado malvado.

— ¡Evie! —La saludó con emoción una mujer, ocasionando que la VK casi se atragantara con el chicle al darse cuenta de quién era.

—Madre Gothel. —Habló la chica de cabello azul, sonriendo falsamente.

— ¡Por Lucifer! Estaba buscando bocadillos para el festejo. —Comenzó a explicar la mujer que había secuestrado a Rapunzel. — ¡Vamos, Wicked Serpents!

— ¡Vamos, Wicked Serpents! —Repitió alguien que pasaba cerca de ellas.

—Y pensé: “¿Esa es Evie? No puede ser Evie porque Evie está en Auradon” ¡Pero aquí estás! ¡Oh, por Lucifer! —Prosiguió la adulta. — ¡Oh, acabo de ver a Uma! Que casualidad, ¿no?

—Obvio que la viste, vive aquí. —Dijo Evie, incómoda.

Sé que piensas que nunca podrías ser como nosotras.

— ¡Oh, por Lucifer! Es como en los viejos tiempos, excepto que no están intercambiando saliva y terminaste con ella por un mensaje de texto. —Continuó hablando Madre Gothel, la VK desvió la mirada, sintiéndose avergonzada. —No puedo creer que estés aquí.

Así que mira y aprende, lo entenderás.

  La villana se giró, pero no para marcharse tal y como Evie deseó, sino que lo hizo para tomar a una niña que estaba tratando de bailar y acercarla hacia la joven diseñadora para que pudiera verla mejor.

Tienes que arrastrar tus pies, tienes que asentir con la cabeza, tienes que retroceder y arrastrarte entre las grietas.

— ¡Oh! ¿Recuerdas a mi pequeña Ariana? Si, usaba pañales la última vez que la viste. —Comentó Madre Gothel para luego agacharse hasta quedar a la altura de su descendiente, le sonrió. —Ari, te he estado hablando sobre ella. Sí, la mejor alumna que he tenido en Dragon Hall, y el mayor éxito de mami. ¡Es una estrella de Broadway! —Alardeó, levantándose para mirar a la chica de cabello azul, quien tenía una mano en su cadera y estaba entrando en pánico.

— ¡Oh por Lucifer! —Dijo la villana, mientras que su hijita corría detrás de ella para buscar su muñeca voodoo para continuar jugando con ella. —Oh por Lucifer, tienes que venir al estudio y saludar a las chicas.

—Me encantaría. —Mintió la VK.

Tienes que mostrar desinterés.

— ¡Genial! —Exclamó la adulta, feliz.

—Pero mi mamá está enferma. —Se excusó la chica de cabello azul, desviando la mirada.

Tienes que evitar el contacto visual.

— ¿Quién? —La interrogó su progenitora, apareciendo a su lado de repente.

—Regina, ¿estas enferma? —Dudó Madre Gothel.

—Sí. —Confirmó Evie, su madre la miró de reojo.

— ¡Te haré una sopa! Eso es lo que haré. —Prometió la villana proveniente de Corona, para luego mirar a su ex alumna. —Bueno, fue maravilloso verte y sé que las chicas quedarán decepcionadas por no conocerte, pero...

—Lo sé, es una lástima. —Concordó Evie.

—No decepcionemos a las chicas. Ella estará encantada de conocerlas. —La corrigió Regina, su descendiente la observó con desaprobación.

Necesitas mucha ayuda.

— ¿En serio? ¡Eso es fantástico! ¡Oh por Lucifer! Bueno, ya sabes dónde está el estudio. Te veré a las 5:30. Cuídate, Regina. —Exclamó Madre Gothel antes de marcharse.

—Super. —Mencionó la chica de cabello azul, indignada. — ¿No podías hacerte la enferma? —Le recriminó a su madre, quien le sonrió falsamente.

  Evie se giró, encontrándose con la pequeña que la observaba a los ojos, abrazando a su muñeca.

¿Quieres ser cool? Puedo mostrarte cómo.

— ¿Y tú qué quieres, mocosa? ¿Que le arranque los ojos a esa cosa horrible que sostienes o que te los arranque a ti? —La cuestionó la joven diseñadora, justo cuando Madre Gothel volvió a buscarla.

— ¡Ups! ¡Casi la abandono aquí! ¡Vamos, Wicked Serpents! —Exclamó la mujer, tomando a su descendiente por los hombros y llevándosela.

— ¡Vamos, Wicked Serpents!

  Evie bufó y se metió otro chicle en la boca, resignada.

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Una motocicleta turquesa se detuvo frente al estudio de baile de Madre Gothel.

—Ok, aquí estamos. —Habló Uma, quien conducía aquel transporte, el cual amaba. —Lleven todo, denme los cascos. —Les recordó.

  Una pequeña pelirroja fue la primera en bajar, se quitó su casco de color morado –sí, el que Mal usaba cuando paseaba con la descendiente de Úrsula– y se lo entregó a la mayor. Sacudió su cabello y luego ayudó a la VK más pequeña a descender de la moto.

 Ula se quitó el casco y se lo dio a su hermana mayor, quien guardó ambos, luego tomó la mano de Dizzy.

— ¡Adiós! —Se despidió la pequeña hija de Úrsula, de apenas 8 años, quien llevaba una pequeña mochila en su espalda.

— ¡Tengan una buena clase! ¡Y diviértanse mucho! —Dijo la adolescente de cabello turquesa, mientras la nieta de Lady Tremaine tomaba su mochila y se la colocaba en la espalda. —Dizzy, no olvides ayudar a Ula con sus zapatos, ¿ok?

—No tienes que decírmelo. —Replicó la niña pelirroja, para luego entrar al edificio junto a su amiga.

—Nos vemos, chicas. —Se despidió Uma para luego abandonar el lugar en su motocicleta.

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  Freddie estaba revisando las cuentas en el mostrador del estudio de baile cuando la puerta fue abierta por Evie, quien ingresó junto a Madre Gothel.

—Apuesto a que no extrañabas esas escaleras. —Habló la profesora de Dragon Hall, mientras que la chica de cabello azul se cruzaba de brazos, aún sin poder creer que su propia madre la había metido en aquella situación y la había llevado hasta aquel lugar porque conocía a su descendiente y sabía que no iría por su propia cuenta. —Oh, mira, pusimos tu foto en la pared.

Evie avanzó unos pasos, para observar los retratos que estaban en la pared.

—Cariño, no te preocupes por eso ahora mismo. —Le indicó Madre Gothel a la descendiente del Doctor Facilier para luego acercarse a la VK adolescente. —La pequeña genio lleva mis cuentas.

—Pero te debo mis clases de esta semana y las de Celia también. —Le recordó la niña.

—Los recibos pueden esperar. —Replicó Madre Gothel. —Vamos, llama a las chicas. Tenemos una invitada especial hoy.

  Evie se concentró en las fotografías que estaban colgadas en la pared, habían algunas suyas, otras en las que ella estaba con Carlos –porque sí, él siempre había bailado, mejor que cualquiera de hecho– y fotos de las pequeñas que ahora eran alumnas. Incluso habían enmarcado un fragmento del periódico en el que se leía una noticia sobre cómo ella había ganado el concurso de baile luego de haber dejado la Isla.

— ¿Podrías traer una silla para la señorita Evie? —Dudó Madre Gothel, la niña rodeó el mostrador.

—Sí, enseguida lo hago. —Accedió la menor antes de retirarse para hacer lo que ella le había pedido.

La villana volvió a observar la pared e imitó la pose de la hija de Regina.

—Sé que solo fui tu profesora durante 8 años, 3 meses y 22 días antes de que te fueras a estudiar a Auradon Prep, pero no sé... Me gusta pensar que tuve algo que ver con que te hayas convertido en una sensación de Auradon. —Habló la adulta y soltó una risita. — ¡Oh! Hablando de eso, te daré una idea: ya que estás aquí de visita, podrías dar una clase magistral. ¿O tres? —Sugirió.

  Evie la miró, ¿estaba hablando en serio?

—Sí, te avisaré... —Mintió la VK, su día estaba empeorando.

—Porque estaba pensando para el próximo año, tal vez, hacer uno de estos. —Prosiguió la villana de Corona, tomando uno de los folletos que se encontraban sobre el mostrador y enseñándoselo.

—Una competencia de baile. —Leyó Evie, forzando una sonrisa.

— ¡Sí! —Dijo su profesora.

—Wow. —Masculló la chica de cabello azul, sorprendida.

— ¡Sí! Y esta tiene una categoría especial llamada "presentación magistral", en donde la profesora baila con sus alumnos. ¿No es adorable? —Continuó Madre Gothel, entusiasmada. —La primera ronda de este año es este fin de semana, y aunque tenemos algunas rutinas preparadas, no estamos a este nivel ni remotamente listas.

Y nunca lo estarán, pensó Evie.

—Mi mamá está afuera, esperándome en su auto y... —Comenzó a excusarse la VK.

Necesitas romper las reglas, yo puedo enseñarte cómo.

— ¡Oh por Lucifer, Regina! ¡Me olvidé completamente de hacerle una sopa! ¡Pero debo hacérsela! —Exclamó la profesora.

—Sí. —Dijo Evie, haciendo pucheros y llevándose la mano al corazón.

—Ella debe estar descansando en su cama. —Dijo la villana.

—Sí. —Concordó la joven diseñadora, creyendo que se había salido con la suya y podría irse de ahí sin ver a nadie.

Y una vez que entiendas este sentimiento, estarás tranquila como una villana.

—Ok, aquí vamos. Será muy rápido, te lo garantizo. —Dijo Madre Gothel, girándose y tomándola del brazo para dirigirla hacia el salón de baile, luego metió dentro del bolso de la VK el folleto que le había enseñado.

  Hasta que de repente se detuvieron cuando ambas vieron a un pequeño niño haciendo ruidos de motores mientras jugaba con autos diminutos, a una pequeña chica de cabello turquesa que estaba sentada encima de la mesa, inquieta; pues también jugaba con su amigo.

Llamas la atención cuando actúas así. Déjame enseñarte cómo desaparecer.

—Ula, quédate quieta. —La regañó una niña de cabello pelirrojo y anteojos rosados.

Luces como alguien que perdería una pelea contra una gata callejera.

— ¿Dizzy?