Con una triste historia Benjamin convenció a sus padres de ser adoptado.

Había sido el hijo de una familia pobre, la cual lo había abandonado apenas tuvieron a su sexto hijo.

Creció en las calles pidiendo y urgando en la basura, siendo golpealdo y amenazado por los mayores.

Era un niño delgado que su cabello apenas y emitía color, sus ojos eran opacos y su piel era pálida enfermiza.

Los días normales se basaban en revisar la basura de los nobles y de huir de los matones.

Fue un día en el que siendo acosado un hermoso ángel de cabellos plateados le salvo, aquella mujer parecía haber caído del cielo, su acompañante ahuyento a los malos y con una sonrisa cálida le dieron de comer y un hogar.

Aceptar que aquellas dos personas serían su familia fue fácil, ambos desbordaban cariño y presentía que no lo lastimarian.

Al saber la historia de la pérdida de su nueva madre, se decidió a protegerla, así que debía de crecer grande y fuerte.

El amor de su madre, su padre y su hermana mayor lo hicieron volver a amar y a ser feliz.

Cuando la noticia del primer bebé llegó, fue completamente feliz, no solo protegería a su madre, también a su nuevo hermano.

—Madre ten cuidado - Hadarah parecía una niña pequeña a sus ojos, su madre se metía en problemas y alzaba armas sin importarle nada.

Se prometió a cuidar de ella en ese embarazo.

Pero su hermano nació cuando el imperio cambiaba de emperador, nació siendo recibido por su cuñado y completamente sola.

Con su siguiente hermano fue diferente, todos cuidaban de ella y la mimaban.

—Benjamin, es hora de despertarse.

Ver a su madre era su alegría.

Conforme fue creciendo fue dominando cada arte marcial que existía, busco cada espada rara que podía y venció a todos los guerreros que pudo.

Benjamin Alpheus Ploen se convirtió en el espadachín más famoso luego de su padre, en el hombre más guapo del imperio y el soltero más codiciado.

—Madre  - Benjamin se arrodillo y beso la mano de su madre —Estas hermosa hoy.

—Es gracias a tu cuidado hijo - Hadarah le acaricio la mejilla —¿El territorio está bien?

—Aydin esta prosperando, deberíamos de ir en vacaciones, a mis hermanas les gustará.

Sus hermanas se convirtieron en otro punto importante para él, cuando Jubelian se convirtió en emperatriz la visitaba poco, pero cuando dio noticias de un embarazo él y su padre se instalaron en el palacio.

Cuando su hermana menor creció también la cuido de los nobles ambrientos y morbosos.

Sus hermanas merecían lo mejor.

—Su majestad te ha encarado recibir a los invitados de Batuul  -Benjamin miro a su padre. —¿Puedes?

—Si padre, yo lo haré. - Regis acaricio su hombro.

—Busca una esposa Benjamin, pero no que no sea tan bonita como tu madre o hermanas, solo ellas son hermosas.

—Que tonto. - Hadarah siguió en su bordado —¿Deberia de buscarle esposo a Evie?

—¡Jamás! - gritaron los dos al unísono.

—Evie será una monja - Benjamin apretó sus puños, Hadarah soltó a reír.

Recibir a los enviados de Batuul era una tarea importante, aquel reino era un principal productor de telas de alta calidad, al emperador y a los nobles le gustaban las telas de aquella tierra y por ello su cuidado debía de ser perfecto.

—Benjamin Ploen duque de Aydin saluda a los enviados de Batuul  - Benjamin realizó una perfecta reverencia.

Una hermosa joven de cabellos verdes sonrió al verlo.

—Los rumores no mentían, el hijo mayor de Ploen es hermoso - Benjamin se sonrojo ante sus palabras —Cerremos el trato ya, pero debemos de tener una cita ahora mismo.

—¿Una taza de té? -la joven asintió.

Benjamin miraba su taza con atención, se sentía nervioso por algún motivo y la mirada intensa de la joven lo ponía peor.

—Mi nombre es Margaret, soy la tercera princesa de Batuul y estoy soltera - la joven se inclino sobre la silla de Benjamin —Casemonos pronto.

—Princesa...

—Me gustan los niños bonitos de cabellos rubios.

Desde ese día la princesa Margaret trataba de pasar tiempo con Benjamin, Maximilliam le ordenó seguir con las negociaciones hasta el final y fue así como Benjamin acabo con una mujer dominante.

Margaret y Benjamin se casaron al mes de conocerse, Hadarah pego el grito al cielo y se lamento ver como alejaban a su hijo.

—Te quejabas del abuelo - Andre se burlo.

—No me compares.

—No, es peor que yo - el viejo duque se burlo —Mi niño que te paso ¿no te ibas a quedar a mi lado? - el mayor la imito.

—Los malos hábitos se heredan.

—Entonces esto se pondrá mejor suegra -la duquesa de Aydin sonrió —Será abuela.

—Llévame contigo diosa - Hadarah palidecio, Regis sonrió feliz al ser abuelo nuevamente y sin dudarlo cuidaría de su nuevo nieto.

—Así hasta dan ganas de tener otro hijo - Regis soltó de golpe, Hadarah abrió su boca con sorpresa y el viejo duque sacó su espada —Solo decía suegro...

—Y te burlabas de mamá, Abuelo - Benjamin soltó a reír.

Gracias a sus padres que lo encontraron en una difícil situación pudo tener la familia que siempre deseo, fue amado y pudo amar.

Agradecía infinitamente al amor especial que sus padres pusieron en el.

—En todas las vidas me gustaría encontrarte madre.

Primer extra aquí.

Nuestra querido Benjamin creció bien, muy bien jaja

Poco a poco iré subiendo los extras.

Mis redes.