Hadarah no era muy conocida en el mundo social, salvo algunas veces cuando iba a visitar a la hija del conde Arlo, esta vez había sido invitada a una fiesta de té en el palacio imperial, estaba sorprendida puesto que Liche era la única hija del emperador y no solía presentarse en público nunca, justo hace unos días había recibido una invitación pero no de ella.

—No sabía que había otra princesa -la diosa se acercó a ella y tomó asiento en el sofá de descanso de Hadarah.

—Medea Ashet es una hija ilegítima dele emperador, bueno ella y su gemelo Eros, ambos son hijos de una concubina que atendía las habitaciones de ese idiota - Hadarah la miro — Medea quiere entrar en el mundo social por lo cual está empezando por ustedes... ten cuidado.

—Claro.

—Este nuevo personaje no fue enviado por mi, de echo ninguno, el consejo quiere ponerte trabas para enviarte a tu muerte.

—Debiste enviarme hace diez vidas -dijo viendo su reflejo en el espejo, Irina soltó una risa y la empujó.

—Vete ya, Jubelian no irá, no fue invitada así que ten mucho cuidado - Hadarah suspiro y salio.

Al llegar al palacio fue recibida por la dama principal que atendía el palacio, camino con mucho nerviosismo hasta el interior.

Recordaba a medias a Liche o a Beatrice, sabía que la emperatriz la sometía de muchas maneras para tener posibilidades de obtener al trono, pero este nuevo personaje era desconocido para ella.

—Mi saludos al sol del imperio -hizo una reverencia, la princesa de morados cabellos hizo una sonrisa que Hadarah no logro identificar — Hadarah del ducado de Angenas le saluda.

—Bienvenida princesa Angenas, toma asiento - Hadarah asintió y miro a las demás mujeres las cuales la mayoría la ignoro excepto una.

—Saludos princesa -susurro la tímida dama, Hadarah le sonrió en grande y un garraspeo la sacó de su momento.

—Me alegra que hayan venido, el palacio no suele recibir a nadie que no sea invitado por la emperatriz, así que deben sentirse afortunadas - Hadarah no entendió aquello, era raro ver a damas de casas muy prestigiosas ahí, pero no ver a Jubelian le sorprendió.

—Es un honor princesa- dijo una castaña, era hija de  un Conde famoso — nos alegra que nos haya tomado en cuenta, solo la élite puede ser su amiga  -la princesa asintió y llevó la taza a sus labios.

—¿Escucharon los chismes? -dijo otra de cabellos rubios, Hadarah apretó sus labios, odiaba los chismes — Jubelian ploen esta saliendo con otro hombre, dicen que es un plebeyo y que por eso lo oculta.

Hadarah apretó sus puños y estuvo apunto de hablar pero una mano tomó la suya y negó, la misma chica de antes la había detenido de causar un problema.

—¿Usted que piensa princesa Medea? - Hadarah miro a la princesa y esta sonrió.

—Hubiera sido interesante invitarla y ver que sorpresas nos traía, pero ella no es digna de estar frente a mi - Hadarah quiso reír pero se contuvo.

Al final la fiesta de té, Hadarah se encaminó a la salida pero una voz la detuvo en medio jardín.

—Pero si es la princesa Angenas - Hadarah suspiro, era el nuevo príncipe. — Princesa  -el beso su mano, Hadarah le sonrió de lado.

—Un saludo príncipe Eros -el sonrió — Es bueno verlo.

—Lo mismo digo y si me diera una sonrisa seria aun mejor - Hadarah asintió y sonrió de lado —¿no te gustaría pasar a mi palacio? - Hadarah negó.

—Debo irme príncipe.

—Es una lástima, me hubiera gustado estar contigo más tiempo - ella asintió.

—Será en otra ocasión Alteza-el asintió.

—Entonces ¿aceptarías una invitación en el futuro? - ella quiso rodar los ojos, se sentía incomoda delante de el.

—No es bien visto... - el la corto y acaricia su mejilla.

—Espero aceptes la invitación  -dijo acercándose más a ella.

—¡Princesa Angenas! - instantáneamente se alejo de Eros y miro a la rubia correr hacia ella, definitivamente aquella chica había sido su salvación en dos ocasiones. — Oh príncipe Eros -hizo una reverencia.

—Eh si -dijo el alejándose de Hadarah — hasta luego princesa -beso su mano y se fue, la chica la miró.

—¿La interrumpí?

—Me salvaste -le sonrió — ¿Cuál es tu nombre?

—Me presento, soy Amelia del marquezado de Badwi - Hadarah sonrió nuevamente, es una rareza haber visto a la joven ahí, su familia no era tan conocida y estaban casi en la quiebra, seguro Afrodita la había llevado para humillarla pero la fiesta de té se había girado en torno a Jubelian y su amante

—Un gusto Amelia.

—Siento haber venido así, quería presentarme formalmente ya que no se nos dio la oportunidad hace rato.

—No te preocupes, espero verte en otras ocasiones Amelia.

—Lo mismo digo -ambas se encaminaron hacia la salida y luego de una despedida cada quien fue por su lado.

—¿Cómo estuvo su fiesta? -dijo Moon ayudándola a subir al carruaje.

—Fue odiosa -el sonrió— Vamos a casa rápidamente.

—Me enteré que la princesa Ploen esta enferma - Hadarah lo miro — el duque esta aquí en el palacio desde hace unos días, mire ahí va  - Hadarah asomo la cabeza por la ventana.

—Duque  -dijo ella y el giro a verla, ella le dio una sonrisa y el saludo desde lejos. —Acérquese  -bajo del carruaje y se acercó a ella.

—Princesa Angenas - ella asintió. —¿Que la trae por aquí?

—Una fiesta de té de la princesa Afrodita  -suspiro — me enteré de que Jubelian esta sola -el asintió — ire a verla ¿Quiere decirle algo?

—No -Hadarah asintió, era obvio que el no enviaría a decirle nada — solo quédese a su lado.

—Con gusto lo haré  -sonrió — Espero verlo de nuevo - el asintió sin ganas — Entonces nos vemos duque - hizo una reverencia y regreso al carruaje, Regis lo vio partir y soltó un suspiro.

—Espero que tu también valores a mi hija - se dio la vuelta y siguo su camino.

El ducado ploen era el más grande de todo el imperio, Angenas era un ducado antiguo que había perdido casi todo durante la guerra, cuando el emperador huyo como cobarde y el duque Ploen fue a la guerra con poco Angenas también ayudó para ganar la guerra, pero después de todo, Angenas no fue mencionado por el emperador en cambio Ploen si.

—Moon - Hadarah soltó un bostezo— ¿Puedes averiguar sobre Afrodita? - el asintió.

Finalmente les traje el capítulo 6.

Espero les guste.