Capítulo 36
Regis observo a Hadarah dormir, su culpa no lo dejaba dormir y se sentía mal cuando veía a la joven.
Su plan inicial era simplemente casarse y no tocarla, pero el impulso de tenerla entre sus brazos lo acercó a ella y finalmente la hizo suya.
Ahora estaban en aquella fatídica situación.
El cariño por ella había crecido y no quería dejarla sola nunca.
Salió de la habitación de ella y se dirigió a la suya, ahí se encontraba Max.
—Vete quiero estar solo.
—Maestro - Regis lo ignoró y tomo asiento en su cama —Tal vez nunca hablamos tan íntimamente, pero se que duele - Regis le miró, Max continuo hablando — Así que, comience a hacerla feliz, dicen que las mascotas ayudan a la depresión.
—¿Crees? No creo que a Edward le guste - Max rodo los ojos.
—¿Un águila? ¿De verdad? - Negó —Un perro ¿Qué tal?
—¿Y dónde encontrare uno?
—Le tenía fe - suspiro Max —Vamos - se acercó a la ventana y salto, Regis se asomo y lo miró mal.
—Había una puerta.
—Es más rápido así - Regis suspiro.
El bazar del ducado era muy animado por las noches, fiestas, teatro y mucho más.
—Ahora que lo pienso - Max llamo la atención de Regis —Podría llevarla al teatro o ver a los cuenta cuentos, debería de traer a Jubelian - sonrió
—Aprovechado - Max soltó a reír —Pero tienes razón... fue un matrimonio político, pero somos humanos y sentimos, la descuide.
—Es un tonto.
—No te acerques a Jubelian - Max soltó a reír.
—En fin, aquí es - Max ingreso y sonrió —Hay de todo, elija el que más se parezca a ella.
—Entonces un oso blanco - Max soltó a reír —No digas tonterías.
— Solo vaya - Max empujo ligeramente a Regis.
Hadarah siguió viendo la ventana sin emoción alguna, sus amigas habían estado con ella días antes y Jubelian estaba en una fiesta de té.
—¿Te vas a quedar encerrada? - Irina se acercó —Salgamos a dar un paseo.
—No quiero.
—Dara... ¿Quieres que le envíe una carta a tu padre? - ella negó —¿Un dulce? ¿Un beso?
—Que irritante - Irina asintió —Quiero tu ayuda en algo - la puerta fue tocada interrumpiendo la platica, el mayordomo ingreso.
—Duquesa, su excelencia quiere verla
—Iré enseguida - Hadarah se levantó y salió —Luego seguimos con la platica.
Al llegar a la sala encontró al Duque junto a Max y a Jubelian, les saludo brevemente y se acercó.
—¿Deseaba verme?
—Ven - dudosa se acercó, Regis tomó su mano y le regalo una sonrisa —Quiero hacerte un poco felix... he fallado mucho.
—¿Qué trata de decir? - Regis le pasó una caja enorme con varios huecos a su alrededor.
—Ábrela - Le dio una pequeña mirada al Duque y la abrió lentamente, en el interior se escucho un pequeño ladrido y sonrió.
—Es hermoso - lo cargo entre sus brazo y acaricio su cabecita —Gracias.
—No fue nada, recibí ayuda - Max le miró mal.
—Es increíble maestro - Regis le miró. —Pensaba traer un oso.
—¿Sí? - Jubelian soltó a reír —Dale un nombre Dara - la joven observo al pequeño y sonrió.
—Shiva, ese es su nombre - Regis sonrió.
Medea observo a las jóvenes enfrente de ella, una pequeña sonrisa se asomo, su plan debía de salir a la perfección.
—Princesa, parece que le gustan mucho los postres - la joven enfrente de ella habló, Medea asintió.
—Últimamente tengo antojos de pasteles de manzana y los que hace su nana son los mejores Lady Marlon
—¿Antojos? - pregunto otra —No nos diga que esta... - Medea negó.
—Para nada - habló rápidamente, sus nervios hicieron dudar a todas las presentes.
—Entonces coma más alteza. - Medea llevo otro bocado a su boca y sonrió.
Pronto los chismes empezaron a correr por todo el imperio, Medea Ashet estaba embarazada y todos apuntaban al mismo padre, el Duque Ploen.
—Dara, ¿Quiere ir al pueblo esta noche? -la joven bajo su libro y miró al Duque. —Habrá una feria.
—Claro - ella sonrió.
Ambos duques salieron al caer el sol, ambos portaban pelucas de color negro y ropas sencillas.
Había malabaristas, juegos de tiro al blanco y en la plaza estaban contando historias muy interesantes, Hadarah miraba todo con emoción, se sentía libre.
—¿Quieres comer algo? Por aquí hay un restaurante famoso.
—Venimos al pueblo para disfrutar de su gastronomía, no iremos a un restaurante aburrido -ella tomó su mano y lo guió hacia un puesto ambulante —¿No huele bien acaso?
—Tienes razón, denos dos - tomó los platos y le tendió uno a Hadarah, la joven se acercó a una de las mesas y se sentó a disfrutar de la comida y del ambiente.
—Todo es muy hermoso, la gente se divierte sin importarles nada y la tranquilidad abunda, su comida es la mejor - sus mejillas se tornaron rojas a medida que hablaba, sus ojos brillaron levemente.
—¿Estas feliz?
—Sí, gracias - el negó.
—Debes de ser feliz siempre -el tomó su mano —En un futuro podremos tenerlo...
—¿Sabes quien fue? - el suspiro.
—La criada fue encontrada muerta, pero sospechamos de quién... -ella asintió. —Pero no hablemos de eso, sigue comiendo - ella sonrió y llevo otro bocado.
La noche paso con tranquilidad para ambos, pasaron un momento ameno y entre risas y anécdotas acabaron en la fuente de la plaza en donde pedirían un deseo.
—Pide un deseo, si lo haces de corazón tal vez se cumpla - Hadarah soltó una pequeña risa —Es verdad Dara deja de reírte.
—Sí esposo - ambos soltaron a reír, Hadarah cerró sus ojos y junto sus manos, Regis acaricio su mejilla y beso su frente —Tramposo.
—No lo soy - ella sonrió —¿Qué deseaste?
—Es un secreto - el negó —Lo es. - ambos se tomaron de la mano y comenzaron a caminar.
Al pasar por uno de los callejones escucharon quejidos y cosas romperse.
—¿Qué es eso? - ella se detuvo y se acercó a mirar.
—Veo que no le temes a nada, espero ahí - Hadarah lo ignoró y se acercó —te vas a lastimar
—¿¡Qué creen que hacen!? - el grito asusto a Regis, Hadarah tomó un trozo de madera y amenazó a las personas.
—Hadarah Detente -la joven le ignoró y se acercó a las personas —Haz lo que quieras.
Mientras pensaba anoche se me vino una epifanía así que ordene mis ideas jajajaja les daré algunos rellenos antes de que se venga lo bueno (posiblemente el final) así que paciencia.
Estuve leyendo el manwha y vi que se cambiaron muchas cosas con respecto a la novela, así que esperaré a que el manwha avance más.
Mis redes.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top