Capítulo 34
Se dice que cuando se tiene una pérdida se pasa por cinco etapas.
La primera fue la negación, al saber la noticias Hadarah parecía tranquila, negaba lo sucedido y acariciaba su vientre plano con un rostro cansado.
—No mienta, mentir es malo - Regis quiso tocar su cabello pero ella se alejo algo recelosa.
El momento era delicado, se podía sentir la tensión.
El segundo era la ira.
Hadarah soltó lágrimas repentinamente, arrojo las cosas a su alrededor y cayó de rodillas maldiciendo a todos.
—¡No es verdad! - sus lágrimas salían sin parar, su voz sonaba entrecortada y sus manos temblaban terriblemente —¡No! ¡No lo es! ¡No es verdad Regis!
El mayor trato de sostener la entre sus brazos, pero el igual estaba destrozado, no podía ayudarla sin antes ayudarse el, lloraba, sentía dolor, se sentía sofocado y perdido.
—A mi también me duele Dara - ella sollozo fuerte, se golpeó el pecho tratando de desaparecer el nudo en la garganta y el dolor que sintió.
El tercero era la negociación.
Regis la tomó en brazos y la recostó en su pecho, quiso hacerla entrar en razón pero ella siguió llorando a rienda suelta, le partía el alma verla así.
—No es verdad...
—Lo siento.
La cuarta etapa era la depresión.
Hadarah se sentó al tercer día en la ventana, observando la fría noche lloro en silencio, estaba cansada y sin ganas de moverse, solo era ella y su tristeza.
—Desahogarse sera lo mejor - aconsejo Max —Necesita su tiempo y usted también...
Regis estaba agotado pero ver a su esposa en aquel estado le dolía.
La quinta etapa y final, la aceptación.
Pero aquello no era posible para Hadarah.
Días antes.
Al levantarse un terrible dolor la invadió, se doblo sobre sus rodillas y se sostuvo de la mesa, su cuerpo entero ardía y sentía que se estaba quemando.
—Papá hay sangre... - Hadarah bajo la vista luego de que Jubelian habló, efectivamente había sangre saliendo de entre su camisón, un terror la invadió.
Regis la tomó entre sus brazos y la coloco en la cama, para su suerte el médico no tardo mucho, padre e hija salieron y ella cayó en los brazos de morfeo.
Cuando abrió sus ojos se encontró con la mirada triste de Jubelian y los ojos llorosos de Regis, la mirada seria de Max y a Irina apretando los puños, temió lo peor.
—¿Qué pasó? - su voz sonó rasposa, le ardía la garganta y sentía dolor en todo el cuerpo.
—Toma esto antes - Regis la ayudó a sentarse y Jubelian le dio de beber, Hadarah sintiéndose mejor miro a todos a su alrededor, parecía un velorio.
—¿Qué pasa? ¿Por qué están tristes? Ya desperté -sonrió a medias, Regis miró a Jubelian y esta asintió, con una pequeña mirada hacía Max salió, seguido de ella Max y la diosa. —¿Regis?
—Tal vez no lo notaste porque era la primera vez -hablo lentamente — tal vez sentías que era por la carga de trabajo o porque este era un lugar nuevo, y yo como esposo no ayude en nada... lo siento Hadarah, debí de estar pendiente de ti.
—¿De que habla? Yo estoy bien a su lado - el beso su mano y negó.
—Ambos lo sabemos Dara, soy un mal esposo para ti, perdóname por no protegerlos.
—Me estas asustando, ¿Qué pasó Regis? ¿Protegerme de que? - el mayor limpio su rostro y la miro, había tristeza en aquellos hermosos ojos azules, tristeza, ira y arrepentimiento, pero sobre todo dolor.
—Estabas embarazada de casi cuatro meses... perdiste al bebé - ella le miró fijamente sin entender lo que decía.
Su rostro pasó de estar sin expresión alguna a la ira, el dolor y el odio, lágrimas bañaron sus mejillas y sus ojos violetas reflejaron un vacío terrible, su garganta grito todo lo que debía y su cuerpo colapso por el dolor.
Sus gritos asustaron a todos en la mansión, Jubelian cayó al suelo y sollozo, Irina se arrepintió por haberse ido aquel día sin avisar y Max se culpo por la familia que tenía.
—¡Mi bebé no! - Regis la aprisiono entre sus brazos, Hadarah temblaba cada vez más y más, sus gritos eran ensordecedores y temía verla caer y lastimarse más —¡Mi hijo!
Se sintió como en su primera vida, antes de morir supo que su bebé se había ido primero, en esta vida le había sucedido lo mismo, parecía estar en un pozo infinito.
Cada vez era una desgracia diferente y en aquella ocasión había rebasado su límite, un límite que no sabía que tenía.
—Mi hijo... - Regis la arrullo, la mecía levemente entre sus brazos mientras el mismo intentaba mantenerse fuerte para ella.
Lo sabía bien, había fallado como esposo y estaba dispuesto a mejorar, protegería a su hija y a su esposa a toda costa.
—Buscaré al culpable y lo traeré ante ti.
Aunque él habló, ella lo ignoró y lloro por horas.
Los duques de Angenas se encontraron con Regis a las fueras de la habitación de Hadarah, toda la familia lucia triste, Regis les contó poco a poco lo que sucedía, Angela se separo de ellos e ingreso en silencio.
Hadarah miraba la ventana sin emoción alguna, Angela sintió su corazón hacerse pequeño ante tal triste vista.
—Hija... - Hadarah no se inmutó, Angela la abrazo por la espalda y acaricio su cabello —Mi niña, no hay palabras que decir cuando se pasa por este dolor -una pequeña lágrima rodó por su mejilla —Ser madre tiene sus buenos y malos momentos y nunca estamos listas para una perdida como esta.
Hadarah la miro, Angela acaricio su mejilla y beso su frente, una mirada triste fue lo que recibió.
—Mamá estará aquí para consolarte y apoyarte -Hadarah se dejo abrazar —Yo también sufrí lo que tu sufriste, pero es diferente el dolor, tu no sabía y te lastimaron personas malas, prometo encontrar a esas personas y hacerlas pagar.
Hadarah se recosto en su hombro y se dejo acariciar la cabeza, Angela comenzó a tararear una canción que Hadarah no logró reconocer y finalmente cayó rendida a la inconsciencia.
Por aquí el buzón de llanto desenfrenado.
Con este suceso Hadarah deberá de convertirse en alguien fuerte.
La teoría de las 5 fases del duelo de la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross es uno de los modelos psicológicos más célebres en todo el mundo. Estos cinco estadios son la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación, y tienen lugar en mayor o menor grado siempre que sufrimos una pérdida.
—Esto lo vi en una de mis clases de psicología y sabía que sería necesaria en esta historia.
Mis redes sociales.
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