Capítulo 31
—Oh Duquesa Angenas es bueno verla -la princesa Medea sonrió con malicia, Hadarah quiso regresar a casa pero si se iba en ese momento pensaría que trataba de huir.
—Saludos a su alteza - dijo de forma corta, no le debía de hacer reverencia debido a que era un rango más que ella.
—Siéntese con nosotras, seria bueno que nos hable de la vida de casada - Hadarah comenzó a sudar frío, temía lo peor y para empeorar todo Irina no había podido ir con ella.
—Cierto cuentenos Duquesa -una joven habló, su grupo de amigas se noto incómodo.
—¿Cómo es la vida de casada? ¿El Duque es amable? - Hadarah llevo un sorbo de tè a sus labios.
—¿Cuándo dará noticias sobre un heredero? - esa y miles de preguntas más llegaron a ella una a una, se sintió sofocada, al pensar salir de la mansión se imagino algo tranquilo para tratar su depresión, pero aquello era mucho.
—¿No sabe que decir? - Medea bajo su taza y sonrió con tranquilidad — Existen rumores de que Lady Angenas sigue siendo una esposa virgen - Hadarah alzó la vista —Que su esposo vive con el recuerdo de la difunta Duquesa... que por ello no toca a Lady Angenas y menos podrá a dar a luz a sus hijos, no es una esposa amada.
Hadarah apretó las faldas de su vestido, ni si quiera podía hablar para defenderse, el nudo en su garganta la asfixiaba.
—Es muy grosero y nada digno hablar de la vida y menos del esposo de otra persona - Lady Alice hablo.
—No parece una princesa, pero aveces olvidamos que es hija de una sirvienta - Medea se giro ofendida hacia la que soltó aquello, Misun habló con enojo —Esta fiesta no es digna para nadie con buena educación, vamonos - Aisha ayudo a Hadarah a levantarse, Sandara, Misun, Alice, Allie, Anastasia y Lady Zoe le siguieron hasta la salida, Hadarah estaba pálida.
—No les hagas caso, son una idiotas - Anastasia tomó su mano —Nadie debería de meterse en la intimidad de otra persona.
—Menos esa mujer, no se menosprecia a nadie, pero su origen es humilde y la familia real debería de respetar a los demás - Zoe habló —Esa mocosa malcriada merece unas buenas bofetadas.
—Tienes razón - Allie habló —Unos buenos golpes y jaladas de cabellos la harían reflexionar.
—Gracias - murmuró Hadarah —Esto no suele afectarme pero es estúpido.
—Ella es estúpida - Aisha tomó su mano —Estamos contigo.
—Gracias - sonrió por primera vez, todas subieron en un mismo carruaje, unas iban encima de otras pero las risas jamás faltaron.
—Lady Misun ¿acaso le gusto? - Allie habló seriamente.
—Así es, casese conmigo - todas explotaron en risas.
—Pase un momento agradable - dijo Hadarah una vez bajo del carruaje, gracias.
—Nos veremos durante la fiesta en el palacio - Hadarah asintió, otro momento bochornoso podía vivir y no quería aquello.
—Su alteza, le llegó una carta - Anelise se acercó.
—¿No tiene remitente? ¿Y el mensajero?
—No nos dijo más - Hadarah le miró extrañada y subió a su habitación, no quería más preocupaciones, el tema de Medea seguía en su cabeza.
—¿Irina?
—No llores -mencionó la diosa abrazandola —Esa princesa es una bruja sin corazón, todos aquí sabemos que el Duque te dejo varios días sin dormir.
—¡Irina!
—Comen delante de los pobres - Hadarah la miro mal y ella soltó a reír —Esa es la Hadarah que conocí.
—Rose querrás decir.
—Eres Hadarah, Hadarah Marie de Ploen - la joven sonrió —¿Qué traes ahí?
—Alguien envió esto -tomó asiento y la abrió —"Tú esposo te engaña"
Hadarah comenzó a reír al leerla, Regis jamás engañaria a su esposa, sea ella o a Amelia, Regis no era de ese tipo, era fiel incluso a sus sirvientes.
—¿Infiel? Tantas vida y nunca vi que lo fuera - comentó Irina — Debe ser obra de ese Dios imbecil o de la princesa zorra - Hadarah suspiro —No sufras por estas mierdas.
—¡Irina! Eres una diosa cuida tu boca -ella alzó los hombros —¿Debería de ver al Duque?
—Sí, llevas semanas y meses sin estar a solas - Hadarah la miro mal — ¿Qué? Es la verdad, son una pareja casada.
—Casados pero no parejas.
—Diosa pero no divina - Irina soltó a reír —Idiota, ve.
—Empiezas a molestarme.
—Tengo ese efecto en todos - Hadarah tomó la carta y salió.
—¿Su excelencia? - Regis bajo los documentos y la miro.
—Pasa querida - Hadarah sonrió de lado y entro —Toma asiento ¿Estas bien?
—Sí señor - el alzó una ceja.
—Dime esposo o simplemente Regis - ella asintió —¿Qué te trae por aquí? Te veré esta noche -ella se sonrojo levemente causando una risa en el.
—No hablamos tan seguido... y me llego una carta.
—¿Carta? ¿De qué? - ella se la pasó.
—No tiene remitente y Mágicamente el mensajero desapareció.
—Tú esposo te engaña - leyó, su seño se frunció a medida que leía —¿Es esta una estupidez? Yo nunca... - ella le corto.
—Lo se, solo me molesto la carta, alguien fue tan atrevido de enviar eso y... - ella dudo.
—Dime, no te guardes nada - sintió temor pero igual habló.
—La princesa Medea me atacó públicamente... dijo cosas terribles sobre mi - él la miro —Y me quedé paralizada...
—¿Qué dijo esa mocosa insolente? -ella alzó la vista, se notaba enfadado, rápidamente se puso de pié y se agacho enfrente de ella — ¿Qué te dijo?
—Solo dijo mentiras... pero me sentí humillada - el acaricio su mejilla sorprendiendola.
—¿Qué dijo Hadarah? - sus ojos se cristalizaron y tan pronto cómo vio estaba llorando — Dara...
—Dijo que usted no me tocaba, aunque si lo hace - el soltó una pequeña risa —Que nunca tendre hijos y que... - corto, no quería decirlo, le lastimaba mucho el decir sobre Amelia, pequeños sollozos salieron de sus labios lo que causó tristeza en el mayor, con un fuerte abrazo la envolvió hasta que la sintió más calmada.
—No le hagas caso, es una revoltosa que busca como molestar porque no le hice caso, te tiene envidia.
—Me debe de odiar - sollozo, Regis acaricio su mejilla y beso su frente.
—Señor siento interrumpir pero ha llegado un mensajero.
—¿Será el mismo? - Regis miró a Hadarah pero ella simplemente limpio su rostro —Que pase.
El hombre ingreso, en sus manos traía una gran caja, la bajo con sumo cuidado y realizó una reverencia hacía ellos.
—¿Quién envía eso?
—Su alteza el príncipe Eros envia este obsequio a la Duquesa - Regis rodó los ojos
—Llévate eso inmediatamente — Hadarah asintió.
—No puedo
—Dile al príncipe que no quiero sus regalos, mi esposo me da lo que necesito siempre, ahora vete -el hombre dudo pero los guardias lo sacaron de ahí.
—Ese atrevido, solo yo... - se quedó en silencio, Hadarah alzó una ceja, tampoco le daba regalos así que no le convenía decir nada — En fin, evita ir a fiesta de té en donde este la princesa, no dejes nunca que te humille, por algo eres la Duquesa, eres fuerte.
—Sí -le la beso en los labios de forma repentina y se alejo.
Su relación había mejorado desde entonces.
Al menos arreglaron uno de diez problemas jajaja.
Tenemos nueva portada, solo admiren la belleza.
Subí un video en tiktok, no es spoiler pero me ha encantado el resultado (lo había hecho diferente hace un año, así que lo arregle) link del video en la sección de cometarios de mi perfil.
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