Capítulo 25
Un nuevo día se asomaba por los cielos, dos amantes avergonzados bajaron a desayunar como una pareja recién casada.
El rostro de Hadarah era un poema, estaba sonrojada a más no poder y sus caderas y piernas dolían, en cambio Regis solo llevaba una sonrisa traviesa, se sentía renovado.
—Que felices - Jubelian se burlo, Hadarah se sentó en el lugar correspondiente y comenzó a comer en silencio —Por cierto, los duques de Angenas vendrán en dos horas.
Regis asintió y miró a su ahora esposa, Hadarah alzó la vista y la aparto algo avergonzada.
—Bien, debes prepararte Hadarah, será un día pesado - la luna de miel era algo que no podían gozar ambos, el imperio requería de la presencia del Duque y no podían irse así por así.
—¿No se irán de viaje? ¡Papá! - Regis negó y siguió comiendo, Jubelian soltó un suspiro, no se daría por vencida.
—Llegue suegros - Max ingreso con una enorme sonrisa en su rostro, se sentó al lado de Jubelian y comenzó a comer de su comida — ¿Durmieron bien? - sus cejas se movieron de forma divertida, Hadarah se hundió más en su lugar, estaba avergonzada.
—¿Suegros? - Regis le miró mal, Max sonrió y siguió comiendo.
Al terminar el desayuno ambos fueron a la sala de espera en donde los duques de Angenas le esperaban.
—¿Están bien? - Hadarah miro a sus padres, el Duque Alpheus parecía no haber dejado de llorar en toda la noche y aquello le causó ternura.
—Lo estamos, debemos hablar sobre asuntos serios. - dijo la Duquesa con calma —Ahora son esposo... quiero garantizar la seguridad de mi hija.
—No se preocupe Duquesa, su hija llevará y cumplirá con el titulo de Duquesa, ahora es mi esposa y estará bajo mi protección siempre.
—Ella debe de llevar un guardia personal siempre - El Duque habló — Cheol Moon estuvo con ella desde que era una niña... ¿Está dispuesto a aceptar lo?
—No es correcto - dijo seriamente Regis —Mis hombres están calificados, tengo al correcto en mente, no será uno, serán varios, pero él será el de turno siempre - el Duque asintió satisfecho. —Pero no bajaremos la guardia... sabemos que el príncipe Eros buscará la forma de utilizar a Angenas y a Ploen, por lo cual ustedes también deben de tener cuidado.
—Lo tendremos -habló el Duque.
—¿Podemos hablar hija? - la Duquesa se levantó y se acercó a Hadarah, la joven acepto su brazo y salió junto a ella. —¿Cómo estás? ¿Es amable?
—Estoy bien, y si lo es, siempre lo fue.
—Habló de anoche niña - Hadarah abrió sus ojos —¿Veré nietos pronto?
—¡Mamá! - salió un pequeño quejido de sus labios —No lo sé...
—¿Lo hicieron? ¿Te gustó mi vestido?
—El mio fue mejor -dijo una tercera voz, Jubelian se acercó a ellas — Duquesa -saludo y sonrió.
—Traidoras -murmuró Hadarah.
—Es por el bien de la familia -dijo Jubelian en tono divertido, choco los cinco con la madre de Hadarah y siguieron su camino.
—¡Dara! - aquellas voces la asustaron, sus hermanos venían corriendo a ella y la alzaron de forma ruda, Hadarah se quejo.
—Duele -murmuró, su cuerpo aún se sentía pesado por la noche anterior —Bajenme.
—Deben de bajarla, ya no es una niña, es una mujer casada - Calisto miró mal a su madre y la bajo.
—Para mi siempre será mi hermana menor -dijo de forma siniestra — En fin, Cheol quiere despedirse, lo llevare conmigo.
—¿A donde iras?
—Empezara la temporada de entrenamiento en Angenas, ya que no se quedará a tu lado lo llevare conmigo a continuar su entrenamiento - Hadarah asintió — Así que Adonis se quedará acargo de casa.
—Contra mi voluntad - todos rieron.
Hadarah camino en silencio hacía el invernadero, ahí se encontraba Cheol viendo fijamente a la fuente.
Ambos habían crecido juntos y habían compartido muchos momentos, Hadarah sabía de sus sentimientos pero aquellos jamás fueron correspondidos.
—Mi lunita - el se giro rápidamente —¿Estas bien?
—¿Y tu?
—Pregunte primero -ella soltó a reír —Estoy bien.
—Esta es la despedida -ella asintió.
—Me alegro haber crecido junto a ti, pero es momento de que sigamos por caminos separados -ella tomó su mano —encuentra a alguien y se feliz, haz lo que quieras de ahora en adelante y suerte, Calisto es una bestia en el campo de entrenamiento - el soltó una corta sonrisa, ambos se abrazaron por un momento y luego se alejaron.
Fue una despedida simple pero que llevaba muchos sentimientos por atrás.
Regis se acercó a Hadarah y la sentó a su lado, la joven se notaba nerviosa a su lado por lo cual le dio una corta sonrisa.
—Dylan será tu caballero de ahora en adelante, cuida bien de ella - el mencionado se acercó y realizó una reverencia, Hadarah asintió gustosa. —Ya conoces a nuestro mayordomo, esta a tu disposición y Eva será tu dama personal, Anelise te enseñará tus tareas y creo que eso es todo.
—Bien -ella asintió con una sonrisa.
—¿Compartirán habitación? - Jubelian les interrumpió, Regis ignoró la pregunta y salió. —¿Qué dije?
—Imprudencias -ambas rieron, Jubelian se sentó a su lado y la miro.
—Yo te ayudare.
—Quiero hacerlo sola, si me ayudas y me equivoque te echaré la culpa - Jubelian sonrió —Iré descansar un poco.
—¡Nada de eso! -se puso de pié y tomo su mano — Eso de no ir de luna de miel no me gusta, irán quieran o no - la llevo a rastras a la salida en donde estaban Max y el Duque, este último era empujado por Max. —Suerte a ambos - empujó a Hadarah adentro del carruaje y cerró con seguro.
—¡Jubel! - era tarde pues el carruaje había comenzado a avanzar.
—Es inútil ya - Regis soltó un suspiro, Hadarah sintió pánico y vergüenza, recordar la noche anterior era más vergonzoso cuando lo tenía cerca. —Solo queda disfrutar del tiempo libre.
— Sí... - Regis sonrió de lado, Hadarah podía jurar que la única ropa que llevaba era la que tenía puesta y que en las maletas había pura lenceria reveladora.
—No estés nerviosa, solo duerme un rato - le acosto la cabeza en su regazo, Hadarah se sonrojo más, la vergüenza la acompañó en todo el viaje.
Decidí darles una escena más de ellos antes del drama jajajaja
¿Creen que haya bebé? Jubelian si lo cree pero la autora no 🤣🤣
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