Capítulo 19

El cuerpo de Hadarah temblo ligeramente y cayó de rodillas, Regis el cual había ido a proteger a Jubelian abrió sus ojos sorprendido, Hadarah sonreía apesar de estar llena de sangre.

—¡Hadarah! - Regis y Jubelian se acercaron, el mayor tomó entre sus brazo a Hadarah y la levantó, la joven sonrió.

—Estas bien Lía  -Hadarah sonrió, sus piernas seguían temblando.

—Qué momento tan conmovedor  -la tensión se sintió en el ambiente, el emperador estaba enfrente de ellos con una mala cara, de repente los ojos del Duque se tornaron rojos y aparto a ambas jóvenes de un manotazo. —Qué gran escena. Duque Ploen, vine aquí porque había un gran alboroto, pero parece que una linda jovencita de cuerpo pequeño se encargo - Hadarah le miró, el emperador siguió soltando idiotez tras idiotez mientras que Hadarah sentía su cuerpo pesado cada vez. — Hubo algo de conmoción, pero tal como prometimos anunciaremos al ganador del concurso de caza.

Regis ayudó a Hadarah y a Jubelian a llegar hasta sus lugares, ahí sus padres y hermanos se hicieron cargo de ella.

—Entonces el ganador es quien corrió primero a la escena y evito la pérdida de vidas humanas, el ganador es Maximilliam Kasin Ashet y también premiare a la persona que derrotó al monstruos, Hadarah Marie Angenas - la joven tomó la mano de Max el cual le dio una pequeña sonrisa, ambos subieron al podio.

El emperador le tendió el collar a Hadarah mientras que a Max le dio otro premio.

—Veo que la princesa Angenas es una mujer valiente y fuerte, alguien tan valiente como ella serviría muy bien al imperio ¿No es así Eros? - Hadarah se alejo del Emperador y se acercó más a Max, todos entendieron la insinuación del mayor y se sorprendieron, incluso podían pensar en Max ya que el era el heredero, pero en un bastando jamás.

Hadarah se despidió de ambos y bajo con dificultad, el dolor en su pierna creció a medida que el tiempo pasaba, su vista se estaba nublando y finalmente cayó en la inconsciencia, el rápido actuar de Regis evito que la joven golpeara su cuerpo contra el suelo.

Jubelian se acercó a su padre y lo ayudó con Hadarah, cuando tomó la caja que contenía el collar visualizo algo extraño, un pañuelo de un perfecto terminado estaba en las ropas de su padre, temió que fuera el pañuelo que Medea había mencionado.





















Regis acostó a Hadarah en el sofá, tanto como sus hermanos y padres se acercaron corriendo a ella, la preocupación en el rostro de todos era evidente.

—Ella nos salvó - fue la voz de Beatrice la que se escucho  —Atienda la rápido. -el médico corrió hacía ella.

—Salgan todos menos la Duquesa Angenas  -los presentes se alejaron recelosos de la joven y salieron.

Regis toco su frente varias veces, Hadarah había sido la salvadora de su hija y de él, aquel gesto no sería pasado por alto para el.

—Su Majestad declaró abiertamente que sería una buena esposa para Eros...  - la voz de Max sonó enfadada, él también protegería a Hadarah, había salvado a Jubelian y aquello era lo suficiente como para proteger a la joven.

—Mi hermana jamás será esposa de esa bestia. - la declaración de Adonis resonó en los oídos de todos — Soy capaz de matarlo antes de eso.

—No digas tonterías ahora - Calisto hablo —Padre debe de tener un plan - Alpheus soltó un suspiro, cuando se trataba de su amada hija era capaz de todo.

—Ahí viene el doctor  - hablo Jubelian, aunque ella necesita ayuda también, Hadarah era su prioridad.

—Por suerte ninguno de sus golpes fue grave, se desmayo por la conmoción pero ya está despertando, solo le queda reposar.

Jubelian abrazo a Hadarah tan pronto ingreso al lugar, la joven limpiaba sus ropas con ayuda de su madre.

—Gracias por salvarme - Hadarah negó.

—Daría mi vida por ti, eres mi amiga Jubel - Jubelian negó.

—Verte en peligro fue terrible.

—No lo estuve, sabía lo que hacía, me entrene para esto.

—Dara no tiene límites.

—Desde pequeña sabe usar el arco, sus delicadas manos son una pantalla - la voz de Calisto sonó —Es buena en lo que hace.

—Aveces olvido que Angenas es el único distribuidor de flechas del imperio - Regis hablo y doblo un poco su cuerpo —Princesa Angenas, pidame lo que sea, ha salvado a mi hija - Hadarah le miró.

—No deseo nada, solo lo hice porque Jubelian es importante para mi - Regis la miro —Es mi mejor amiga.

Decirle hermana sería terrible para ella, su objetivo era que Regis la amara, pero Jubelian formaba parte de ella ahora.































El tiempo paso en el imperio, Jubelian preparaba su fiesta de mayoría de edad y Hadarah estaba en su casa guardando reposo a como le habían dicho, mientras el tiempo pasaba Hadarah había escogido el perfecto regalo, aquel collar se vería muy lindo en Jubelian.

—No era mi intensión ganarte Max  - el collar brillo cuando abrió la caja.

—No sabía de estas habilidades. - era Irina la que hablo.

—Supongo que la anterior dueña de este cuerpo era increíble.

—Ahora eres su dueña, recuerda eso siempre.

—Nunca lo olvidaría, tuve nueve rostros diferentes  - Irina rodo los ojos—En fin, iré a probarme mi vestido ¿Me acompañas?

—Se me olvidaba - se acercó rápidamente a Hadarah — pronto reventara una bomba, Hadarah lograrás el 50% de tu meta.

—¿Qué sabes? - Irina soltó una pequeña risa.

—¿Qué no se? Mejor dicho -tomó el brazo de Hadarah — Se que esta vez mi pequeña alma atormentada lograra lo que quiere.

—No digas eso, algo puede salir mal.

—Mal sale la muerte.

—Cállate Irina - la mayor le saco la lengua—¿Y se supone que eres una diosa?

—La más fuerte querida, soy la más fuerte y la mejor.

—Sí tu eres la mejor ¿Cómo será la peor?  -Irina la miro mal y subieron al carruaje.

Poco a poco los días pasaron hasta dar con la fiesta de Jubelian, en aquella ocasión más de un problema pasaría, un problema y una liberación.

Dos cosas que no iban de la mano para nada.












































































Luego del evento de Jubelian se vendrá otro en donde nuestra querida Hadarah brillará.

Mis redes.

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