Capítulo 15
Irina ingreso por la ventana y observo a Hadarah en el rincón, una pequeña sonrisa cruzó en su rostro, su plan había salido bien.
—¿Pero porque lloras?
—Por nada, quiero descansar
—Dime.
Hadarah se enderezó y mostró la caja musical, Irina le miro de manera extraña hasta que lo recordo, otra pequeña sonrisa se asomo.
—Veo que las costumbres no cambian, te dio el mismo regalo en tu cumpleaños.
—¿Él me ama? - su voz tuvo un tono de esperanza, Irina no quería romper aquello.
Regis tenía sentimientos mezclados y no quería relacionarse con nadie, pero hacía aquel tipo de detalle para Hadarah.
—Hadarah, no te hagas ilusiones, la realidad podría ser dura.
—Lo se... pero me gustaría tener el mínimo de esperanza - suspiro —Quisiera descansar.
—Dara, ten cuidado con Eros, hará de todo por tenerte.
—Es preferible morir nuevamente - Irina la miro mal y Hadarah solto a reír.
Días después Hadarah llego a la Mansión Ploen a visitar a Jubelian, pronto sería el baile de la princesa Beatrice y ambas irían juntas nuevamente.
—Ve de rosado, ese color te quedaría muy bien - Hadarah miro la tela con recelo.
—¿Si? Me gusta más el Morado o el azul.
—Papá irá de rosado - Hadarah la miro.
—¿Qué pretendes Jubelian?
—Nada, pero no soy ciega Hadarah - ella le miro —Así que sigue mi consejo - Hadarah tenía una leve idea de lo que hacía Jubelian, pero su método no era el adecuado.
—No lo hagas, alguien me dijo que la verdad podría ser cruel, solo vayamos combinadas las dos - Jubelian suspiro —¿Si?
—Bien Dara, bien - Hadarah asintió y se miro al espejo.
—¿Rosado? - una mueca cruzó su rostro.
El día de la fiesta de la princesa Beatrice llegó, Hadarah llegó del brazo de sus hermanos y sus padres, se junto con Jubelian en aquel lugar, según sus recuerdos, Jubelian se enteraría que Max era el príncipe heredero ese día.
—Ahí esta la princesa Angenas - los murmullos comenzaron, Hadarah presto atención.
—No vino con su prometido - Calisto a su lado comenzó a toser.
—¿Por qué el Duque Ploen no está con ella? - Adonis alzó la vista y les miro mal, los murmullos cesaron un poco.
—Vamos con su majestad - su padre sonó a su lado, la vena en su frente resaltaba y su ojo estaba a nada de temblar.
—Saludos al sol del imperio - los cinco se reverenciaron, el emperador les miro aburrido hasta que llego con Hadarah.
—Su hija creció muy bien duque Angenas, ya veo el porqué el Duque Ploen esta fascinado por ella - Hadarah apreto sus puños y soltó un suspiro.
Los murmullos comenzaron a sonar nuevamente y aumentaron más al ver al Duque ingresar al salón.
La familia Angenas se retiro del espacio y fueron a su respectivo lugar, el emperador habló con Regis y le despidió.
—Me voy a morir - el padre de Hadarah dijo de repente —No puede ser.
—Deja el escándalo, algún día se casará de verdad.
—Cuando yo muera si, seré eterno para eso.
—Eres dramático Papá - Calisto negó, el ambiente prontamente se volvió tenso al ingresar los principes Eros y Medea, ambos iban vestidos de negro causando aún más murmullos.
—Wow - la voz de Adonis se escucho, Hadarah tenía breves ideas de que sucedía, Adonis era un caballero, era el mejor en la espada, visitaba seguido el palacio y se decía que era amigo de la princesa Medea.
—La fiesta dara inicio con un baile, lleven a su hermana y no dejen que Ploen se acerque, no sólo el, nadie, nadie - repitió el Duque al borde del colapso, la Duquesa solto a reír y lo jalo hacía la pista.
Hadarah trato de tomar la mano de su hermano pero otra se interpuso en el camino, la comida que Hadarah había ingerido en la cena pronto quiso salir.
—Hadarah - quiso vomitar, Eros Ashet estaba enfrente de ella con la mano alzada, todos le miraban.
—Su alteza tendré un baile con mi hermano - lo había rechazado de inmediato, el emperador quiso reír al verlos.
—Eso dolió, entonces será después -le guiño un ojo y salió, Calisto tomó su mano y la acarició brevemente.
—Bailemos y luego iremos al jardín. - ella asintió y camino hacía la pista, la melodía pronto sonó y comenzaron a danzar con elegancia y lentitud, para cuando terminó la canción ambos hermanos iban hacia el jardín. —¿Me contaras que pasa con el príncipe?
—No pasa nada - Calisto negó.
—Dile a tu hermano, se que algo pasa, esto es importante si te afecta - Hadarah alzó la vista, en sus anteriores vida había sufrido mucho y tener personas que la amen era significativo.
—El príncipe Eros me dijo que enviaría una carta de compromiso pronto... sabes que una carta de un príncipe no se podrá negar, el no me agrada me hace doler el estómago cada que lo veo - Calisto asintió.
—Hadarah ¿Te gusta el Duque Ploen? - Hadarah apartó la vista. —Es el padre de tu amiga.
—Creo que ella ya lo sabe -él la miro —No me veas así, estoy segura de que si -solto un suspiro —Pero no le digas a nadie... es algo imposible.
—Lo único imposible es regresar a la vida - Hadarah tosió —Hablaremos con papá sobre el príncipe Eros, todo estará bien -ella se acercó y lo abrazo —Y tú amor por el Duque estará guardado.
Pero ambos no sabían que una tercera persona les escucho.
En el salón de baile Jubelian bailaba junto al príncipe, su voz salió en un susurro que sólo él escucho, lo había dicho, sabía que el era Max y que había sido engañada.
A su vez Medea se acercó al Duque Ploen el cual salió rápidamente del lugar lo cual la hizo enojar pero Adonis Angenas se acercó a ella pata bailar.
Eros Ashet observo el lugar con molestia, algún día el estaría en aquel lugar en el que él anciano de su padre se posaba con superioridad, tendría a Hadarah a su lado y someteria a todo aquel que tuviera pensamientos sobre ella.
—Serás mía Hadarah, tú, Angenas y el imperio.
Capítulo seguidos ya que esta será la siguiente historia en avanzar y terminar (falta mucho para ello)
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