🏡٬٬ ꒰ 𝗰𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 O2 ꒱
TaeHyung apoyó la cabeza en el hombro de JungKook, con los ojos en la televisión. La verdad era que el programa no era más que imágenes que se desplazaban por la pantalla. Su atención estaba centrada en algo que consideraba más agradable a sus oidos: la respiración de JungKook.
Su novio tenia un trabajo peligroso que muchas veces terminaba con lesiones. El equipo de la CIA estaba formado por personas extraordinarias por derecho propio, lo que significaba que cada caso era de alto riesgo y, por ende, significaban más probabilidades de muerte. Sabia que todos los dias que JungKook salia de los confines del cuartel general, existia la posibilidad de que muriera.
Incluso con su elocuencia, TaeHyung no podia expresar lo agradecido que estaba por los chalecos antibalas que en ocasiones le habian salvado la vida a JungKook. Siempre existía la posibilidad de que pudiera perder la vida y eso le asustaba más allá de la articulación. JungKook era tan duro como los demás, pero no era invencible.
Y fue ese conocimiento lo que le llevó a TaeHyung a ese pasatiempo secreto.
Escuchar a JungKook respirar le dio consuelo. Mientras él tomaba aliento, todo estaba bien en su mundo. JungKook era su centro de gravedad, el eje sobre el que giraba su mundo e incluso si perdía todo, podía continuar mientras el mayor respirara
A veces le aterrorizaba lo mucho que amaba a JungKook. Pero no podía soltarlo porque estaba irremediablemente enamorado.
Apoyo la cabeza sobre su pecho y escuchó el sonido relajante. El ritmo cadencioso era como un bálsamo, recordándole que el hombre que lo sostenia no era una ilusión. El sonido constante era su meditación personal, una canción de cuna especial solo para él.
Acababa de empezar a adormecerse cuando la voz de JungKook retumbando a través de su pecho lo despertó.
— Eh? — TaeHyung levantó la cabeza, mirándolo con ojos inquisitivos.
— Dije que estabas tranquilo esta noche.
Louis parpadeo impasible.
—Simplemente estoy disfrutando de ti.
JungKook lo miró. — Está bien... ¿Te confieso algo? Me encanta cuando lo haces.
El castaño le dedicó una enorme sonrisa de absoluta adoración y amor y volvió a permitir que la respiración tranquila de JungKook apaciguara sus nervios.
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