Semi-Au | Ooc?

/////////

Su hermano Rindo se la pasaba diciéndole que era un ser frío de corazón. Una persona que solo miraría a la gente por arriba de su nariz. 

Y aunque no era de los que le daría la espalda a alguien tan fácil, tampoco era de los que pasarían por alto una propuesta jugosa. 

Alguien que solo estaba para ser seguido, admirado y respetado. 

Nunca al revés. 

Y Ran sabía que era cierto. O al menos una parte.  Porque el Ran del pasado había, para su sorpresa, fijado demás su atención en cierta persona.  

Una persona que, si era sincero, le había caído un poco mal, por la simple razón de ser por gusto un maldito ciervo de un tipo que, para el, ya no merecía el titulo de Rey. 

Kakucho lo había desesperado un poco en el pasado por su actitud tan fiel. 

Pero sin pensarlo, una pequeña elección le había dado. En medio de aquella batalla, donde el ciervo se reveló y demostró que tenía mucho más sentido común que todos aquello que lo habían rodeado.   

Haciendo que el Ran del presente cambiará, aunque sea, un poco y empezará admirar y respetar, para sorpresa de su hermano menor, a una persona.  

Claro que Ran sabía que Kakucho no lo había cambiado al completo, porque aun seguía siendo una persona ambiciosa y tramposa al pelear. Pero al menos, él querría cuidar de ese chico. Proteger su sentido de fidelidad y buen corazón. Por el respeto que había crecido dentro de si por él durante aquella batalla de Tenjiku con la Toman.

Pero al final, no lo había logrado. 

En un momento que sus ojos se cerraron,  Kakucho había cerrado los suyos. 

Se agachó a su altura y sintió algo trepar a su garganta, algo que no había sentido en muchísimo tiempo, ante el estado en que Kakucho había quedado. 

—Hola, compañero de Tenjiku — susurró afligido mientras observaba el cuerpo de su antiguo superior recostado de la cabina del tren. 

Levantó su mano derecha como reflejo, deseando cerrar los ojos de Kakucho y que como aquella vez, por pura cómica ironía, él despertará del shock producto de la perdida de sangre por la herida de bala en su hombro tras ser tratado en el hospital.

Pero algo en ese momento le hizo entender a Ran que Kakucho no despertaría. 

La enorme herida en su pecho seguía sangrando. 

Algo recorrió su sistema, parecido a lava caliente. Sus ojos se volvieron rojos y se levantó apretando los puños, irguiéndose en toda su altura y, de forma mecánica, miró por sobre hombro a una persona en particular detrás de algunos miembros de Kanto y Tokyo, quienes se habían acercado para ver que había pasado con el tren. 

Sanzu reculo un pasó alerta.

La mirada helada de Ran lo taladró. 

Porque Ran sabía quien tenía una espada. Y muy posiblemente la misma espada que también había acabado con Mucho. 

Rindo miró hacia Sanzu de igual forma. 

—Eres hombre muerto.  — pronunció Ran.

Aquel chico egoísta, venerado por muchos, se encontró subiendo un escalón más hacia la empatía. 

Miró unos segundos más hacia Kakucho. Cerró su ojos. Kakucho, siempre... 

Y volvió a fijarlos en Sanzu. 

Y así, la batalla que empezó entre Kanto vs Toman, termino siendo entre dos membros de la Kanto Manji.

.

.

.

WAKUI NO ME MATES A MI KAKU-CHAN : (