chapter nineteen. flee while you can
𝐅𝐄𝐀𝐑𝐋𝐄𝐒𝐒
.˚ׅ ❛ capítulo diecinueve
flee while you can ❜𓈒˙
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Victor ha venido una segunda vez desde el escondite donde nos ha puesto, para traer a Elizabeth que al verme sentada con al mirada al suelo se desconcerta.
Pero es que no lo puedo evitar, los disparos, los gritos y lo que acaba de pasar me tienen tan perturbada la cabeza. Sin embargo, con el tiempo Victor no aparece y la perturbación se intercambia por irá, específicamente por mi madre.
—¿Y todo esto a donde va a parar?— inquiere Nick de pronto.
—Deberías agradecer que están vivos para hacer esa pregunta— le ataca mi madre.
Asiento, riéndome irónica —Ah sí, agradece, Nick, agradece que no te mato— añado —Porque creo que podría matarnos si no tuviera otra opción.
—Eso es una locura— me regaña ella.
Alzó ambas cejas —¿Lo es? ¿Cuando me iba de casa nunca deseaste recibir esa llamada, madre? “Señora Clark, tenemos terribles noticias sobre su hija” todo se habría acabado, una preocupación menos.
Ella me mira dolida —Jamás desee que murieras o que desaparecieras. ¿Qué clase de madre podría desearlo?
Encogí mis hombros —No lo sé, dime tu, ¿qué clase de madre eres? Digo, aveces la carga es muy pesada, lo vi... antes de que matarás a Troy.
Elizabeth suelta un chillido ahogado desde su lugar, tan asombrada pero lo procesan rápido para mirar a mi madre en busca de respuestas.
Ella suspira con cansancio, evitando la mirada de Elizabeth —Él tenía que ser eliminado.
Me levanto —¿Y tu debías tomar esa decisión?
—Sí, yo puedo tomar esa decisión por tu hermana y por ti, por Nick y...-
—¡No te atrevas a decir que me salvaste, porque esto no es por mi!
Imita mi acción —¡Es el mundo en que vivimos!
—¡Tu siempre viviste en ese mundo! Ahora puedes ser quién realmente eres.
—Pudrete.
Me quedo quieta en mi lugar, el silencio que aborda la habitación es tremendamente pesado y oscuro, como si en cualquier momento una bomba fuese a explotarnos a todos en la cara.
—Bien— sonrío con inocencia —Me pudrire, me iré muy lejos de aquí como debí haber hecho desde un inicio, me alejaré y abandonaré a esta cosa que se llama familia.
Nick se levanta, dispuesto a intervenir por ambas —Rachel.
Niego —¡No, Nick, ahora te entiendo, ahora sé por qué querías irte todas esas veces, así que seguiré tus pasos y me iré de este maldito infierno como papá lo hizo!
La palma de la mano de mi madre se estrella contra mí mejilla en cuestión de un segundo, Nick la toma y la obliga a retroceder cuando me recupero.
Aguardo unos segundos para mirar la expresión de mi madre... llena de odio oculto entre sus ojos.
—Tu eres la peligrosa— añado —Me iré en cuanto salgamos de aquí y me llevaré a mi propia familia lejos de ti.
Aquello la confunde, pero al bajar la mirada a mi mano que sostiene de mi vientre con delicadeza, lo entiende. Sé que lo hace.
Los disparos se intensifican, lo cual nos alarma a todos y por inercia trato de buscar algo por la ventana. Nick suelta a mi madre y yo me vuelvo a mi lugar, en silencio.
Hemos escuchado pasos hacia acá, por lo que al abrirse la puerta, quito el seguro de mi arma y apunto a Victor, quien es tomado por Nick y mi madre.
—¡Oigan, oigan, esperen!— nos pide.
—Lola y Daniel te acogieron, te dieron refugio— le recrimina mi madre.
—Refugio temporal como mucho, el procurador John vendría. Hice un trato por su protección— justifico.
Niego —Tu solo querías salvarte a ti.
—Y, ¡Les dije que sacarán a Madison de aquí, les dije que se fueran! Pero tenían que ser tercos— miro a mi madre —¿Podrías quitar el arma?— ella suspiro, a lo que Victor añadió: —Alicia está aquí. Está aquí con el procurador John, él la trajo.
Mi ceño se aligera en asombro.
—Eso no tiene sentido.
—Le gustan sus juguetes— asegura —Tal vez le agrade lo suficiente para dejarlos ir, pero yo no lo apostaría.
Mi madre se aleja, soltando lo ante tal noticia. Entonces Victor nos extiende unas chaquetas de los trabajadores a los tres.
—Pónganse esto— ordena.
—¿Por qué?— cuestiona Nick.
—Los desplazare por la prensa, voy a sacarlos bajo sus narices— suspira —¿Pueden hacerlo? Todo se está yendo al diablo, solo ¡Hagan lo que les pido por favor!
Me tomó unos segundos observar a Victor y darme cuenta lo alterado que está, lo cual indica que algo pasó, algo muy grave como para ponerlo así. Anteriormente en la cafetería se veía alterado, sí, pero ahora es diferente.
—Tu momento ha llegado, ¿no?— inquiere mi madre.
Victor cierra los ojos —Por favor, pónganse los malditos uniformes.
—¿Qué hiciste? ¿Quién fue?
Mi ceño se frunce, observando a Victor con atención. Sabe que no podría guardar más su secreto, así que solo lo suelta tal como una granada.
—Daniel.
—Santo cielo.
—Lo hice por ti— se justifica.
—¡No digas eso!
—Estaba vivo cuando lo deje.
—¿Le disparaste a Daniel?— salta Nick.
—Sí no estabas muerto, ahora lo estas— le menciono.
—Yo no lo mate— asegura Victor —Fue lo peor que me ha pasado en la vida.
Suspiro, poniéndome el uniforme con rapidez. Mientras mi madre y Victor se murmuran un par de cosas.
—Oigan, ¿qué hay de mi?— inquiere Elizabeth.
Me vuelvo a ella —Tu vendrás conmigo, vamos.
—Sí, muy bien— asiente Victor —Diré que son familiares.
—Lo somos— murmuro, saliendo de ese agujero.
Unos momentos más tarde, los cuatro caminamos en el puente, sin contar a Victor, quien viene detrás de nosotros con su arma apuntandonos como si fuésemos trabajadores.
Elizabeth en medio de todos, le cubro el rostro y la apego a mi cuerpo cuando veo que pasa con los demás. Los procuradores se encargan de dispararles a los trabajadores y lanzarlos al río, así como si nada.
—Lleguen al final del puente, crucen ese puesto de control y mézclense con locales, quítense los uniformes, caminen y no se detengan— indica Victor.
Uno de ellos camina hasta nosotros, con su arma colgando del hombro. Mira a Victor en busca de una explicación.
—El procurador John quería que me encargase de ellos yo mismo— explica.
El procurador nos analiza uno a uno, deteniendo su mirada en Elizabeth.
—¿Y la niña?— señala.
Victor se encogió de hombros —Él dijo que todos.
El tipo no le toma importancia, a lo que asiente como si nada, dejándonos pasar. Bajo la mirada para que el sombrero me cubra la cara.
—¿Cómo encontramos a Alicia?— inquiero.
—No la van a buscar— responde —Tomen el arma y escondanse en el pueblo, yo buscaré a Alicia y la sacaré de aquí.
—Podríamos buscarla y llevarla con nosotros.
—Lo he pensado bien, Rachel, esto es lo mejor que puedo hacer.
Mi madre niega —No puedo dejarla, tengo un mal presentimiento.
—No hay opción y yo no he tenido un buen presentimiento sobre nada desde el noventa y siete.
Tomo aire, tan solo un procurador más y somos libres. Sin embargo, mi madre se detiene a medio camino y se vuelve a lo que pasa detrás de nosotros.
—¡Lola, no!— grita.
Me vuelvo junto a Nick. Lola lleva un arma con la que está disparando como loca a todos los procuradores que se le ponen enfrente.
Por pura inercia cubro a Elizabeth con mi cuerpo, que lo cubre Nick cuando se da cuenta que está disparando a todos. No obstante, nada pasa, porque el procurador John en persona le dispara en el pecho y luego en la cabeza, haciéndola caer.
—¿Qué nuevo problema hay, caballeros? ¿Qué problema hay?
—Estoy confundido— dice el procurador John, una vez que nos ha atrapado a todos en la oficina.
—Puedo explicarlo— asegura Victor.
Pero no creo que haya nada que explicar, las cosas se explican por si sola.
—Seguro que puedes, pero no quiero escucharlo— niega.
—Iba a matarlos yo mismo.
Un tipo golpea a Victor, haciéndolo caer.
—Me dijeron que la mujer que acabo de matar era la Reina del Agua— añade —A quien se supone que tu matarás y apareció ahí como un maldito topo. Uno se pregunta, ¿su soldado estará vivo y estará esperando a matarme?
—Está muerto, lo juro.
—Está diciendo la verdad, me lo confeso y yo le creo— interviene mi madre.
Trato de que Elizabeth no presencié nada de lo que sucede frente a nosotros pero, no puedo evitar hacer que escuche.
John se vuelve a mi madre —Tu eres Madison.
—Sí. Yo soy Madison Clark.
Entonces regresa a Alicia —Ve con tu madre, cielo. Veamos una alegre familia reunirse, por favor.
Ella obedece, abrazando con fuerza a mi madre. John sonríe satisfecho, girandose a nosotros, a Nick, Elizabeth y a mi.
—¿Y qué papel representan ustedes, en este drama familiar interno?
—Son mis hijos— se apresura a responder mi mamá.
Le doy una mala mirada a John.
—¿Nick y Rachel? Pero, ¿quién es la niña?
—Elizabeth— le respondo —Es de la familia también.
—Este estaba con otro muchacho en el bazar, haciendo preguntas— señala uno de los procuradores.
—¿Tu amigo esta aquí, Nick?
Él mencionado niega —No, está muerto, mi mamá lo mató.
La crudeza con lo que Nick lo dice sorprende bastante a John.
—Vaya, ¿de verdad? ¿Mataste al amigo de tu hijo?
—Era más una amenaza que un amigo.
Ríe —Que perversa familia tienes, Alicia.
Me cruzo de brazos —Sí y eso que no ha escuchado el resto del contexto.
John me observa unos minutos para después volver la vista a Alicia una vez mas.
—Bueno, sabes lo que tengo que hacer — mi madre intenta hablar pero John la hace callar —Tengo que matarla porque mataré a sus hermanos, nunca podré confiar de nuevo en ella después de eso. Te mataré a ti primero para que no veas lo que sigue, pero tu, madre asesina, vas a atestiguarlo. Todo.
¿Podría ser ese un buen karma? No, en definitiva no. Nick me mira para que haga algo, quizá hacer cambiar de idea a John con la pura mención de mi embarazo pero no lo hago, por alguna razón me quedo callada.
Nos arrastran a mi madre, Nick, Alicia y a mi afuera. La adulta nos toma a los tres en brazos para caminar juntos a la horca. Victor nos sigue el paso por detrás y a Elizabeth la retienen junto a él, la chica solloza en voz baja y mis ganas de abrazarla para consolarla aumentan a cada paso pero no me dejan, los procuradores nos vigilan a detalle por si intentamos hacer algo.
Ya en el puente, nos dan tiempo para despedirnos. Mi mamá nos abraza a los tres entonces y yo no protesto, dejo que me abrace aunque sea unos segundos. Si vamos a morir quiero que sea rápido, por lo que me dejó llevar cuando me toman del brazo junto a mi madre y Alicia, pues Nick va a abrazar a Víctor.
Retrocede sus pasos y camina hasta la orilla del puente, donde se toma unos segundos de suspenso.
—Hay un desenlace aquí, procurador, uno que no planeaste— le dice Victor a John.
—Realmente hablas mucho.
—Lola y Daniel no tenían suficientes armas para defender la presa así que la llenaron de explosivos.
Mi cerebro hace click, es verdad, los explosivos. ¿Pero dónde está el botón para hacerla explotar? Victor la busca entre sus bolsillos y se espanta al darse cuenta que se la han arrebatado.
Entonces sospecho quien ha sido. Nick. Levanta la caja con ambos botones para que todos lo vean, justo cuando atacan a Victor para cortarle la lengua.
—Dice que está armado— menciona Nick y siento como me apuntan con un arma en la cabeza y el seguro ser arrebatado, lista para dispararme.
Nick me mira y yo me obligó a hacerle una señal con la cabeza para que presione el botón y nos saque de aquí a todos, aún si eso significa que tenga que morir antes.
—¡Nick! No toques el otro botón— le sugiere Victor.
—¿Cuál? ¿El que dice “detonar”?
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