𝐅𝐄𝐀𝐑𝐋𝐄𝐒𝐒
.˚ׅ ❛ capítulo catorce
what i deserve ❜𓈒˙

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Mi madre fue directo hacia mi en cuanto volvió al rancho, dándome un medio abrazo que me dejó confundida.

No la había visto desde que llego, ya que había tenido una reunión con Taka, Jake, Ofelia y los demás sobre algo que aún no me ha dicho.

—¿Qué pasa?— me pregunto.

Ella niega —Nada, hija, solo quería darte un abrazo.

—Estás así desde antes, ¿qué está pasando?

Ella mira a su alrededor para asegurarse que nadie más que yo la estuviese escuchando, lo cual por cierto, solo hace que me asusté más.

—Nos quedan unas semanas de agua, todo estará cerrado menos el pozo así que Walker y yo saldremos para buscar más— suelta.

Me toma unos segundos... minutos, no lo sé, pero me quedo plantada en mi lugar por un buen rato.

—¿Y eso es posible? Digo, ¿Creen que puedan encontrar más a como están las cosas?

Ella asiente —Lo intentaremos, creo que eso es lo que cuenta. Hasta entonces, cuida de tus hermanos.

—Sí, esta bien, le echaré un ojo a Nick e iré por él en unas horas.

Mi mamá sonríe, mientras yo espero que eso al menos le dé algo de alivio.

—Gracias— coloca su mano sobre mi hombro.

Pero, apesar de eso, no lo puedo evitar, así que me lanzó a abrazarla una vez más.

—Lamento lo que paso— me dice —Debí haber detenido a Walker desde un inicio.

Niego, separándome de ella —Mamá, no es tu culpa. Troy es un desastre, se volvió un desastre con la muerte de su padre.

—Pero puedes arreglarlo, no a él, por supuesto, pero sí la situación.

—Sí, de todos modos quizá no lo vuelva a ver— bajo la mirada, entonces suspiro y sacudo la cabeza —Como sea, deberías avisarle a Alicia.

Ella acepta y se va, no quiero pensar de más la idea de que el agua empieza a terminarse, me abruma los pensamientos así que voy a ver a Nick.

Habían pasado tan solo unas horas de que mi mamá se fue y cuando fui a buscar a Nick, ya no estaba. Lo cual me alarmó y me obligo a buscarlo en todas las partes posibles del rancho hasta entrar a la casa y verlo ahí, sentado en el sofá.

—¿Qué haces aquí? Pensé que te habías perdido en el rancho— le reclamo.

Nick me mira aturdido —Alicia me saco hace... bueno, no sé.

La mencionada se adentra a la sala con una botella llena de agua.

—Mamá va a salir, ella me pidió que te cuidara a ti y a Nick— me mira —Y eso haré.

Frunzo el ceño —A mi me dijo lo mismo.

—Supongo que nos tendió una trampa.

Asiento, sentándome sobre la mesa entre los sofás —Sí, o no confia en ninguno.

Nick tomó la botella que nuestra hermana le entregaba, bebiendo con mucha rapidez.

—Oye, tranquilo— pedí —Eso es todo lo que tendrás.

Quita la botella de su rostro, frunciendo su ceño al mirarme.

—¿Por qué?

—Están racionando todo el rancho— respondo, mientras Alicia se acerca con comida —Todo estará cerrado.

—Menos el pozo— añade mi hermana.

Nick deja la botella de agua en la mesa de mala gana mientras se recarga sobre el sofá, aún confuso.

—¿Mamá no te lo dijo?— le inquiri.

—Hacia calor— balbucea —Creo que dijo algo de cuidarlas a ustedes mientras no esta.

Miro a Alicia y ella a mi —Y, eso confirma nuestra teoría— digo.

—Bueno...— Alicia suspiro —Ella y Walker fueron a buscar agua.

Me levanto, dejándome caer junto a Nick y cruzándome de brazos al bajar la mirada, mientras Nick me mira a mi y luego a Alicia, así unas tres veces.

—¿Están bien?— nos pregunta.

No respondo, Alicia simplemente encogió sus hombros —Échale sal a tu agua— le indica antes de irse.

—Quizá siga aturdido todavía pero presiento que algo anda mal.

Suspiro —Troy se fue, lo exiliaron y Jake esta ocupado, Alicia se siente estresada por el agua nada más. Pon atención ¡Despierta!

Despeino su cabello, mientras él suelta un quejido y se toma la cabeza adolorido.

—No hagas eso, Rachel, siento que voy a vomitar.

—Ah, entonces eres como una bomba— le sacudo más el cabello.

Nick finalmente se rinde conmigo y se recuesta lejos de mi, tomando su comida para que deje de molestarlo.

Los días pasan bastante lentos, Alicia se comunica con mamá por medio de un radio y le informa sobre todo lo que sucede. La gente no parece ceder, incluso creo que está empeorando todo ya que los rumores corren y el tener que controlar todo durante la repartición de agua en el pozo es bastante difícil.

Así que, esta misma noche me paseo por el rancho como suelo hacerlo, apachurrando mi abrigo contra mi debido al frío y deteniendome cuando me cruzo con Crazy Dog, la mano derecha de Taka por así decirlo, frente a la puerta de la casa de Ofelia.

—¿Eres su guardaespaldas?— menciono con sarcasmo.

Quita el cigarrillo de sus labios, expulsando el humo con rapidez —Quizá, ¿Quién te cuida a ti?

Encogí mis hombros —Yo.

Ofelia se asoma desde adentro, recargandose sobre la puerta y dándome una leve sonrisa.

—¿Quieres entrar?— ofrece y niego.

—Solo quería mencionar algo— respondo —Escuché que algunos de los suyos han estado pasando dos veces por la fila del agua.

—Escuché que nosotros te dejamos quedarte en nuestras tierras y que tienes suerte de estar viva— interfiere Crazy Dog.

Lo miro —Solo intento mantener la poca paz que tenemos, lo que Walker quiere.

Ríe con ironía, mirando a Ofelia —Ella subió aquí, con sus pequeñas botitas a decirnos lo que Walker quiere.

—¿Tienes pruebas?— Ofelia avanza, ignorando por completo su comentario —¿Nombres?

—Creo que deberíamos imponer una especie de sistema, para asegurarnos de que las personas no pasen dos veces.

—Tenemos uno, Rachel— interrumpe ella —Yo vigilo personalmente el intercambio, nadie de la Nación ha pasado dos veces.

Me mantengo en silencio, buscando alguna manera de hacerla entender.

—Es un error fácil de cometer, todos lucimos iguales para ti— dice Crazy Dog.

—No es eso— me apresuro a decir —No quiero que las cosas se salgan de control.

—Escuché que tu milicia se está reconstruyendo.

—No hay milicia, Ofelia, tu la mataste— espeto, tomando una bocana de aire.

Ella se acerca aún más, lo que me hace enderezarme en mi propio lugar, mentón firme y alto.

—Si realmente quieres paz, controla a tu propia gente primero— suelta.

Entonces, me doy media vuelta con simpleza. Todo comenzó a cuadrar poco a poco, las palabras de Crazy Dog <<controla a tu propia gente primero>> ¿Se refería a mi familia? ¿A mis amigos? No, dudo que sea eso último porque amigos no tengo.

La milicia está formándose de nuevo pero yo no estoy enterada de eso, ¿Quién lo está haciendo?

Mi pregunta llega a su respuesta cuando me estoy adentrando a la casa y veo a todos los integrantes de la vieja milicia salir de la cocina junto a Nick.

Cuando todos los demás salen, Nick se asoma por la puerta, caminando frente a mi para sentarse sobre el sofá de la sala.

—Dime que no estás armando la milicia otra vez— le pido.

—No la estoy armando.

Rodé los ojos, girandome para quedar frente a él —Eres un idiota.

—¡Oye!

—He estado tratando, Alicia y yo hemos estado tratando de mantener la paz y tu solo piensas en corromperla— reclamo —¿Tienes idea de lo que es que todos te señalen como la cómplice de Troy? ¿Cómo la culpable de todo incluso cuando no he hecho nada?

—¡Te dije que no estoy haciendo nada!

—¡Eres un cínico, acabo de verlos salir a todos!

Alicia se adentra casi corriendo cuando nos escucha, dejando el arma sobre la mesa y mira a Nick con el mismo coraje que yo.

—Eres un idiota, pensé que estabamos tratando de evitar que esto pasará— le dice ella, señalando el arma.

—Si la tengo yo, significa que no pueden usarla ellos— se justifica.

—¿Y si Crazy Dog se entera?— le grita la castaña —No va a volver a ser tan fácil, Nick.

—Ellos están arrinconados, ¿Saben? Asustados, suficiente para que los maten y ellos creen que yo soy el héroe que se enfrento a los indios.

Formé una pequeña mueca, me sorprende la forma en la que Nick no le da ni una pizca de importancia.

—¿Y te gusta que piensen eso?— le cuestiono.

Él se encogió de hombros, encendiendo el cigarrillo que sostiene.

—No, pero ellos me escuchan.

—Solo te escuchan, porque no saben la verdad— le responde Alicia —¿Qué va a pasar cuando averigüen lo que han estado haciendo y lo que han estado ocultando?

—Bueno, yo no fui quien mato a Otto.

Mi ceño se aligera, Nick me observaba arrepentido desde la distancia, apunto de añadir algo más cuando niego.

—Bueno, gracias por recordarme— me levanto de inmediato.

Salgo casi corriendo hasta las escaleras, abriendo la puerta de la terraza de madera que había en una de las habitaciones.

Quedándome ahí, en la oscuridad y observando lo que hay fuera del rancho. Lo que daría por poder irme, por poder largarme lejos de todos los problemas que nos han estado persiguiendo. Siempre creí que huir es algo cobarde viniendo de mi, pero no, no es huir, es vivir.

Quizá algún día lo haga.

Alicia se acerca a paso lento junto a mi, sé que es ella porque si fuera Nick para disculparse, estaría a una buena distancia antes de asegurarse que es seguro estar junto a mi.

—Yo estaba enojada por no ser parte de eso, ¿No es una locura?— menciona.

Bajo la mirada sin decir nada, por lo que ella sigue hablando.

—Pero luego me sentí aliviada— asiente —Porque, que pesado debe ser cargar con algo así.

—No tienes que estar molesta por nada— le digo.

—No, ahora lo sé, pero es que tu y Nick siempre han sido más unidos que conmigo— responde y la miro —No es un reclamo, solamente creí que debías saberlo.

—No somos unidos, Alicia, nadie en está familia lo es en realidad— suspiro.

—Entonces, ¿qué vamos a hacer con todo eso?

Niego —Nada, es decisión de Nick hacer lo que sea que quiera, ya es un adulto y ya me cansé de estarlo salvando.

Mi cabeza se hierve y mi boca dice lo primero que siente. Aunque no es así, solo es alargar el tiempo para buscar un verdadero plan. Yo lo sé y Alicia también.

Las raciones eran esparcidas conforme la gente pasaba, cuando menos me di cuenta y deje de prestar atención a la conversación que Alicia tenía con una madre y su hija, una mujer estaba llenando doble racion.

Me acerqué con lentitud, murmurando: —Devuélvelo.

Ella sube la mirada, —¿Qué vas a hacer? ¿Entregarme a la Nación?

—Devuélvelo ahora.

—Sabes que ellos también lo hacen.

Cerro la botella, lo cual me hace tomar el galón más cerca y abrirlo para empezar a devolver el agua. Si embargo, aquella mujer me toma de los brazos para evitarlo.

—Estas tomando doble ración, así no es como funciona— insisto.

—¡Para! ¡Está quitándome el agua!

Obviamente aquello llama la atención de todos, pero no me importa, sigo tirando el agua al pozo mientras ella lucha por robarse el agua.

—Estás tomando doble ración— repito.

—¡Ella es una maldita cooperadora!

A este punto Alicia y Nick ya han interferido, este último nos separa, tomando el galón mientras mi hermana me aleja de aquella mujer.

—Está bien, está bien— murmura Nick cuando nos separamos.

—¡Te importan más ellos que nosotros!— me culpa.

Frunzo el ceño —¡No existen ellos y nosotros!

—¡Entonces eres idiota!

Todo se descontrola, la gente comienza a pelear debido a aquello a golpes, los cuales Nick y yo intentamos detener, al menos hasta que Alicia grita: —¡Escuchen!

Entonces el silencio inunda el lugar, todos miran a Alicia.

—Solo nos quedan seis semanas de agua— suelta ella.

Mi ceño se aligera —Alicia, ¿Qué haces?

Ella me mira pero sigue hablando —Si no trabajamos juntos, se nos acabará y moriremos. Es así de simple, así que, por favor... paren.

Hay murmullos de sorpresa, las personas intentan procesar la noticia, pero al menos calma un poco la pelea.

—Debieron haber dicho algo antes— mencionó un hombre.

Pero la mujer no se iba a quedar en paz, pues le arrebato a Nick el galón medio vacío y comenzó a correr con ambos galones mientras todos se peleaban entre sí.

Todo paso tan rápido que simplemente me aleje para evitar ser golpeada por accidente, me acerqué hasta Alicia cuando la vi ser empujada, ayudándola a incorporarse cuando un disparo nos detuvo.

—¡Alejense del pozo!— exclama Crazy Dog —Estamos tomandolo para asegurarnos que todo el mundo tenga lo que necesita.

Las personas se alejan conforme él avanza junto a Ofelia y otro chico más, al que no puedo reconocer.

Con la ida de Troy y todo lo que ha estado pasando, Jake me pidió hablar con Elizabeth, su hermana, ya que al parecer soy la única con la que realmente quiere hablar de todo.

Así que, me dirigo hasta la casa de Jake y toco un par de veces la puerta. Elizabeth aparece frente a mi, en pijama a pesar de pasar las doce de la tarde.

—Hola— le saludo —Quería venir a visitarte, ¿cómo estas?

—¿Jake te dijo que vinieras?

Niego —Claro que no, estaba aburrida y quise pasar a saludar— ella me mira obvia, así que finalmente asiento —Está bien, sí, me dijo que viniera.

Ella abre aún más la puerta, dejándome pasar. Elizabeth me guía hasta el pequeño rincón donde duerme, el cual es muy pequeño.

—¿Duermes aquí?— inquiero.

Ella asiente —Es más cómodo de lo que parece.

—Sabes que puedes vivir con nosotros aunque Troy se haya ido— le aseguro.

—Sí, lo sé, pero no es por Troy, es por... papá— forma una mueca rara —Cuando estoy ahí es como si el siguiera en esa casa, me asusta.

Me siento en el catre junto a ella —Sí, sobre eso, ¿cómo lo llevas?

—Me siento bien, esto se siente bien— se da media vuelta hacia una pila de libros junto al catre —He estado leyendo mucho, creo que así supero todo. ¿Quieres que te muestre el nuevo libro que terminé? Debes leerlo, es genial.

Tomó el libro que me extiende, hojeando un poco sus páginas.

—¿De qué trata?

—De una joven que escribe cartas para sus seres queridos antes de que muera de una forma misteriosa.

Me vuelvo a ella —¿Segura de que estás bien?

—¡Sí! No es lo que crees, el libro narra cómo descubren que murió, ¿te doy un spoiler? No confíes en su madrastra.

Sonrío —De acuerdo, lo tendré en cuenta.

—Léelo, no te vas a arrepentir.

—Gracias— tomo una gran bocanada de aire —¿Qué te parece si vamos a dar una vuelta y me cuentas todo sobre ese libro?

—Pero te voy a spoilear.

Encogí mis hombros —No importa, de todos modos lo voy a leer, lo prometo.

Finalmente acepta, se va a cambiar y en cuestión de segundos vuelven. Lo que comenzó como una caminata bajo el sol a las doce de la tarde, terminó en una platica sobre teorías respecto al libro que Elizabeth había estado leyendo, a las seis de la tarde, cuando el sol comenzaba a bajar y la hora de la comida estaba en su curso.

—Pero nadie sabe que en realidad, la "madrastra" no es su "madrastra"— termina de contar Beth.

Frunzo el ceño —Tienes que explicarme más eso.

—Y tu tienes que leerlo, es muy largo para contarlo todo.

Jake se acerca, sonriendole a su hermana.

—¿Cómo está la comida?— nos pregunta.

—¿Te refieres a lo que sirvieron hoy o al lindo momento que paso con mi cuñada?— le cuestiona Elizabeth.

Sonrío de lado a lado —Sí, lo que ella dijo.

Jake ríe —Ambos, me refiero a ambos.

Elizabeth asiente —Ah, está todo bien, la comida es pasable y Rachel es más divertida de lo que pensé.

—Sí, soy divertida— murmuro bajito.

—Me alegra que se lo estén pasando bien— dice Jake, volviéndose a su hermana —Volveré por ti cuando termine de cenar, tengo unos asuntos que hablar con Ofelia y Crazy Dog.

—¿Está todo bien?

Asiente —Sí, tu no te preocupes, come bien.

Besa su cabeza y me mira una última vez, agradeciéndome a espaldas de Elizabeth mientras le asiento como respuesta.

Mis días en la terraza se alargaron cada vez más, por las noches iba a robarme los cigarrillos de Otto y me quitaba el estrés un buen rato. En una de esas noches, Nick se hizo presente.

—¿Te sobra uno?— me pregunta desde el marco de la puerta.

Lo miro unos segundos y extiendo la caja al otro lado, dándole a entender que es bienvenido. El enojo aún seguía muy en el fondo.

Nick se acerca lento, toma un cigarrillo y lo enciende recargandose sobre la madera.

—Oye, lo lamento— menciona —No era mi intención decir eso, sé que insinue que era tu culpa todo lo que esta pasando, pero no es así, es culpa de ese viejo Otto.

Niego —No, tenías razón, yo hice esto. Maté a Otto, creí que todo sería mejor pero no, solo atraje todos los problemas que dejo aquí.

—Exacto, que él dejo, deja de culparte, por lo que sé Troy te perdono antes de irse.

Alzó ambas cejas —¿Cómo lo sabes?

—No soy estúpido, quizá tenga la cara, pero no lo soy.

Rio, metiéndome el cigarrillo entre los labios. Nick hace lo mismo y ambos guardamos silencio por un buen rato, hasta que él vuelve a hablar.

—Sé que no debería pedirte esto— me dice —Y después del ataque con Alicia que me dieron ustedes dos...

Niego —Detente, Nick.

—La milicia nueva podría conseguirnos una salida, pero no haré esto si tu no estas de mi lado.

—No voy a hacerlo, nick— respondo —No quiero estar involucrada en más problemas, quiero paz, fin.

—Eso es algo imposible.

—¿Cómo lo sabes?

—Porque están divididos, las armas y ahora el agua, ¿tengo que hacerte una lista para que entiendas? Necesitamos hacer algo, esto podría ayudarnos más a nosotros que a los demás.

Lo miro —No te estas escuchando, ¿verdad?

—Vamos, Rachel, ya no quiero pelear— insiste —Estas peleas, todo lo que pasa nos está separando.

—Tal vez ya estábamos separados, Nick— murmuro —Tu vives en tu propio mundo, Alicia ya ni siquiera nos habla y yo... no... yo me iré muy pronto.

Aquello lo confunde —¿Te vas del rancho? ¿A buscar a Troy? ¿Cuándo pensabas decírnoslo?

Niego —No es sobre Troy, no es sobre esto, ni ustedes, es algo que he estado pensando. No me iré así nada más.

—Bueno, espero que no— apaga su cigarrillo —Porque quería que tuviéramos una despedida decente.

—Cuando lo decida les avisaré— aseguro —Por ahora olvida el hecho de que me uniré a tu idea loca de la nueva milicia.

Nick lo entiende, o eso creo, porque no me insiste más. Se limita a darme medio abrazo e irse, dejándome sola una vez más en la oscuridad.