chapter five. land of blood
𝐅𝐄𝐀𝐑𝐋𝐄𝐒𝐒
.˚ׅ ❛ capítulo cinco
land of blood ❜𓈒˙
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Alicia se acerca pronto, sacando la cantimplora llena de agua y entregandosela a nuestra madre en cuanto pudo, ella bebe despacio mientras se mantiene en el suelo a las afueras del rancho. Hoy, después de su inesperada llegada junto al grupo de sa milicia.
—¿Qué demonios pasó?— Jeremiah pregunta por todos.
—Hablemos en privado— es lo único que Troy le responde.
Estoy tan confundida como los demás y cuando comienzan a murmullar entiendo que se revelarían o algo peor.
—Coop, Mike, adentró, vamos a hablar— ordena Otto.
—Ni lo creas, Jeremiah. Todos tenemos derecho a saber lo qué paso.
Equivocado no está.
—No te excedas, Vern.
—Tenemos derecho a saber qué paso, necesitamos saber cómo defendernos, tenemos que saber...-
—Eran indios— el chico interrumpe a su padre, llevándose miradas de todos —Nos aniquilaron, nos aniquilaron a todos.
—¿De qué está hablando?— murmuro a mi madre en un tono muy bajo.
Ella gimotea en su propio lugar, mientras la discusión entre él y Troy siguen frente a todos los habitantes.
Mike no parece querer obedecer a guardar silencio, pues grita todo lo sucedido y múltiples advertencias que solo ocasionan el miedo.
Cuando tenemos la oportunidad, entre Nick y yo llevamos a la mujer, mientras Alicia nos sigue hasta la casa y nos guía por el lugar.
—Está bien— dice ella cuando pisamos la cabaña —Lo tengo, hijos, lo tengo.
Camina lentamente hasta sentarse cuando la dejamos sobre el suelo con lentitud, entonces noto que apenas puede respirar.
—Ten, quítate esto— pido, desabotonando su suéter.
—Gracias— me sonríe a duras penas.
Coloco el suéter sobre la cama cuando Nick le saca las calcetas llenas de sangre sobre sus pies, Alicia se encarga de sacar cientos de toallas para limpiar las heridas y yo de ayudarla a sentirse más cómoda.
—Vas a estar bien— beso su frente.
Ella asiente, posicionando su mirada en la única cama vacía, había algo extraño en esta y pronto me doy cuenta de la falta de presencia de alguien en específico.
Frunzo mi ceño mientras Nick nos mira a ambas y sin necesidad de preguntarle responde: —Se fue hacia el sur, conocía gente en Mexicali.
Asiento con delicadeza, trayendo más toallas y ayudando a ambos.
Cuando el sol anda en su máximo esplendor sobre mi piel, camino apesar de ello hasta las orillas del rancho, deteniendome frente a Troy, quien piensa y piensa, y lo noto porque apenas y respira, al igual que parpadea.
—Hola— le saludo y le entrego el libro —Ya puedes devolverselo a tu hermana.
Una ligera y oculta sonrisa se muestra en su rostro —¿Te lo dijo?
Asiento —Me cae bien, es más graciosa que tú.
Le sonrío levemente, mientras él mira a todo menos a mi. Tarda unos segundos en juntar toda su seriedad y levantar la vista.
—¿Cómo está tu mamá?
—Bien, gracias, la cuidamos entre mis hermanos y yo...— suspiro —Lo siento, por los que perdiste.
Asiente —Estoy bien, conocía a la mitad de ellos así que.
—Sí, pero... aveces es difícil, ¿No crees? Aunque no los conozcas.
—Ya lo creo— murmura con un toque de tristeza.
Coloco ambas manos sobre la madera de los muros, mirando al frente con la misma seriedad al ambiente.
—¿Cómo aprendiste todo lo que sabes?— me pregunto de pronto —Quiero decir, estuviste en la milicia, ¿No? ¿Cómo.... cómo fue?
—Difícil— responde —Más que nada la parte de dejar de estudiar, pierdes amigos y personas que creíste que te apoyarían.
Recargo mi mejilla sobre mi mano —Diría que lo entiendo pero no lo hago.
Negó —No creo que nadie llegue a hacerlo— admite.
—Bueno, hazme entenderlo— le pido —Enséñame a disparar.
Él frunce su ceño mientras me mira —¿Es una petición o una orden?
—Un poco de ambos, sé disparar un poco pero no soy perfecta disparando armas grandes.
Asiente, realmente comienzo a creer que se negara, sin embargo, fue todo lo contrario porque se giró en su propio eje y me señaló con el libro.
—Primera lección...— Troy comienza a caminar, dejándome atrás.
—¡Espera! pensé que dirías que no— lo sigo de regreso al rancho.
—Puedo arrepentirme, así que escucha.
Rio un poco, encogiendo mis hombros y sin tener otra opción. Cuando nos dirigimos hasta de regreso, me lleva hasta un punto intermedio del lugar, donde los demás miembros de la milicia suelen prácticar su puntería y que por obvias razones hay algunos de ellos vagando por ahí.
—Pon la culata sobre tu hombro— indica y yo tomo la parte trasera del arma y la coloco sobre mi hombro.
Le miro de reojo mientras coloco la mira sobre mi objetivo, el cual se encuentra frente a mi.
—¿Debo exhalar cuando apreté el gatillo, no?— inquiero.
Él asiente —Exacto, sabes más que yo y apenas llevamos una clase.
Rio un poco, —Te dije que se un poco.
—Lo haces, pero es más fácil cuando practicas que cuando estás en la realidad, recuerda siempre que debes mantener la calma y no entrar en pánico porque será más difícil salir de esa situación.
Dejo de apuntar, mientras lo miro de rodillas junto a mi, ambos en la misma posición con mi brazo recargado sobre los sacos de arena.
—¿Cuantas veces estuviste en una situación real?— me pregunto con curiosidad.
—Un millón— exagera y luego niega —Es difícil de contar.
Asiento —Entiendo, quiero decir, lo haré, quizá algún día.
Quito la vista de él al darme cuenta de lo que había dicho, mis manos tiemblan cuando tomo el arma pero conforme el tiempo pasa eso fue desapareciendo.
Supongo que son cosas de principiantes pero decir que no me entretuve un buen rato en la práctica seria mentira porque si lo hice, hubo un par de risas y chistes, tampoco mentiré en eso.
Conocerlo fue agradable, eso es un hecho.
—Sí esto voy a llorar— señalo mi pancake frente a mi.
—Si eso tiene miel dejó que me dispares— contradice Nick.
Lo miro de inmediato —Eso fue suicida, mal ahí.
—Pensé que mi mamá se había quedado en la mesa de la milicia— murmura entre dientes.
—Seré mi mamá hasta que se te quiten esos pensamientos malos.
—¿Saben? Voy a extrañar mucho estas conversaciones con ustedes...— Alicia suspira con cansancio.
Provocando que Nick y yo nos quedemos en silencio, giramos nuestras cabezas hacia ella al mismo tiempo.
—¿Estás... bien?— inquiere mi hermano.
Asiento de acuerdo ante aquello —Sí, eso sonó... deprimente, ¿Hay algo que podamos hacer por ti?
—¿Quieres un abrazo?— le dice Nick, comiendo de su desayuno.
Ella niega —Olviden lo que dije.
Pronto nos damos cuenta que las personas corren a un lugar en específico, lo cual nos hace mirarnos entre nosotros y confundirnos totalmente.
—Oigan ¿Qué esta pasando?— me pregunto asustada.
Nick negó —N-No lo sé... ¡Mamá!— el chico corre detrás de ella.
Y tanto Alicia como yo nos ponemos de pie y corremos detrás de ellos.
—... ¡No es lo que un hombre hace, Mike! ¡Huir no es lo que un hombre hace!
Los gritos es lo único que escuchamos cuando nos detenemos frente a la camioneta en la que Mike, un miembro de la milicia junto a su familia se están por ir y dejar todo.
—¡Troy, ya déjalo, papá dijo que podrían irse!— Jake interviene.
Y yo no puedo encontrar a Nick una vez que llego y lo único que veo es a mi mamá.
—Sí, dijo que podrían irse, no con propiedad del rancho.
—¿Qué propiedad? Es de ellos— señala la camioneta.
Me cruzo de brazos junto a nuestra madre, mientras Alicia hace lo mismo.
Es entonces que Jake lo toma de la camiseta, alejándolo de la ventana —No estás protegiéndose el rancho— le grita.
Troy le empuja de la misma manera, ambos con coraje —¿Tu que sabes de eso? No tienes idea de la importancia del rancho...— señala a mi madre —Ella lleva una semana aquí y ya lo entiende, ¿Tu vas a luchar por lo que es tuyo o vas a rendirte? ¿Pelearas o te rendiras?
—No es tu decisión, ¿O sí?
—¿Pelearas o te rendiras?
—Tu no estas a cargo.
Eso parece ser suficiente para que el coraje de Troy aumente y golpee a su hermano en la mejilla. Al igual, el mayor de los Otto interviene junto a Elizabeth, quien de inmediato retrocede y cubre su rostro con ambas manos, como si ella fuese quien recibirá el golpe.
—¿Qué demonios te pasa?— le grita su padre a Troy, antes de separarlos y golpear a su hijo, Troy.
Mi madre se ve obligada a intervenir en esa pelea junto a Jake, evitando que el padre golpee a su hijo y una vez que se separan, todo se vuelve silencio.
—Maldita sea— exclama Jeremiah, tomando de su mano con dolor.
Retrocedo mis pasos en aquel silencio, mientras solo observo como Gretchen mira desde la ventana. Apenas me he dado cuenta de su presencia y de que ella es parte de esa familia que está yéndose al peligro.
Me despido con un leve ademán cuando la camioneta avanza y desaparece.
Al adentrarme hasta la armería, o más bien el sótano donde se guardan todas las municiones, tanto de armas como de comida y suministros necesarios sobre todo medicamentos, me cruzo de brazos hasta mirar al chico entre las armas.
—¿Estás bien?— pregunto, aunque es obvio que no lo está, le sangra medio rostro y su ánimo está por los suelos.
A pesar de eso, asiente levemente, señalando todo el arsenal que encadena. Recargo mi cabeza sobre el estante mientras lo observo atenta.
—Es lo primero que se van a llevar si huyen.
—No hablaba de eso— admito —Él... realmente te golpeó muy fuerte.
—Ha sido peor, créeme— niega —Pero jamás haría algo precipitado, me rendí.
Su actitud es totalmente diferente a las anteriores veces y aunque eso no lo justifica, no implica que me deje atónita la forma en la que se comporta ahora.
El cómo sigue un poco tembloroso después de aquel encuentro y la pelea, el cómo mira a todos lados sobre el suelo y en especial el cómo busca una manera de tranquilizarse.
—Ellos solo están asustados— le digo, mirando el moretón en su ojo y la partidura que lo decora.
Se encoge de hombros —El que se vaya está muerto para mi— suspira, antes de girarse hacia mi —Aunque Mike era... era débil, pero ha sido mi amigo desde niño, él se quedo en la escuela cuando a mí me sacaron.
Tengo que decirlo, me parece extraña la sinceridad repentina de Troy hacía mi.
—... nunca me dejó, jamás, aún cuando otros sí.
—Quizá no te dejo— niego —Él solo estaba apoyando a su familia, todos lo hacemos.
—No me miró, él solo...— se detiene a si mismo cuando creo que llorará.
Me acomodo en mi lugar mientras todo se vuelve silencio, mis manos se mueven por inercia y toman de sus mejillas para hacerlo mirarme de verdad, para mostrarle una pizca de apoyo.
—Es difícil saber cómo reaccionar a algo así— añade, tomando mi delgado brazo con una de sus manos.
—Asegúrate que nadie más se vaya— murmuro —Quizá así mejoré, salvalos.
Sus ojos están sobre mi, como si ambos fuéramos libros totalmente abiertos frente al otro y supiéramos todo lo del otro, como si entendiera lo que le pasa y viceversa. Comienzo a creer que sucederá algo más, de verdad lo hago, pero el sonido de la puerta al abrirse me hace retroceder y soltarlo.
Soltar ese momento y volver a la realidad de una manera brusca. Entonces Troy avanza, quedándose unos segundos en ese momento.
No me muevo un centímetro de mi lugar, puedo escuchar un poco su respiración aún después de la distancia y cómo mira nuestras manos apunto de unirse una vez más, pero ninguno de los dos se esfuerza en tomarlas.
—Gracias— escucho que susurra.
Asiento levemente, moviéndome de mi lugar y alejándome cuando los demás hombres de la milicia se encuentran entrando, luego de darme unas miradas confusas.
—De nada— le susurro de la misma manera.
Antes de retroceder mis pasos y finalmente salir.
━━━━ AUTHOR'S NOTE: antes que nada hola, espero les guste el cap y cuanta tensiónnn (según yo)
Díganme, ¿A qué canción les recuerda el fic o Rachel & Troy?
Recuerden votar y comentar para seguir actualizando <3
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